EFE | LA PATRIA | CARACAS
La oposición venezolana reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se prepara para dar una "lucha dura" a partir de hoy cuando llega a su fin la tregua con el Gobierno de Nicolás Maduro, un día en el que se espera que se desarrolle la segunda reunión plenaria del diálogo político.
Este segundo encuentro entre las partes dialogantes y los acompañantes de la Unasur y del Vaticano, se realizará después de que el 30 de octubre pasado se diera inicio formal a las conversaciones y de que se instalaran cuatro mesas de trabajo que se han mantenido activas.
En la reunión de hoy la oposición espera que el Gobierno de respuesta a una serie de puntos o condiciones que puso sobre esa mesa entre las que destacan la convocatoria a unas elecciones generales adelantadas y la apertura de un canal humanitario para que al país lleguen alimentos básicos y medicinas.
Estas expectativas, sin embargo, ya han sido desinfladas por voceros del oficialismo, incluyendo al jefe de Estado, que han declarado recientemente que no se realizarán comicios adelantados y también han negado la existencia de una crisis tan severa como para pedir ayuda humanitaria.
El dos veces candidato a la Presidencia Henrique Capriles comentó ayer que los ciudadanos están "a la expectativa sobre si efectivamente en Venezuela se va a dar un diálogo o no" pues a su juicio este proceso aún no ha empezado y depende de los resultados que se anuncien hoy producto de las mesas de trabajo.
"Ojalá que haya resultados por el bien de nuestro país, nosotros somos muy escépticos porque este gobierno todos los días lo que demuestra es que ellos no quieren cambiar nada", dijo en un acto que encabezó como gobernador del céntrico estado Miranda.
Capriles reiteró lo que dijo el miércoles durante un encuentro con periodistas en el que advirtió que si este viernes no hay "resultados" los venezolanos que desean un cambio de gobierno no deben seguir "perdiendo el tiempo" en la mesa de diálogo.
La MUD no ha dicho cual será esa agenda de lucha aunque se sabe que como parte de esa tregua la oposición accedió a suspender una marcha que había convocado hasta el palacio presidencial de Miraflores y a diferir un proceso de análisis de la responsabilidad de Maduro sobre la crisis económica y social que sufre el país.
Respuesta
El jefe de Estado, por su parte aseguró ayer que no está "obsesionado" con reelegirse como jefe de Estado ni con el tema de votaciones en general al tiempo que señaló que su única preocupación es "la felicidad del pueblo".
Maduro comentó que le "obsesiona" la recuperación económica del país, la vivienda y la educación y criticó a los que están empeñados con ser presidente o gobernadores.
"Yo no estoy obsesionado por elecciones mañana, pasado mañana, o por reelegirme presidente, no, eso lo decidirá el pueblo en su momento en el año 2018", dijo.
Además de las elecciones adelantadas y la apertura de un canal humanitario, la MUD ha pedido la liberación de más de cien políticos presos, así como el "cese del saboteo" al ejercicio del Parlamento de mayoría opositora y la selección de nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Y bajo este contexto, decenas de estudiantes universitarios marcharon ayer en Caracas para pedir resultados a la mesa de diálogo e insistieron en que deben adelantarse unas elecciones generales, así como la liberación de varios de sus compañeros que se encuentran presos "por protestar".
Por ello intentaron movilizarse hasta la sede del CNE en Caracas, lo que no pudieron lograr debido a un cordón policial que impidió el paso a los universitarios.
Análisis
El analista Javier Corrales, Ph. D. en Ciencia Política de la Universidad de Harvard, aseguró que el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, tiene minoría en el Congreso y una crisis económica, “tal vez la peor del planeta”, pero no tiene al oficialismo dividido, no ha habido una ruptura militar y las protestas que han venido ocurriendo, no han sido sostenidas.
“Esto explica por qué a pesar de la gravedad del asunto, el régimen no colapsa. Yo creo que el gobierno puede caer, pero no está corriendo un peligro inminente”, dijo.
Corrales añadió que Venezuela es el único país de América Latina que es bipartidista, su oposición es una coalición, es decir que está compuesta de muchos partidos, pero que en épocas electorales mantiene cierto nivel de coherencia.
“Durante el gobierno de Chávez se consideraba autoritario, pero competitivo, porque a la hora de competir políticamente, sabía que podía ganar. Con Maduro, el competitivismo electoral se ha esfumado de manera peligrosa”, sentenció.
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