Jairo Mejía
EFE|LA PATRIA|WASHINGTON
El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera una recesión más profunda en España en el 2012 y el 2013 con contracciones de la economía del 1,7% y el 1,2%, respectivamente, debido a las últimas medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno, dijo ayer el organismo.
"Las nuevas medidas de consolidación fiscal tendrán un impacto significativo en el crecimiento, especialmente en 2013", indicó el FMI en el informe final del Artículo IV sobre la economía española, cuyas previsiones para el año próximo son mucho más pesimistas que la contracción del 0,5% que espera el Gobierno.
El Fondo, que incluye en sus cálculos por primera vez las medidas de ajuste de 65 mil millones de euros aprobadas por el Ejecutivo este mes, empeoró su previsión de caída del Producto Interior Bruto (PIB) para este año en dos décimas y la duplicó para el 2013.
El informe indica que la economía española volverá al crecimiento en el 2014, con una expansión del 0,9%, que continuará hasta 2017, horizonte máximo de las previsiones del FMI, cuando se espera un incremento del 1,7%.
El Fondo reconoce que tras los ajustes del déficit esperados para este año y el próximo estará más en línea con los objetivos pactados con Europa, aunque podrían ser necesarias más medidas en el futuro, como una nueva subida del IVA "para 2014 y más allá", advirtió.
Ya en la presentación de las conclusiones previas de este mismo informe el mes pasado, el FMI pidió una subida inmediata del IVA, reducción de salarios públicos y rebaja de algunas prestaciones sociales, recomendaciones que coincidieron con las medidas adoptadas posteriormente por el Gobierno español.
Según los nuevos datos del FMI, el déficit pasará del 8,9% del año pasado al 6,3% en el 2012 (como prevé el Gobierno), para desviarse tan solo dos décimas frente al 4,5% que esperan las autoridades españolas en el 2013, hasta el 4,7%.
El Fondo no cree que España consiga bajar del 3% de déficit hasta el 2016, pese a los compromisos adoptados con Bruselas para situarlo en el 2,8% en 2014.
El informe señala que tras los ajustes el desempleo aumentaría, al igual que la inflación, y se reducirá la demanda interna, aunque mejorará la balanza por cuenta corriente y se conseguirá detener el aumento de la deuda en 2015, cuando de alcanzar el 97% del PIB.
El jefe de la misión del FMI en España, James Daniel, dijo ayer que el país adoptó "políticas muy positivas", pero es clave que la aplicación de las reformas se realice "ahora", al tiempo que la Unión Europea debe "jugar un papel proactivo".
Daniel indicó que las comunidades autónomas españolas deben cumplir sus obligaciones de reducción de déficit "para mostrar a los mercados que toda España está comprometida" con las reformas.
El responsable del FMI aseguró que el desempleo es "inaceptablemente alto, especialmente entre los jóvenes", aunque dijo confiar en que la reforma laboral aprobada por el gobierno del presidente Mariano Rajoy dé los resultados esperados, algo que, de todos modos, "llevará tiempo".
En las previsiones presentadas ayer, el FMI pronostica que la tasa de paro anual llegue al 24,9 por ciento este año y no baje hasta índices menores del 23% hasta 2016.
Las reformas deberían de permitir "una mejora gradual de las condiciones de financiación y una mejora del mercado de trabajo (ayudado por la reforma laboral), del empleo, el consumo privado y la inversión en capital fijo", según el informe.
"Las perspectivas son difíciles", reconoce el Fondo, que asegura que "la gran consolidación fiscal es inevitable", mientras que la presión de la prima de riesgo dificulta el acceso de España a los mercados y añade una presión adicional.
La crisis sigue destruyendo puestos de trabajo en España, donde el desempleo creció en el segundo trimestre del año hasta afectar al 24,63 % de la población activa, porcentaje que supera el 53 % entre los jóvenes.
Estas cifras mantienen a España como el país con mayor porcentaje de desempleados de los 27 socios de la Unión Europea, que registra de media el 10,3% (el 11,1 % en la zona del euro).
Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística muestran el ángulo más duro de la recesión económica que atraviesa el país, con un aumentó del número de desempleados de 53 mil 500 personas entre abril y junio, hasta alcanzar la cifra récord de 5 millones 693 mil 100 afectados.
Tradicionalmente, esos meses eran propicios para la creación de empleo asociada a los nuevos contratos del comienzo de la temporada turística estival.
Según los datos de la EPA, entre abril y junio se alcanzó ya la tasa de desempleo prevista por el Gobierno para todo el año, el 24,6 por ciento.
Entre los extranjeros, sin embargo, se registró un descenso en 59 mil 700 personas respecto al trimestre anterior.
Las cifras muestran también un incremento del número de hogares con todos sus miembros en paro, que se situó en 1.737.600, lo que supone 9.300 más que en el trimestre anterior y 370.200 más que hace un año.
Por sectores, el paro creció en la Industria y la Agricultura, y experimentó un descenso en los Servicios y en la Construcción.
El dato relativo a la Construcción es significativo ya que este sector se derrumbó con el pinchazo de la "burbuja" inmobiliaria, lo que supuso graves repercusiones en la economía española y se tradujo en una gran destrucción de empleo tras haber sido el motor económico.
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