EFE | LA PATRIA | MADRID
La policía española trabaja para esclarecer las causas de la tragedia registrada la noche de Halloween en una macrofiesta en Madrid, donde tres jóvenes de 18 años murieron aplastadas por una multitud y otras dos resultaron gravemente heridas.
Con ayuda de las cámaras de seguridad del recinto Madrid Arena, los investigadores trabajan para saber por qué se produjo una avalancha mortal en uno de los pasillos, mientras en otras zonas del macrocomplejo seguía la fiesta, con miles de asistentes, sin que nadie se enterase de lo que ocurría.
Los agentes tratan de confirmar en esas imágenes la hipótesis de que la avalancha se produjo por el lanzamiento de una bengala y petardos, lo que supuestamente causó el pánico entre las personas agolpadas en un pasillo que comunica la pista con las escaleras de acceso a un piso superior.
Mientras continúa la polémica sobre si el recinto superó o no el aforo permitido durante la fiesta, de unas 10 mil personas, algo que la empresa que lo alquiló, Divertt S.L, desmiente, lo que sí ha trascendido es que cientos de jóvenes accedieron al recinto sin entrada en el momento en el que el músico y DJ Steve Aoki, principal atracción de la fiesta de Halloween, comenzó su actuación.
Investigadores señalaron también que en el lugar donde se produjo la avalancha encontraron los restos de una bengala.
Las mismas fuentes explicaron que en torno a las 3:00 de la madrugada del pasado jueves comenzó la actuación del DJ y fue en ese momento cuando se produjeron dos grandes movimientos de personas que confluyeron en el pasillo central.
Por un lado, un gran número de jóvenes que desde la pista central quería acceder a las gradas para ver mejor a Steve Aoki y, por el otro, cientos de personas que estaban fuera del recinto y que nada más empezar la actuación accedieron sin entrada y de forma descontrolada sin que la seguridad pudiera evitarlo.
Los dos grupos confluyeron en el pasillo central, chocaron entre ellos, formaron un tapón y se produjo la avalancha que, además, se agravó cuando una persona encendió una bengala en esa misma zona. Una estampida de la que muchos de los asistentes a la fiesta ni siquiera se percataron. De hecho, la música continuó mientras la Policía comenzó a desalojar poco a poco el recinto.
Una de las jóvenes fallecidas, Cristina Arce, fue enterrada ayer en el cementerio madrileño de la Almudena, mientras las otras dos, Katia Esteban y Rocío Oña, iban a ser incineradas.
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