EFE | LA PATRIA | LA PAZ
El presidente de Bolivia, Evo Morales, está cerca de lograr una nueva victoria electoral, esta vez entre continuas protestas en el país por la sospecha de un fraude en el recuento de votos.
A casi el 96% del escrutinio, el dirigente indígena estaba anoche a menos de un punto de evitar una segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa.
Morales llevaba un 46,39% de los votos frente al 37,11% de Mesa, con lo que estaba a solo 0,72 puntos de proclamarse vencedor.
Una victoria que llegaría en medio de movilizaciones de sus detractores, que desde que cerraron las urnas el domingo denuncian un fraude amparado por un órgano electoral que consideran al servicio del gubernamental Movimiento al Socialismo de Morales.
Cuestionado
El mandatario boliviano se enfrenta a una parte de la comunidad internacional y de organismos que dudan del proceso electoral.
La dimisión ayer del vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, Antonio Costas, sin esperar al final del recuento, no hizo más que alimentar las dudas.
La tensión es tal que poco antes de conocerse esa renuncia la presidenta del tribunal electoral, María Eugenia Choque, comparecía entre sollozos lamentando que temen incluso por la integridad de los miembros de esta organismo.
Anoche ardió la sede regional de esta entidad en Potosí y otras fueron también blanco de las iras de los manifestantes, con 30 detenidos en las protestas a lo largo del país.
El desencadenante de las revueltas tuvo su origen en la decisión del tribunal, que su ya exvicepresidente cuestionó duramente, de lanzar la noche del lunes una victoria de Morales en primera vuelta en base a un recuento provisional sin esperar al cómputo oficial.
Una decisión que "derivó en la desacreditación de todo el proceso electoral, ocasionando una innecesaria convulsión social", lamentó Costas en su carta de despedida, revelando que él no estuvo de acuerdo.
El canciller boliviano, Diego Pary, salió en nombre del Gobierno para proclamar que aceptarán el resultado "sea cual sea".
Mesa no se rinde
Una proclama que no le valió a Mesa y el candidato opositor de la alianza Comunidad Ciudadana se sumó por la tarde a las protestas en La Paz.
El que ya fuera presidente del país entre 2003 y 2005, cuanto tuvo que renunciar en medio de una grave convulsión social, arengó a los suyos a no rendirse hasta forzar "una segunda vuelta electoral que la hemos ganado en el voto popular".
Mesa necesita que Morales no llegue al 50% de votos ni al 40% con 10 puntos de ventaja, para que los dos se vuelvan a medir en una nueva cita con las urnas en diciembre.
La esperanza opositora, desunida ahora en ocho candidaturas frente a Evo Morales, es que entonces todo su voto se concentre para derrotar al presidente con más tiempo en el poder en la historia de Bolivia, 13 años desde que se alzó al sillón presidencial en 2006.
Reaparece Morales
Hoy está previsto que el presidente de Bolivia, Evo Morales, comparezca antes los medios de comunicación, después de su última salida en la noche del domingo, cuando ya se veía vencedor.
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