
Adrià Calatayud
Efe | LA PATRIA | Hangzhou (China)
Los países emergentes llegan a la cumbre de jefes de gobierno del G20, que empieza hoy, debilitados económicamente por las crisis de Brasil y Rusia, así como por la ralentización de la anfitriona, China.
El bloque de los BRICS (China, Rusia, India, China y Sudáfrica) perdió lustre y, cuando sus líderes se reúnan con sus homólogos de los países desarrollados en Hangzhou, no podrán presumir de pujanza económica como en anteriores ocasiones.
"Las economías emergentes se han estado ralentizando, pero desde un ritmo de crecimiento excepcionalmente rápido en la última década", escribió la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en un artículo publicado el jueves.
Si el Grupo de los Veinte nació en 1999 para dar a los emergentes la voz que no tenían en foros como el G8 (ahora reconvertido en G7 por la exclusión de Rusia) y, tras la crisis financiera del 2008, escenificó su nueva rol como motores del crecimiento económico mundial, esta vez les señalará como foco de incertidumbre.
El FMI así lo constató al citarlos, en un informe de cara a la cumbre del G20, entre los riesgos para la economía mundial.
Afectación global
Para el FMI, los emergentes ofrecen "señales mixtas", porque en países como Brasil y Rusia el producto interior bruto (PIB) se contrajo el año pasado casi un 4%, mientras que creció en el entorno del 7% en otros como China -pese a su desaceleración- e India.
"La creciente influencia de los mercados emergentes significa que los acontecimientos (ocurridos) allí pueden sentirse globalmente", se lee en el informe del FMI, que destaca los posibles riesgos de una transición económica "turbulenta" en China.
La salud del gigante asiático, segunda economía mundial, es una preocupación en el G20, a pesar de crecer un 6,7% interanual en la primera mitad del año, dos décimas menos que en el conjunto del año pasado.
"Las perspectivas de la economía china despertaron mucha atención internacional, mucha gente se pregunta si China mantendrá un crecimiento firme y estable", reconoció el presidente chino, Xi Jinping.
Xi recordó que su país entró en una "nueva normalidad", porque el modelo económico que ha guiado su desarrollo reciente es "insostenible" y ahora afronta una etapa de transición hacia un modelo más orientado hacia el consumo y el mercado doméstico, y menos hacia la inversión y la exportación.
Para Lagarde, la importancia de esta transición transciende las fronteras chinas, puesto que es uno de los factores, junto a la caída de los precios de las materias primas, que explica el declive de los emergentes.
A raíz de estas dificultades económicas, se ha ido diluyendo el poderío de los BRICS como bloque y este año que China, uno de sus integrantes, ha organizado la cumbre del G20, prácticamente han desaparecido de la agenda.
Brasil, en declive
Del bloque de los BRICS, India es la economía que acude a Hangzhou en mejor forma: creció un 7,1% interanual entre abril y junio, cuatro décimas menos que en el mismo periodo del año anterior, según los datos divulgados esta semana.
En el extremo opuesto se encuentra Brasil, la mayor economía suramericana, cuyo nuevo presidente, Michel Temer, debuta en la escena internacional con tras saberse que su país prolongó su recesión en el segundo trimestre del año al contraerse del producto interior bruto (PIB) un 3,8% sobre con el mismo período del 2015.
Tampoco están en una situación mucho mejor Sudáfrica, que sufrió un descenso del PIB del 1,3% en el primer trimestre, y Rusia, aunque entre enero y junio logró contener la caída en picado para cerrar el primer semestre con una bajada del 0,9 % interanual.
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