Lula abandona la prisión para ir al entierro de su nieto

EFE | LA PATRIA | RÍO DE JANEIRO

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva abandonó ayer por primera vez la cárcel en la que está preso desde abril del año pasado por corrupción, autorizado por la justicia para asistir al entierro de un nieto de 7 años que murió el viernes.

El exjefe de estado abordó un helicóptero en las instalaciones de la Policía Federal de Curitiba, donde purga su condena, para trasladarse al aeropuerto de Bacacheri, en donde tomó un avión de la gobernación del estado de Paraná que lo trasladó a Sao Paulo.

Lula, con traje oscuro, sin corbata y de cabellos totalmente blancos, fue llevado en medio de un intenso dispositivo de seguridad, y escoltado por agentes de la Policía Federal de Brasil que lo condujeron hasta Sao Bernardo do Campo, ciudad del área metropolitana de Sao Paulo en la que fue el sepelio, donde recibió el respaldo de decenas de seguidores.

Agradeció

Fue aplaudido por cerca de 200 personas que lo esperaban en la puerta del cementerio Jardín de la Colina y que le transmitieron mensajes de solidaridad. Pese a que los militantes se abstuvieron de manifestaciones políticas más expresivas, algunos gritaron o exhibieron pancartas con el eslogan "Lula libre", que se ha hecho famoso desde que el presidente más carismático en la historia de Brasil fue encarcelado por corrupción.

El expresidente no pudo detenerse a conversar con sus seguidores y tan solo les hizo un gesto con los brazos para agradecerles. En el cementerio estaban su ahijada política y sucesora en la Presidencia, Dilma Rousseff; así como el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, que fue el candidato derrotado por el ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de octubre.

El permiso

El proceso por el que la justicia lo autorizó a abandonar la prisión por primera vez está protegido por el sigilo, y hasta sus abogados se comprometieron a no divulgar ningún detalle con el fin de impedir que los seguidores de Lula promovieran alguna manifestación que pudiera poner en riesgo la seguridad de la operación.

La jueza Carolina Lebbos, de la Sala de Ejecución Penal de Curitiba, aceptó la solicitud que hizo la defensa del Lula, de liberarlo provisionalmente con base en la Ley de Ejecución Penal, que les permite a los condenados salir de prisión para asistir al velorio de familiares cercanos.

La cremación del nieto de Lula fue al mediodía de ayer en Jardín de la Colina, mismo cementerio en el que se realizó el sepelio de Marisa Leticia Rocco, esposa del exjefe de estado, que murió en febrero del 2017.

El deceso

Arthur Araujo Lula da Silva, uno de los seis nietos del expresidente, murió el viernes en un hospital de Sao Paulo, en el que fue ingresado poco antes víctima de meningitis. Esto ocurrió un mes después de que falleciera el hermano mayor del expresidente, debido a un tipo raro de cáncer que afectó sus vasos sanguíneos.

Lula quería acudir al entierro de su hermano, pero la justicia solo le autorizó una reunión familiar cuando el cuerpo de Genival Inácio Lula da Silva, conocido como Vavá, ya había sido sepultado, por lo que rechazó el permiso y decidió permanecer en su celda. La petición fue negada entonces después de que la Policía Federal argumentó problemas logísticos para su traslado y para garantizarle la seguridad en medio del sepelio.

Procesos contra Lula

Lula fue encarcelado en abril del 2018, tras haber sido condenado por un tribunal de segunda instancia a 12 años de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en un caso vinculado al gigantesco escándalo por los desvíos de la petrolera estatal Petobrás.

El mes pasado fue condenado por segunda vez por corrupción, a 12 años y 11 meses de cárcel, acusado de haberse beneficiado de las reformas millonarias que tres constructoras realizaron en una casa de campo que había sido cedida a su familia para descansar.

El expresidente acumula ocho causas en la justicia, incluidas las dos por las que fue condenado, vinculadas con diferentes asuntos de corrupción.