Alba Santandreu
LA PATRIA | EFE | Sao Paulo
Miles de personas salieron ayer a las calles de Brasil para pedir la destitución del presidente, Jair Bolsonaro, pero el acto mostró la falta de unidad de la oposición, pese a la escalda de amenazas contra las instituciones por el líder de la ultraderecha.
La concentración, realizada en diversas capitales del país, entre ellas Sao Paulo y Río de Janeiro, tuvo como principal bandera la apertura de un juicio político con miras a la destitución de Bolsonaro, pero sirvió de paraguas para las más diversas demandas.
Tintes
La marcha de ayer buscaba contrarrestar la masiva protesta con tintes antidemocráticos, encabezada el 7 de septiembre por el mandatario, pero tuvo una adhesión notablemente inferior que la convocada por la ultraderecha, la cual movilizó grupos de todo el país hasta Brasilia y Sao Paulo.
En ella, Bolsonaro hizo una demostración de fuerza ante sus seguidores, volvió a atacar a las instituciones y animó a las multitudes a desobedecer las decisiones de la Corte Suprema, una declaración que la oposición interpretó como una amenaza de "golpe".
Tras las declaraciones, que contaron con una dura condena del Poder Legislativo y Judicial, Bolsonaro se vio obligado a publicar una Carta a la Nación, en la que, casi a modo de disculpas, instó a la "armonía" y garantizó que "nunca" pretendió "agredir" ni al Supremo ni al Parlamento, en un intento por relajar la crisis institucional que él mismo insufló.
Dividida
El apoyo del presidente a las manifestaciones del 7 de septiembre impulsaron las protestas de este domingo, las cuales fueron convocadas por movimientos de centro y derecha bajo el lema "Fuera, Bolsonaro".
La marcha contó con la adhesión de políticos del más diverso arco partidario que intentaron dejar de lado sus diferencias ideológicas para expresar su rechazo hacia el capitán de la reserva del Ejército.
Participaron, entre otros, el excandidato presidencial Ciro Gomes (Partido Democrático Laborista, centro-izquierda), y el gobernador de Sao Paulo, el socialdemócrata Joao Doria (centro-derecha), de los principales oponentes de Bolsonaro, en el campo conservador.
"Quien es demócrata en Brasil tiene que entender que el impeachment (de Bolsonaro) es la única salida", afirmó Gomes, quien abogó por la "unidad" de todas las fuerzas democráticas contra el mandatario. "Necesitamos desesperadamente hacer un acuerdo con la derecha y con la izquierda", agregó.
Pese al apoyo de algunas formaciones progresistas, el Partido de los Trabajadores del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), una de las principales fuerzas de la oposición, no secundó la protesta debido a las cicatrices aún abiertas.
Cada quien por su lado
Entre otras razones de la división de la oposición es porque la movilización fue promovida por el Movimiento Brasil Libre (MBL) y por Vem Pra Rua, que en 2016 movilizaron a millones de personas en todo el país para presionar por la apertura de un juicio político contra la entonces presidenta Dilma Rousseff, quien fue finalmente destituida por el Congreso.
Ambos movimientos defienden, además, la búsqueda de un candidato alternativo a Lula y Bolsonaro de cara a las elecciones presidenciales de 2022, las cuales prevén un enfrentamiento entre los dos principales rivales en la política brasileña.
Cuando falta poco más de un año para la celebración de los comicios, ningún otro nombre ha conseguido sobresalir en las encuestas demoscópicas y los sondeos pronostican una victoria de exlíder sindical frente a Bolsonaro, quien ya ha insinuado que no reconocerá los resultados en caso de derrota.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015