Alba Santandreu
Efe | LA PATRIA | Sao Paulo
La muerte de 33 internos en una cárcel de Brasil agravó la crisis carcelaria que vive el país, que registró al menos 95 asesinatos en prisiones en los primeros seis días del año.
La nueva masacre se produjo ayer en la madrugada en una cárcel de Boa Vista, capital del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela y Guyana, por un supuesto ajuste de cuentas interno entre integrantes de la facción Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor de Brasil, según explicó el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes.
El secretario de Justicia y Ciudadanía de Roraima, Uziel Castro, lo contradijo al confirmar que la reyerta fue "interna", pero posteriormente precisó que el PCC fue quien comandó el asesinato y que los muertos no pertenecían a ninguna organización criminal.
La Penitenciaria Agrícola de Monte Cristo (PAMC), la mayor de Roraima, fue escenario de una matanza el pasado octubre, cuando 10 presos murieron tras un enfrentamiento entre el PCC y el Comando Vermelho (CV), la segunda organización criminal del país con base en Río de Janeiro.
Castro señaló que tras el incidente de octubre el Gobierno regional solicitó ayuda al Gobierno Federal para controlar las prisiones, pero le fue denegado por el Ministerio de Justicia.
Human Right Watch (HRW) afirmó que las últimas masacres producidas en cárceles de los estados brasileños de Amazonas y Roraima son el resultado de "décadas de negligencia" de las autoridades del país.
Según datos de HRW, la población carcelaria creció un 85% entre 2004 y 2014 y el 40% de los presos están a la espera de juicio, quienes conviven junto a reos ya condenados.
Tras la tragedia en Boa Vista, la tercera mayor de la historia carcelaria del país, el presidente de Brasil, Michel Temer, puso a disposición del estado de Roraima "todos los medios federales" para "auxiliar" en las labores de seguridad.
Con 622 mil presos, 67,3% más de su capacidad, Brasil tiene la cuarta mayor población penal del mundo, por detrás de Estados Unidos, China y Rusia.
Colapso carcelario
Para contener el colapso carcelario, el Gobierno presentó este jueves un Plan Nacional de Seguridad Pública, que comenzará a aplicarse a partir de febrero.
El plan se fundamenta en tres pilares: reducir los homicidios; combatir el crimen organizado, con especial énfasis en la vigilancia en la región fronteriza, y modernizar el sistema penitenciario, el cual sufre graves problemas de hacinamiento.
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