PEDRO ALONSO
EFE | LA PATRIA | NAIROBI
El nombre de Álex Saab, supuesto testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dio la vuelta al mundo el 12 de junio del 2020, cuando fue arrestado, por sorpresa, mientras su avión hacía escala en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral de Cabo Verde, tras una solicitud de EE.UU. cursada a través de Interpol por presunto blanqueo de dinero.
Saab, de 49 años, respondió una entrevista hecha con cuestionario remitido por escrito desde su cautiverio en la isla caboverdiana de Sal, donde solo tiene acceso telefónico a su familia y sus abogados.
El Gobierno y una corte del país africano han aprobado la entrega del supuesto testaferro, nombrado por Venezuela "enviado especial" y "representante permanente adjunto" ante la Unión Africana, si bien éste ha apelado ante el Supremo Tribunal de Justicia de Cabo Verde.
Con todo, el empresario deposita sus esperanzas en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, que este mes debe pronunciase sobre su extradición y que ya a finales del 2020 falló a favor de su arresto domiciliario, que las autoridades caboverdianas acataron a regañadientes.
Saab empezó su carrera en Barranquilla vendiendo llaveros de promoción y hoy guarda relación con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de tapar los sobrecostos del programa CLAP del Gobierno de Maduro para suministrar alimentos a los desfavorecidos.
¿Cómo empezó usted a trabajar con el Gobierno de Maduro?
Conocí al presidente Maduro cuando era ministro de Asuntos Exteriores con el presidente Chávez. Comencé a trabajar con departamentos de la República Bolivariana de Venezuela durante la época del presidente Chávez. A partir de la construcción en 2011 de un proyecto de viviendas sociales, he podido demostrar que puedo entregar proyectos importantes a tiempo y dentro del presupuesto (...). La experiencia que adquirí mientras gestionaba y organizaba la logística que implicaba el contrato de viviendas sociales fue reconocida por el Gobierno de Maduro y se nos adjudicó nuestro primer contrato para convertirnos en proveedores del programa de alimentos de bienestar social del Gobierno en 2015.
La exfiscal venezolana Luisa Ortega Díaz le acusó a usted en 2017 de ser un presunto "testaferro" de Maduro. ¿Qué tiene que decir al respecto?
Siempre es triste que quien se ha beneficiado tanto de un país, como la exfiscal, se vuelva ahora contra ese mismo país por lo que solo puedo suponer un error de cálculo político. Es una persona irrelevante y cada vez más busca hacer afirmaciones sin fundamento solo para mantenerse en el candelero.
EE.UU también alega que usted es "testaferro" de Maduro y le acusa de haber lavado junto a su socio, Álvaro Pulido, hasta 350 millones de dólares. ¿Qué responde ante esa recriminación?
Desde mi imputación y designación en julio del 2019, EE.UU. no ha presentado ni una sola prueba que sustente las acusaciones que se han hecho. Ni una sola. Las únicas pruebas consisten en insinuaciones y medias verdades que provienen de testigos desacreditados que recibieron a cambio la ciudadanía estadounidense (...). En cuanto a la cifra de 350 millones de dólares, mi equipo de defensa ha reunido una poderosa refutación de las acusaciones y sé que, si llega el momento, podremos desestimarlas con contundencia.
¿Cree usted que la demanda de extradición es un ajuste de cuentas de EE.UU. con Maduro?
El hecho es que Cabo Verde no podía ni debía detenerme. Yo era (y sigo siendo) un Enviado Especial de la República Bolivariana que realizaba una Misión Especial humanitaria para adquirir alimentos básicos, medicinas y equipos médicos muy necesarios para el pueblo de Venezuela. Por lo tanto, gozaba de inmunidad e inviolabilidad, tal y como establecen las leyes centenarias que rigen la circulación de los diplomáticos y agentes políticos.
Mi detención ilegal tiene una motivación totalmente política, y es patético que el Gobierno de Cabo Verde haya doblado la rodilla ante la voluntad política de EE.UU. en lugar de preservar su propia dignidad y negarse a participar en esta farsa de extralimitación judicial por motivos políticos.
El Gobierno de Trump solicitó su arresto. ¿Qué espera de la Administración de Biden?
El presidente Biden ha anunciado que "¡América ha vuelto!". Que Estados Unidos está preparado para volver a ocupar su asiento en la mesa de las naciones que respetan el Estado de derecho y sus obligaciones internacionales. Los hechos hablan más que las palabras, así que solo puedo esperar que los hechos del presidente Biden estén a la altura de sus palabras.
De aprobar Cabo Verde finalmente a su extradición a EEUU, ¿estaría dispuesto a colaborar con la Justicia estadounidense?
No, no colaboraría con Estados Unidos. Sin embargo, permítame ser muy claro. No he cometido ningún delito. Mis abogados y yo lucharemos, si es necesario, en todos los tribunales para demostrarlo con todo el apoyo de Venezuela. El único culpable aquí es EE.UU,, que ha orquestado una campaña de hegemonía política contra Venezuela.
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