
EFE | LA PATRIA | Tegucigalpa
Los hondureños elegirán hoy a un presidente, tres designados presidenciales (vicepresidentes), 128 diputados al Congreso Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano con sus respectivos suplentes y 298 corporaciones municipales.
En los comicios de Honduras, donde no hay segunda vuelta electoral y gana el candidato que más votos obtenga, participan nueve partidos políticos con ocho candidatos a la Presidencia, debido a una alianza entre dos instituciones políticas.
Juan Orlando Hernández, candidato del oficialista Partido Nacional y Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre), esposa de Manuel Zelaya, parten como favoritos, según las encuestas.
Frenar la ola de violencia criminal y el narcotráfico que golpean a Honduras son algunos retos que tendrá que afrontar el presidente que salga electo en los comicios de hoy, indicaron analistas.
El analista político Matías Funes señaló que el futuro gobernante tendrá que "diseñar una política integral de seguridad para reducir la violencia que genera el narcotráfico".
Con una tasa de 92 homicidios por cada 100.000 habitantes en el 2011, el 70% de ellos atribuidos al narcotráfico, Honduras es considerado de los países del mundo con más violencia, según autoridades hondureñas y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por ello, el analista Funes indicó que quien salga electo en los comicios tendrá que "analizar la inseguridad que golpea al país para dar una respuesta integral" al combate de la violencia.
El gobernante recibirá, añadió, una nación "azotada" por la violencia criminal y las bandas del narcotráfico que operan en el país, que es utilizado como puente para el envío de cocaína desde América del Sur a Estados Unidos en avionetas y lanchas rápidas.
El país centroamericano "no tiene los recursos humanos ni tecnológicos para hacerle frente al narcotráfico, por lo que necesita de la colaboración de otros países, como Estados Unidos", agregó Funes.
Honduras cuenta con el apoyo técnico de EE.UU. para detectar avionetas cargadas con drogas; sin embargo, gestiona comprar tres sistemas de radares aéreos a Israel para mejorar la vigilancia de las costas y combatir el narcotráfico.
Funes recordó que Honduras ha dejado de ser solo un país de tránsito, porque en diferentes regiones se han hallado laboratorios que producen drogas.
Ante esa situación, el nuevo presidente tendrá que "buscar planes de colaboración para atacar con más eficiencia el fenómeno del narcotráfico", subrayó el analista.
Por Honduras transita el 80% de la droga que llega a México desde Suramérica con destino a Estados Unidos, según autoridades de este último país.
La directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas, dijo que el próximo gobierno debe "fortalecer los organismos de investigación" para combatir la impunidad en el país, que en el primer semestre de este año registró 4.993 muertes violentas.
Las autoridades han reconocido la poca capacidad del país para investigar los homicidios, que en un 80% quedan impunes.
El futuro presidente hondureño deberá "mejorar la seguridad y disminuir las muertes por causas externas", así como crear una "verdadera política integral de seguridad", subrayó Ayestas.
Además, lamentó que Honduras, donde en el 2012 se confiscaron más de 5.000 kilos de cocaína, se haya convertido en un país donde "también se produce y consume drogas".
El analista Julio Navarro, por su parte, dijo que el nuevo gobernante recibirá un país "con una seguridad anarquizada".
En Honduras existe "un problema de mando porque no se sabe quién es el responsable de la seguridad ciudadana, si es la Policía Nacional, el Ejército o la Policía Militar del Orden Público" (PMOP), creada por el Parlamento en agosto pasado, agregó.
Navarro subrayó que los militares han "abandonado su misión de cuidar las fronteras" para patrullar conjuntamente con la Policía Nacional las principales ciudades del país ante la creciente violencia.
La presencia de los militares en las calles de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes de Honduras, no ha dado los resultados que las autoridades y la población esperaban.
Los analistas también señalaron que el nuevo gobierno tendrá que acelerar la depuración de la Policía, que se inició en noviembre del 2011, pero sin muchos resultados visibles hasta ahora.
La Policía Nacional es una institución salpicada por múltiples denuncias de agentes y oficiales implicados en crímenes y otros delitos como narcotráfico y robo de vehículos.
Xiomara Castro, candidata a la Presidencia de Honduras por el Partido Libertad y Refundación (Libre) y situada entre los favoritos, es la esposa de Manuel Zelaya, el presidente derrocado el 28 de junio de 2009, cuando impulsaba una polémica reforma de la Constitución.
