EFE | LA PATRIA | Washington
La Administración del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, reintegró este lunes a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, de la que había sido retirada en 2015 por el Gobierno de Barack Obama (2009-2017), durante el "deshielo" de la relación bilateral.
Nueve días antes de que Trump abandone la Casa Blanca, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dio a conocer la decisión que puede potencialmente complicar las posibilidades de que el mandatario entrante, Joe Biden, reanude rápidamente los acercamientos con La Habana.
“Con esta acción, una vez más haremos responsable al Gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de los Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y a la subversión de la justicia estadounidense”, indicó Pompeo en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense justificó el retorno de la isla a la lista “por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas”.
Y defendió que “la Administración de Trump se ha centrado desde el principio en negar al régimen de los Castro los recursos que utiliza para oprimir a su pueblo en casa, y contrarrestar su interferencia maligna en Venezuela y en el resto del hemisferio occidental”.
Pompeo acusó al Gobierno cubano de haber “alimentado, alojado y brindado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras muchos cubanos pasan hambre, no tienen hogar y no tienen medicinas básicas”.
En específico, aludió a la negativa de La Habana a extraditar a diez líderes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a la isla para mantener negociaciones con el Gobierno colombiano y han sido requeridos por ese país después de que el grupo se atribuyera la responsabilidad en un atentado contra una escuela de la Policía en Bogotá, que causó 22 muertos y más de 87 heridos.
“Cuba también alberga a varios fugitivos estadounidenses buscados por la justicia o condenados por cargos de violencia política”, agregó el secretario de Estado, quien apuntó que la isla regresó a la lista “después de haber roto su compromiso de dejar de apoyar el terrorismo”.
También acusó a Cuba de haberse involucrado “en una serie de comportamientos malignos en toda la región”, al apuntar que su aparato de inteligencia y seguridad “se ha infiltrado en las fuerzas militares y de seguridad de Venezuela” y ha ayudado al presidente de ese país, Nicolás Maduro, a “mantener su dominio sobre su pueblo”, al tiempo que ha apoyado a disidentes de las FARC y el ELN
La inclusión de un país en la lista negra de terrorismo implica trabas al comercio y más sanciones, pero sobre Cuba ya pesan todas esas restricciones debido al embargo comercial y financiero.
De allí que la medida de hoy buscará sancionar a “personas y países que se dedican a cierto comercio con Cuba, restringe la ayuda exterior de EE.UU., prohíbe las exportaciones y ventas de defensa e impone ciertos controles a las exportaciones de artículos de doble uso”, en un momento de profunda crisis económica para los cubanos.
Tras su llegada al poder, Trump frenó el proceso de normalización de relaciones con la isla iniciado en 2014 por Obama, de quien Biden fue vicepresidente.
El pasado 30 de noviembre, el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, denunció una supuesta "maniobra" de Estados Unidos para devolver a Cuba a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, con la que consideró busca "complacer a la minoría anticubana en la Florida".
Rodríguez indicó entonces en su cuenta de Twitter que Estados Unidos "garantiza refugio e impunidad a grupos terroristas que actúan contra Cuba desde su territorio".
En mayo pasado, Washington dio un paso en esta dirección con la inclusión de Cuba en la lista de países que "no cooperan completamente" con los esfuerzos antiterroristas de EE.UU., de la que también forman parte Venezuela, Irán, Corea del Norte y Siria.
El Gobierno cubano replicó entonces que es su país el que es "víctima" del terrorismo con la complicidad de EE.UU., en referencia a los diversos ataques (desde secuestro de aeronaves hasta planes de asesinato de dirigentes) atribuidos a grupos anticastristas en las últimas seis décadas, principalmente durante la Guerra Fría.
Hipócrita
El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, calificó de "hipócrita y cínica" la decisión de la Administración saliente de EE.UU. de reincorporar a Cuba a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo de la que había sido retirada en 2015 por el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).
"Condenamos la hipócrita y cínica calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, anunciada por EEUU", escribió el canciller en su cuenta de Twitter.
Rodríguez agregó que el "oportunismo político" de esta acción "es reconocido por todo el que tenga una preocupación honesta ante el flagelo del terrorismo y sus víctimas".
La nueva medida, adoptada a nueve días de finalizar el mandato del presidente Donald Trump, puede complicar los posibles planes del mandatario entrante, Joe Biden, de retomar el proceso de normalización iniciado por Obama en 2014 y frenado desde 2017 por su sucesor.
El reingreso en la lista de patrocinadores del terrorismo no ha tomado por sorpresa al Gobierno cubano, que el pasado 30 de enero ya había denunciado una "maniobra" de EE.UU. en este sentido con el fin de "complacer a la minoría anticubana en la Florida", según dijo entonces el ministro de Exteriores.
Cuatro años de sanciones
Cuba ingresó en la lista de países patrocinadores del terrorismo en 1982 y salió en mayo del 2015, en pleno proceso de la normalización de las relaciones bilaterales con el país vecino luego de casi seis décadas de tensiones y desencuentros.
Pero la llegada de Trump a la Casa Blanca abrió una nueva etapa de tensiones entre La Habana y Washington que llevo las relaciones a los niveles más bajos.
Las restricciones impuestas al país caribeño por el gobierno del republicano durante sus cuatro años en el poder sobre sectores estratégicos de Cuba han deteriorado la ya maltrecha economía cubana, que atraviesa su peor crisis en tres décadas.
De hecho, las sanciones asociadas a la inclusión de un país en la lista negra de terrorismo ya pesaban sobre Cuba debido al embargo comercial y financiero que EE.UU. mantiene desde hace seis décadas sobre la isla.
El presidente electo Joe Biden ha prometido descongelar el proceso de acercamiento a la isla impulsado por Obama y revertir -aún no se ha precisado si en parte o en su totalidad- las sanciones impuestas por Trump sobre la nación caribeña.
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