José Luis Paniagua
EFE | LA PATRIA | Caracas
El estrecho triunfo alcanzado por Nicolás Maduro en las elecciones del pasado domingo despierta el fantasma de la ingobernabilidad en Venezuela, aunque el chavismo mantiene un cómodo colchón institucional con el control de la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La distancia de 1,6 millones de votos que el fallecido Hugo Chávez había puesto entre su Socialismo del Siglo XXI y la oposición en las elecciones del pasado 7 de octubre ha quedado evaporada y reducida a 260.000 sufragios, en lo que para analistas constituye una prueba de que la campaña de Maduro fue un fracaso.
"Fue bastante mala y se notó en el declive de su candidato", indicó a Efe el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, al puntualizar que, además, la campaña del candidato de la oposición, Henrique Capriles, fue "estelar".
León, cuya encuestadora había anunciado hace un mes una brecha de 18 puntos, subrayó que Maduro aprovechó el impulso inicial de la muerte de Chávez, el pasado 5 de marzo, para alcanzar una popularidad "artificial".
Eso, unido al intento fallido del candidato oficialista de emular a su mentor y el tono de una campaña que se fue despegando paulatinamente del duelo por la muerte de Chávez convirtiendo los mítines de Maduro en actos festivos, terminaron por disipar el efecto inicial.
También influyó el desgaste para el Gobierno en los últimos meses con una devaluación aprobada el 8 de febrero que fue muy impopular y un incremento de la percepción de que la economía va por mal rumbo.
Con estas premisas, Maduro queda ahora al frente de un Ejecutivo con una inflación que en los primeros tres meses se disparó hasta el 7,9 % (el Gobierno dio ayer que la de marzo fue de 2,9 %) como consecuencia de la devaluación, problemas de desabastecimiento y de acceso a divisas.
Además, encabezando la agenda de las preocupaciones de los venezolanos está la violencia que se cobró el año pasado la vida de 16.000 personas.
Respaldo
Cuenta, sin embargo, con el respaldo del Parlamento, donde el chavismo tiene mayoría absoluta, y del TSJ, órgano que, según analistas, no emite una sentencia contraria al Gobierno desde hace 10 años.
Pero Maduro debe encarar los problemas del país con el lastre añadido de que la oposición no reconoce su legitimidad hasta que su victoria no sea refrendada por el recuento de los votos. El sistema electoral venezolano es electrónico, pero en el momento de sufragar se genera una papeleta que se guarda en una urna.
"Nosotros no vamos a reconocer un resultado hasta tanto no se cuente cada voto de los venezolanos", indicó Capriles en su primera declaración pública en la noche del domingo.
Maduro está de acuerdo con que se haga el recuento, pero ha anunciado que tomará juramento el próximo viernes y parece improbable que para esa fecha se haya producido ese recuento.
Además, el Consejo Nacional Electoral (CNE) debe aprobar ese recuento aunque ya audita el 54 % de los votos como regla.
"La gobernabilidad del presidente Maduro se ve muy duramente comprometida, es un triunfo muy pobre y ahora cuestionado", indicó León.
Protestas y cacerolazo
Miles de opositores manifestaron ayer su rechazo a la proclamación de Maduro como ganador de las elecciones, con manifestaciones y un cacerolazo en Caracas.
En la Plaza de Altamira, en el tradicionalmente opositor municipio caraqueño de Chacao, cientos de personas se congregaron para reclamar el recuento de los votos y defender las aspiraciones del candidato opositor, Henrique Capriles, quien ha afirmado que no va a reconocer los resultados hasta que no se contabilicen de nuevo las papeletas.
"El pueblo unido, jamás será vencido", "Fraude" o "se va a caer, este gobierno va a caer" fueron algunas de las consignas que gritaron los opositores.
A la misma hora en diferentes puntos de Caracas se oyó un cacerolazo en rechazo a la proclamación presidencial de Maduro.
Capriles llamó ayer al Consejo Nacional Electoral a suspender el acto de proclamación de Maduro hasta que se hiciera un recuento de las papeletas, pero el ente no lo hizo y lo declaró triunfador en una ceremonia en su sede en Caracas.
"Si corre cobardemente a proclamarse, usted es un presidente ilegítimo, así se lo anuncio a Venezuela y al mundo (...) ilegítimo, espurio", dijo Capriles en una declaración pública dirigiéndose a Maduro.
El CNE informó que con el escrutinio en el 98,7 %, Maduro obtuvo un 50,75 % de los votos mientras que Capriles obtuvo el 48,98 %, una diferencia de sólo 262.473 votos.
Reacciones
*El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, respaldó ayer la petición de efectuar un recuento exhaustivo de los votos emitidos en las elecciones presidenciales de Venezuela y ofreció la ayuda del organismo para llevarlo a cabo.
*El Gobierno de Estados Unidos consideró ayer "necesario" y "prudente" el recuento de los votos emitidos en las elecciones presidenciales de Venezuela, dado el resultado "extremadamente reñido".
*A través de un comunicado, la Cancillería de Colombia reconoció a Nicolás Maduro como nuevo Presidente de Venezuela. Así mismo, hizo un llamado para que se respeten los resultados emitidos por los órganos responsables en ese país.
Promete cumplir el legado de Chávez
Caracas. El presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, prometió ayer cumplir con el legado del fallecido mandatario Hugo Chávez y advirtió de que hay un intento de desconocer las instituciones y vulnerar el deseo de la mayoría del pueblo venezolano.
"Yo soy hijo de Chávez, soy chavista, soy el primer presidente chavista después de Hugo Chávez Frías y voy a cumplir plenamente su legado de proteger a los humildes, a los pobres, de proteger a la patria, de cuidar la independencia, de cuidar la patria de construir el socialismo", indicó Maduro.
Tras ser proclamado ganador de los comicios del domingo, Maduro señaló que "mayoría es mayoría y debe respetarse".
"Quien pretenda vulnerar la mayoría en democracia lo que está es dando o llamando a un golpe de Estado; en Venezuela está en camino la preparación de un intento de desconocimiento de las instituciones democráticas", indicó Maduro tras ser proclamado ganador de las elecciones presidenciales del domingo.
Maduro llamó al pueblo, a la Fuerza Armada (FANB) y a las instituciones a permanecer unidos.
Acusó a la oposición de tener "una sobredosis de prepotencia", de odio y de venganza, y pidió a la "firmeza de todas las instituciones".
Anoche, Maduro responsabilizó a Capriles del incendio de dos sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y llamó a la población a defender la paz en la calle.
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