EFE| LA PATRIA| Río de Janeiro
Un grupo de 29 billonarios fondos de inversiones alertó al Gobierno brasileño sobre el aumento de la deforestación en la Amazonía y advirtió que pueden revisar sus inversiones en el país en caso de que no adopten medidas para detener la devastación del mayor bosque tropical del mundo.
La advertencia fue hecha en una carta enviada el lunes a las embajadas de Brasil en ocho países (seis europeos, Japón y Estados Unidos) por un grupo de fondos que administra 3,75 billones de dólares en activos, en una iniciativa coordinada por el noruego Storebrand ASA, que hizo pública la carta este martes.
Los firmantes de la misiva solicitan reuniones virtuales con los embajadores brasileños en los ocho países para conversar sobre lo que consideran la "desmantelación de las políticas ambientales y de derechos humanos" por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
"Es con gran preocupación que observamos la tendencia de crecimiento de la deforestación en Brasil. Estamos preocupados con el impacto financiero que la deforestación y la violencia contra los derechos de los pueblos indígenas pueden tener sobre nuestros clientes y compañías en que invertimos, por potencialmente elevar los riesgos de reputación, operacional y regulador", advierten.
Los fondos hacen referencia a las amenazas que ya han hecho algunas multinacionales y numerosas organizaciones no gubernamentales de boicotear productos brasileños importados en protesta contra las políticas ambientales e indigenistas del líder ultraderechista en Brasil.
"Estamos preocupados con la posibilidad de que empresas expuestas a eventuales deforestaciones en sus operaciones en Brasil y cadenas de abastecedores se enfrenten a la dificultad creciente para acceder a los mercados internacionales", agregan los fondos.
Los fondos indican que el rechazo mundial a las políticas ambientales e indigenistas de Brasil no sólo amenazan las empresas que exportan sino también los propios títulos de deuda del Gobierno brasileño, que pueden ser clasificados como de riesgo elevado por las agencias calificadores.
También manifiestan su preocupación por el avance en el Congreso brasileño de un proyecto de ley que regulariza áreas invadidas en reservas indígenas y ambientales, así como la iniciativa de Bolsonaro de permitir la minería en territorios indígenas.
Las preocupaciones empezaron en 2019
Igualmente muestran su preocupación por una reciente declaración en la que el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, afirmó que el Gobierno tiene que aprovechar que el mundo tiene su atención concentrada en el combate a la pandemia del coronavirus para impulsar proyectos de flexibilización de las leyes ambientales que han sido cuestionados.
Las preocupaciones con las políticas ambientales brasileñas, principalmente por parte de importadores europeos, se intensificaron en el tercer trimestre del año pasado, cuando los incendios forestales destruyeron 42.000 kilómetros cuadrados en la Amazonía y las impactantes imágenes del bosque consumido por el fuego le dieron la vuelta al mundo.
Pero las críticas resurgen cada vez que son divulgados estudios sobre el crecimiento de la deforestación en la Amazonía, que es atribuido a la decisión de Bolsonaro de reducir la fiscalización contra la tala y el aumento de las tierras para la agropecuaria, y a la retórica antiambientalista del líder ultraderechista.
Según un estudio divulgado la semana pasada por el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon), la deforestación en la Amazonía brasileña creció un 54 % en los últimos 10 meses, en relación con el período inmediatamente anterior, con un total de 4.567 kilómetros cuadrados de selva devastados entre agosto del año pasado y mayo de 2020.
Duro manifiesto de los últimos 9 ministros
Igualmente la semana pasada los últimos nueve ministros de Medio Ambiente de Brasil divulgaron un duro manifiesto en el que condenaron las "agresiones" del Gobierno a los biomas, a la salud de la población y a la democracia del país.
"La sustentabilidad socioambiental está siendo comprometida de forma irreversible por aquellos que tienen el deber constitucional de garantizarla", advirtieron.
El lunes Bolsonaro ya había admitido en un acto público sobre el deterioro de la imagen de Brasil en el exterior por sus políticas ambientales pero atribuyó ese problema a la desinformación.
"En el exterior hay países que nos critican, pero no tienen un palmo de bosque nativo. Aquí es exactamente lo contrario", manifestó el jefe de Estado tras asegurar que Brasil es el país que, proporcionalmente, más protege áreas ambientales en el mundo.
La carta a las embajadas de Brasil fue firmada por los directores de 29 fondos de inversiones de Estados Unidos, Japón, Noruega, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Francia y Holanda, entre ellos KLP, el mayor fondo de pensiones de Noruega, el japonés Sumitomo Mitsui Trust Asset Management y NN Investment Partners.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015