
El Parlamento ucraniano, controlado por los antiguos opositores del expresidente Víktor Yanukóvich, designó ayer presidente en funciones a Alexándr Turchínov, mano derecha de la exprimera ministra Yulia Timoshenko.
El nombramiento lo aprobaron 285 de 339 diputados presentes en la sala, y se produjo después de que Yanukóvich fue destituido por dejación de sus funciones, aunque se desconoce su paradero desde que la guardia de fronteras ucraniana le impidió, el pasado sábado, abandonar el país en un vuelo chárter, desde el aeropuerto de Donetsk, su ciudad natal en el este de Ucrania.
Turchínov, de 49 años, poco antes del nombramiento les pidió a los diputados que iniciaran consultas con urgencia para estructurar una coalición de mayoría capaz de formar gobierno. Este proceso deberá concluir antes de mañana, y con se aceleran los cambios institucionales posrevolucionarios.
Destituciones
"La situación en Ucrania, en particular la económica, es catastrófica. El Gobierno de Yanukóvich arruinó la economía y en las arcas fiscales no hay dinero", señaló Turchínov, presidente de la Cámara y ahora jefe de estado en funciones.
La designación como presidente interino del país se ajusta a lo estipulado en la Constitución del 2004, que fue restituida por la Cámara y que establece que en caso de ausencia del jefe del estado, sus funciones las asume el presidente del Parlamento.
En la sesión, la Cámara también votó a favor de las destituciones de los ministros de Asuntos Exteriores y Educación, Leonid Kozhar y Dmitri Tabchnik. Se suman también las del titular de Interior, el fiscal general y otros altos cargos del gobierno ucraniano.
Vuelta a la normalidad
Las fracciones parlamentarias opositoras en Ucrania se tomaron esta semana el control de la Rada, después de que numerosos diputados de la coalición gubernamental abandonaron sus filas y se cambiaron de bando, después de los sangrientos disturbios que dejaron un centenar de muertos en Kiev.
Mujeres y niños volvieron a pasear por el centro histórico de su ciudad para comprobar con sus propios ojos los estragos causados por la violencia. Estragos que el alcalde de la capital, Vladímir Makéyenko, se comprometió a subsanar a partir de hoy.
"Empezaremos a limpiar Kiev, y a retirar las barricadas. Pero, por supuesto, esto tendrá que hacerse de acuerdo con los ciudadanos que las han construido", aseguró Makéyenko.
El Maidán, como ya se conoce en todo el mundo la plaza de la Independencia, y sus alrededores empezaron a recobrar la normalidad.
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