Marcha estudiantil en Italia una semana después del atentado de Brindisi

"Valentía, esperanza, verdad, justicia y legalidad", son algunas de las palabras que los estudiantes llevaron escritas en pancartas a lo largo del recorrido de la marcha, que partió de las inmediaciones del instituto "Morvillo-Falcone" de Brindisi, ante el que el pasado sábado estallaron tres bombonas de gas en una acción de la que aún no se ha encontrado al responsable.



La manifestación, que transcurrió bajo una lluvia intermitente, la abrió un grupo de alumnos de ese instituto de Brindisi, quienes sujetaban la pancarta con el lema de la iniciativa, "Yo no tengo miedo", un claro mensaje en un momento en el que las autoridades han elevado el nivel de alerta ante posibles atentados terroristas.



En la marcha, para la que se desplazaron estudiantes desde Roma y otros lugares del país, como la región de Campania o Molise, no estuvieron presentes los compañeros de clase de la joven fallecida, Melissa Bassi, a quienes los médicos han recomendado permanecer en casa por el posible impacto psicológico.



Pero sí acudieron los padres de muchos alumnos para unirse a la protesta de sus hijos contra el terrorismo, hasta llegar a una participación de unas 4.000 personas, según un primer cálculo de la Policía.



"El atentado del pasado sábado nos ha asustado, pero no nos detiene. Queremos hoy gritar nuestra rabia para empezar desde aquí y desde la escuela un recorrido de legalidad sobre el territorio", comentó Francesca, coordinadora de la Unión de Estudiantes, en declaraciones a los medios italianos.



Esta mañana, el instituto "Morvillo-Falcone" acogió una ceremonia religiosa para recordar a Melissa Bassi a la que acudieron algunos estudiantes con camisetas blancas en las que se podía leer el lema de la manifestación de este sábado, "Yo no tengo miedo".



La Policía sigue buscando al principal sospechoso por el atentado, un hombre de unos 50 años de edad con una mano lesionada que aparece en las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad próximas al instituto de Brindisi, aunque sospechan que no actuó solo. EFE