Jordi Kuhs
Efe | LA PATRIA | Lausana (Suiza)
El acuerdo de principio entre Irán y seis grandes potencias (EE.UU, China, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) sienta la base para un eventual tratado histórico para contener el polémico programa atómico iraní, aunque todavía quedan muchos obstáculos que superar.
Las partes deberán negociar ahora intensamente -durante los próximos tres meses- los detalles técnicos y legales para poner en práctica los principios acordados en Lausana tras ocho dramáticos días de negociaciones.
La clave del acuerdo de principios es la estricta limitación durante una década del programa de enriquecimiento de uranio y de la investigación y desarrollo (I+D) atómico en Irán.
Asimismo, la República Islámica se comprometió a no construir durante 15 años nuevas instalaciones nucleares y se comprometió a que el 95 % del uranio ya producido sea diluido o enviado al exterior.
A su vez, dos de sus instalaciones más polémicas, la subterránea de Fordo y la planta de agua pesada de Arak, deberán cambiarlas y reconvertirlas.
Finalmente, por un período de 25 años se producirán intensas inspecciones en toda la cadena de gestión del uranio, un material sensible con finalidad tanto civil como militar, para evitar desviaciones no declaradas.
Exigencias
A cambio de cumplir una larga lista de exigencias, limitaciones y suspensiones, vigiladas siempre por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), las sanciones nucleares, comerciales y políticas contra Irán serán levantadas.
El "Arms Control Association" de Washington, una ONG dedicada a la no proliferación nuclear, considera lo acordado como "histórico" y un "paso vital" para evitar que Irán se haga con armas nucleares.
Daryl G. Kimball, director ejecutivo de la organización, dijo que el largo camino para un acuerdo efectivo y exhaustivo todavía no ha terminado.
El analista aludía así a las fuerte oposición que este acuerdo nuclear enfrentará en los próximos meses no solo por Israel, los estados de Golfo Pérsico y sobre todo por el opositor Partido Republicano en Estados Unidos.
Otros analistas consideran que lo acordado "va bastante más allá" de lo que muchos esperaban, lo que podría suavizar un poco a los críticos.
"No pensaba que Irán iba a acceder a limitaciones durante más de 15 años", señaló en Lausana Reza Marashi, director del Comité EEUU-Irán, un grupo con sede en Washington que promueve la mejora de relaciones entre ambos países.
"Pero tampoco pensaba que las potencias iban a hacer concesiones tan rotundas en cuanto a las sanciones de Naciones Unidas", agregó este analista.
Así las cosas, a falta de conocerse todos los detalles de lo acordado en Suiza, todo indica que ambas partes hicieron importantes concesiones.
Rusia entraría a el mercado de Irán
Rusia tiene un gran interés en establecer relaciones comerciales con Irán y vender sus productos a la República Islámica cuando se levanten las sanciones impuestas a ese país por su política nuclear, dijeron los ministros rusos de Comercio, Denís Mantúrov, y Energía, Alexandr Nóvak.
"Si el problema (de las sanciones) se resuelve gracias a los acuerdos alcanzados (entre Teherán y los países del Grupo 5+1), se abrirá una gran ventana de posibilidad para impulsar la cooperación. Podremos suministrar mercancías, mano de obra y servicios" a Irán, subrayó Nóvak.
Mantúrov destacó que Rusia quiere vender al régimen islámico "automóviles, aviones y barcos" y está dispuesta a establecer relaciones "cooperativas y proyectos comunes".
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