EFE|LA PATRIA|ATENAS
El Gobierno de Grecia trata por todos los medios de evitar una salida de la Eurozona y por ello presentó ayer ante la llamada "troika" internacional de prestamistas un nuevo plan de ahorro y austeridad, valorado en 11 mil 600 millones de euros, cuyos detalles todavía deben ser negociados.
El ministro de Finanzas de Grecia, Yannis Sturnaras, se reunió con los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), de la Comisión Europea (CE) y del Banco Central Europeo (BCE) para pasar revista a las líneas maestras del paquete que tendrá efecto para los años 2013 y 2014.
El reinicio de estos contactos políticos de la "troika" coincidieron con la visita a Atenas del presidente de la CE, José Manuel Duraro Barroso, quien se entrevistó con el primer ministro griego, el conservador Andonis Samarás.
Los líderes políticos de la coalición, apoyada por tres partidos, dieron también ayer su visto bueno a las medidas presentadas por Sturnaras, aunque los socialistas e izquierdistas moderados destacaron que las negociaciones continuarán hasta el lunes próximo.
Además, la prensa griega da por hecho que la "troika" no se mostrará satisfecha con todas las medidas, por lo que habrá que adaptarlas en los próximos días.
No obstante, la emisora Skai aseguró ayer que el representante del FMI, Paul Thomsen, habría expresado su satisfacción por la marcha de las conversaciones en Atenas.
Aunque las medidas no se harán oficiales hasta finales de agosto, los medios griegos especulan con que gran parte del ahorro saldrá de recortes en las pensiones y recortes en salarios del sector público.
Fuentes del Ministerio de Finanzas explicaron a Efe que Sturnaras y la "troika" empezaron a negociar medidas alternativas, aún no especificadas, para intentar no tocar los sueldos.
Por su parte, Barroso expresó ayer su comprensión por el malestar de la ciudadanía griega con la dureza de las medidas exigidas y destacó el compromiso de la CE de apoyar a Grecia y su permanencia en la eurozona, cada vez más cuestionada por los mercados y algunos políticos europeos, especialmente en Alemania.
"La palabra clave es cumplir. El principal asunto es aplicar. Para mantener la confianza deben terminar los atrasos. Las palabras no son suficientes, las acciones son importantes", dijo Barroso en una declaración ante la prensa junto a Samarás.
Se compromete
Agregó que el jefe de Gobierno helénico le aseguró que Atenas "va a cumplir" los compromisos, incluyendo las privatizaciones, la reforma de la administración pública y una mayor lucha contra la evasión fiscal.
Barroso manifestó que todos en la UE y en la Eurozona "deben trabajar juntos, en Grecia y los demás países, para el futuro de la moneda común y para el proyecto europeo".
"A veces temo que algunas personas no lo han entendido que estamos todos en el mismo bote en Europa; por eso, juntos, griegos y los demás europeos deben mostrar el mismo esfuerzo para los compromisos asumidos", advirtió.
"Grecia y Europa lo van a lograr. Grecia es parte de la familia europea y de la eurozona", concluyó el presidente de la Comisión.
Samarás, por su parte, manifestó que le ha garantizado a Barroso la voluntad de su Gobierno y de los tres partidos que lo forman de acelerar el proceso de privatizaciones, llevar a cabo las reformas estructurales necesarias y reformar la administración pública".
Además, el primer ministro griego no dejo de destacar su malestar por "las declaraciones de altos cargos de países europeos, poniendo en duda la capacidad de Grecia de llevar a cabo las reformas", lo que estaría "socavando" los esfuerzos hechos por Grecia.
Se refería indirectamente a Alemania, donde varios políticos han mostrado creciente impaciencia con Grecia.
La oposición griega criticó los anuncios de Samarás de ayer y calificó las medidas propuestas como un "saqueo del ingreso individual y de la riqueza común".
"Se necesita una refundación de Europa con una estrategia de intercambio de las deudas nacionales por una deuda europea, con control público del sistema bancario y medidas concretas de apoyo a la creación de empleos para salir de la crisis", señaló en un comunicado la izquierda radical SYRIZA, segunda fuerza más votada en las elecciones del pasado mes de junio, pero fuera del Gobierno.
El dato
Grecia necesita el próximo tramo de la ayuda internacional -unos 31.000 millones de euros- para evitar una suspensión de pagos, pero el desembolso depende de un nuevo informe que la "troika" entregará a finales de agosto.
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