Castro, segunda de cinco hermanos, nació en Tegucigalpa el 30 de septiembre de 1959 y estudió educación primaria en colegios católicos de Tegucigalpa.
Es hija de Irene Castro, abogado de uno de los empresarios más ricos de Honduras, y de Olga Doris Sarmiento.
En 1976 contrajo nupcias con Manuel Zelaya, hijo de un empresario de la madera ya fallecido. Entre el 27 de enero de 2006 y el 28 de junio de 2009 ejerció como primera dama del país, impulsando diversos programas sociales con fondos del Estado y colaboración externa.
Castro y su esposo fueron miembros del conservador Partido Liberal -que les llevó al poder- hasta el 28 de junio de 2009.
Tras el golpe de Estado contra Zelaya, cuando promovía una consulta popular para reformar la Constitución, pese a que la ley se lo impedía, la exprimera dama se sumó a las filas del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), surgido con el propósito, fallido, de restituir a Zelaya en su cargo.
Del FNRP nació el partido Libre, cuyo coordinador general es Manuel Zelaya, mientras que su esposa se convirtió en el 2012 en candidata presidencial por la nueva agrupación, cuya base en parte descansa en organizaciones populares.
En principio, Castro y su esposo pregonaban el llamado "Socialismo del siglo XXI", programa ideológico del fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez, pero ahora la exprimera dama dice enarbolar un "socialismo catracho" (hondureño).
De llegar al poder, Castro dice que seguirá en su objetivo principal de convocar una Asamblea Constituyente, para lo que probablemente necesitaría hacer alianzas con otros partidos políticos, porque ninguno tendrá mayoría absoluta, según analistas locales.
Libre es uno de los cuatro partidos políticos fundados tras el golpe de Estado a Zelaya, aunque los otros tres no tienen posibilidades de alcanzar el poder, según indican diversos sondeos de opinión.
La exprimera dama asegura que de llegar a la Presidencia resolverá los problemas más graves de sus compatriotas: la inseguridad, la pobreza, los deficientes sistemas de salud y educación, incluso la corrupción, flagelo que salpicó la administración de su marido.
Castro y Zelaya son padres de cuatro hijos: Zoe, Héctor Manuel, Hortensia Xiomara y José Manuel.
Juan Orlando Hernández, candidato del oficialista Partido Nacional a la Presidencia de Honduras, es un abogado de 45 años, diputado desde el 2008, empresario del turismo y subteniente reservista de Infantería.
Hernández, favorito para las elecciones, según los sondeos, nació en Gracias, en el departamento occidental de Lempira, donde es conocido como empresario y propietario de al menos una emisora de radio.
Cursó su educación secundaria en el Liceo Militar del Norte, del que salió con el grado de subteniente.
Estudió leyes en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y en 1995 obtuvo una maestría en Administración Pública en la Universidad Estatal de Nueva York, en Albany (Estados Unidos).
En el 2008 entró en el Parlamento como diputado por el conservador Partido Nacional, fundado hace 111 años.
Hernández ha desempeñado varios cargos importantes en su partido y en el Parlamento, en el que a mediados de año solicitó permiso para dedicarse a su campaña política.
Su campaña presidencial se ha visto marcada por la confrontación ideológica con otros partidos, uno de ellos Libertad y Refundación (Libre, de izquierda), cuya candidata es Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya.
Hernández afirma que con su programa de gobierno afrontará los problemas de seguridad, desempleo y pobreza que sufre Honduras.
El candidato del Partido Nacional es promotor del cuerpo de la Policía Militar, que depende de la Secretaría de Defensa e inició sus operaciones en octubre pasado con unos 5.000 hombres y que rechazan algunos sectores sociales del país.
La Policía Militar, según Hernández, debe continuar en el próximo gobierno hasta que haya sido totalmente depurada la Policía Nacional, que está salpicada por múltiples denuncias de corrupción, narcotráfico e incluso asesinatos, entre otros delitos.
Como profesional de las leyes, Hernández ha sido miembro de varios bufetes de abogados y catedrático de Derecho Constitucional en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Está casado con Ana García, también abogada, con quien tiene cuatro hijos: Iván, Juan, Daniela e Isabela.
8, los candidatos a la presidencia.
27 mil, los aspirantes en total a los cargos.
3 mil, los cargos que se proveerán.
5,3 millones, los hondureños llamados a votar.
8 millones, los habitantes de Honduras. El 70% vive sumido en la pobreza.
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