EFE | LAPATRIA | LAPAZ
Entre gritos que apenas dejaban escuchar lo que se estaba votando, e incluso insultos entre compañeros de partido, por fin fue aceptada ayer la carta con la que Evo Morales dijo adiós al poder, tras casi 14 años al frente de Bolivia.
Morales presentó al Parlamento boliviano el 11 de noviembre de 2019 una carta en la que renunciaba, denunciando que era forzado por un golpe de Estado para derrocarlo, pues tenía mandato hasta mañana, 22 de enero de 2020.
Según algunos analistas, lo aprobado corre el riesgo de tener consecuencias en los tribunales, si Morales argumenta que es presidente hasta hoy y que no puede ser juzgado por la Justicia ordinaria como pretende el Gobierno interino de Jeanine Áñez.
No se entendía
La presidenta del Senado, Eva Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS), partido de Morales, instaló la sesión de la Asamblea Legislativa boliviana, casi dos horas después del horario fijado.
Después de pasar lista de los miembros de la Cámara Alta y la Cámara de Diputados, la bancada mayoritaria del MAS aceptó tratar las cartas de renuncia que presentaron Morales y el exvicepresidente Álvaro García Linera.
Los legisladores de Unidad Demócrata (UD), partido de la presidenta interina Jeanine Áñez, pidieron recurrentemente la palabra a Copa, que presidía la sesión, aunque no hizo caso a los pedidos que reclamaban el derecho a hablar.
Los gritos, golpes de mesa e invocaciones al reglamento no sirvieron para que Copa permitiera que los detractores de Morales hablaran.
Tras esa primera fricción, un parlamentario comenzó a leer las cartas de renuncia, pero el griterío de unos y otros hacía imposible entender lo que se decía. Al final de cada texto, Copa pedía una votación que debían aceptar o negar. Varios del MAS levantaron las manos a favor y otros no lo hacían en franco rechazo a esa postura, mientras los afines a la presidenta Áñez no cesaban de gritar. "¡Es extemporáneo, es extemporáneo!", decía a gritos la diputada de UD Lourdes Millares, cuya voz se desvanecía entre los otros alaridos y la potencia del sonido que daba únicamente la palabra a miembros de la directiva parlamentaria.
Consecuencias
la diputada de UD Lourdes Millares sostuvo que la aceptación de la carta de Morales es parte de una estrategia jurídica para librarlo de las acusaciones por sedición y terrorismo, dando paso a un juicio de responsabilidades que corresponde a un mandatario. Evo Morales ha insistido en que legalmente seguía siendo presidente hasta este miércoles 22 de enero.
El Ejecutivo interino de Áñez sostiene que dejó el sillón presidencial desde que salió del país hace unos dos meses, primero a México y ahora a Argentina, y que deberá responder a la Justicia ordinaria sin privilegios.
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