Efe | LA PATRIA | Washington
La organización Human Rights Watch (HRW) advirtió de la posibilidad de que el mundo entre en una nueva "era negra" para los derechos humanos debido al resurgimiento de una peligrosa ola de populismo encarnada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, aseguró que si prevalece la atracción del líder autoritario y las voces de la intolerancia, el mundo corre el riesgo de entrar en una era oscura.
La organización alerta de una "nueva generación de populistas", que pretende hablar por el "pueblo" y, en nombre de la "voluntad de la mayoría", amenaza los derechos de aquellos que ven como un obstáculo, es decir, los refugiados, las minorías, los inmigrantes y las comunidades indígenas.
Roth habló de sus observaciones sobre los derechos humanos en América Latina e indicó que la organización vigila la situación en México, Cuba, Venezuela y Colombia, donde recientemente se firmó un acuerdo de paz con las Farc.
En Colombia
Roth expresó preocupación por la muerte de al menos 40 líderes comunitarios en el último año y aseguró que esa violencia puede suponer una "amenaza inmediata para el clima de paz", creado tras la firma del acuerdo de paz entre las Farc y el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Específicamente sobre Santos, el director ejecutivo de HRW dijo sentirse "decepcionado" porque el presidente "cediera a las presiones políticas" para incluir en el acuerdo de paz una cláusula que supuestamente permite blindar de la persecución penal a los militares responsables de ejecuciones.
Repunte de la criminialidad
"En México ha habido realmente un incremento de la violencia", afirmó Roth, quien alertó de un repunte de la criminalidad que se acerca a las cifras alcanzadas en 2012 bajo el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), que desplegó a miles de militares para combatir el crimen organizado.
Según HRW, durante el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, miembros de las fuerzas de seguridad han estado implicados en reiteradas y graves violaciones de derechos humanos -incluidas ejecuciones, desapariciones forzadas y torturas- en acciones contra el crimen organizado.
"El auge de la violencia también es producto de la corrupción de la policía y de los fallos del Gobierno para hacer cumplir la ley y juzgar los crímenes de las fuerzas del orden", dijo Roth.
Venezuela y Cuba
En su informe, de manera global, HRW alerta de "una nueva fascinación por el autoritarismo" y de la pasión que despiertan los líderes que implementan la ley del más fuerte.
Ese perfil se hace patente, según Roth, en líderes como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien dañó económicamente a su sociedad y además "socava cualquier principio de separación de poderes" al restar poder a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
HRW afirma que la revolución bolivariana en Venezuela, iniciada por el difunto presidente Hugo Chávez, y ahora "custodiada" por su sucesor, causó "la ruina económica de los segmentos de menores recursos de la sociedad, a los cuales supuestamente ayuda".
Roth comparó la situación de autoritarismo en Venezuela con la de Cuba, donde el Gobierno de Raúl Castro "continúa reprimiendo el disenso y castigando la crítica pública".
Para el director ejecutivo de HRW, la solución para Venezuela y Cuba pasa por un enfoque multilateral y no solo por el acercamiento unilateral de Estados Unidos, cuya aproximación con La Habana no ha traído los progresos en derechos humanos a los que aspiraba la organización humanitaria.
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