El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció ayer nuevas medidas económicas para reactivar la producción, acabar con el desabastecimiento y controlar los precios en el país en vísperas de una nueva reunión de los diálogos de paz con la oposición.
En un encuentro en el que participaron 700 empresarios dentro de la Comisión Económica de Paz, el jefe de Estado presentó una serie de medidas para combatir los problemas a los que se enfrenta el aparato productivo venezolano desde hace meses.
Con una inflación y una escasez que en febrero cerró por encima del 57% y del 28% respectivamente, y en un contexto de ralentización del aparato productivo, Venezuela sufre una complicada situación económica.
Reconocimiento y liquidación del 30% de la deuda reclamada por divisas para sectores prioritarios, fondos del Estado para financiar proyectos empresariales o acuerdos con centros comerciales y el sector automotriz para dar respuesta a problemas pendientes fueron algunos anuncios de un Maduro que pidió "diálogo permanente, trabajo integrador y acción para la resolución de los problemas".
"A veces yo veo el mapa de temas que ustedes proponen y de verdad en la mayoría de ellos, digo el 95%, de verdad no hay justificación para problemas que se nos han acumulado, y tenemos que asumirlo autocríticamente frente al país", indicó, reconociendo problemas de "gobernabilidad" a la hora de planificar la agenda.
El jefe del Ejecutivo se mostró abierto a las propuestas del sector empresarial privado para lograr "regular la economía correctamente y la economía funcione de manera sana".
"No será por falta de inversión" que el sistema productivo "se vaya a ahogar o se vaya a estancar", afirmó el gobernante tras dar luz verde a que los privados puedan acceder al Fondo Chino, el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) y el Fondo Mercosur-Alba y que suman 20.000 millones de dólares.
"Excelente" fue el adjetivo usado por el presidente de la mayor patronal venezolana, Fedecámaras, Jorge Roig, para referirse a la reunión con el Ejecutivo y de la que destacó el "tono respetuoso".
La jornada se desarrolló en vísperas del que será el tercer encuentro entre el Gobierno y la oposición dentro de los diálogos de paz para tratar de buscar una salida a la crisis política que sufre el país y que tuvo su origen en unas protestas que se iniciaron el 12 de febrero.
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