En Ecuador prevén el triunfo de la continuidad

LA PATRIA | MANIZALES*

"Dalo por hecho, Rafael Correa gana". La frase es del caldense Adrián Cárdenas, que vive en Quito, refiriéndose a las elecciones de hoy en Ecuador. A pesar de que considera que los comicios están muy reñidos, ha notado que para la gente en la calle ya hay un ganador: el actual presidente, que pretende continuar como timonel del país vecino en un tercer mandato.

La colombiana Verónica Coral cree, junto con los pronósticos de las encuestas, que la acogida del mandatario es tal que no habrá segunda vuelta. Puntualiza: "La mayoría prefiere a Correa porque considera que le da estabilidad al país y que el estudio para jóvenes como yo es de mejor calidad".

El caldense Cárdenas, por su parte, opina que a los extranjeros les da lo mismo quién gane, pues de igual manera a los de afuera les toca comprar una visa de trabajo por un año. Destaca, no obstante, que gracias a Correa es que las fronteras están abiertas, contrario a lo que ocurriría, por ejemplo, con Lucio Gutiérrez, expresidente que quiere repetir, pues promete cerrarlas.

A los dos candidatos mencionados se les suman en la contienda el exbanquero Guillermo Lasso, que ocupa el segundo lugar en todas las encuestas, aunque lejos de Correa; el izquierdista Alberto Acosta, el magnate bananero Álvaro Noboa, el pastor evangélico Nelson Zavala y los independientes Norman Wray y Mauricio Rodas.

Un presidente fortalecido
Los analistas consideran que la elección de hoy es histórica porque será la primera, desde 1996, que se adelante con un gobernante que terminó su mandato de cuatro años. Antes de Correa el país vivió una convulsa década que se manifestaba con la frecuente salida intempestiva del mandatario de turno.

Rafael Correa, seis años después de su llegada al cargo, se ha convertido en un rostro ineludible en Ecuador, por la ubicua publicidad oficial, por su capacidad para determinar la agenda política del país y por una presencia incesante en los medios de comunicación, que podría sorprender en alguien que los critica tanto.

El profesor colombiano Alexander Emilio Madrigal, internacionalista formado en Ecuador, explica el éxito del mandatario, en buena parte, a la aplicación de políticas socialistas nunca antes vistas en el vecino país, que "presentan notables resultados en desmarginalización de sectores históricamente excluidos y de reducción de la brecha social, aprovechando la bonanza económica gracias a los altos precios del petróleo".

El mandatario, de 49 años, ha cimentado su popularidad mediante un aumento del gasto y la inversión pública en carreteras, salud y educación, así como subidas del salario mínimo y de una ayuda económica para los más pobres, cerca de dos millones de personas (un 13 % de la población).

Ha financiado la expansión del Estado no solo gracias a los altos precios del petróleo, sino a una recaudación tributaria récord y a préstamos de China y de organismos multilaterales, puesto que Ecuador no ha intentado volver a los mercados internacionales tras una suspensión de pagos parcial de la deuda externa en 2008, al considerar él que se trataba de una deuda ilegítima.

Las principales organizaciones indígenas y una parte de la izquierda le han dado la espalda en este trasegar, desencantados por el entusiasmo del mandatario por las explotaciones petroleras y mineras. Al mismo tiempo, sin embargo, Correa ha ampliado su base de apoyo a una parte del electorado de centro.

Desde el otro bando
La oposición señala al presidente de amasar un poder excesivo debido a que ha colocado en otras funciones del Estado a personas afines, en particular en el sistema judicial. También lo han dejado mal parado frente a algunos sectores, entre ellos la comunidad internacional, sus constantes críticas a la prensa, sobre todo la privada, a la que no baja de corrupta, e incluso ha impulsado vetos a los que ha llegado por medio de litigios en los tribunales.

Su contendor más cercano, a pesar de estar muy por debajo en las encuestas, es el exbanquero Guillermo Lasso, de 57 años, un hombre que ascendió de la clase media gracias a su trabajo en empresas del sector financiero. Fue a los 34 años gerente general del Banco de Guayaquil, y cinco años después, su presidente ejecutivo, cuando se transformó en el segundo mayor banco del país. Es miembro del Opus Dei y se declara católico. Hoy es el líder del movimiento Creando Oportunidades (Creo), y prefiere situarse en el centro, aunque ha recibido el apoyo de grupos de derecha.

El remoquete de banquero, no obstante, cae mal entre algunos sectores populares y ha sido aprovechado por sus opositores, sobre todo porque tras la crisis financiera del 99 el Estado tuvo que salir a rescatar a los bancos.

Lasso propone combatir la pobreza a través de la generación de empleo, y liberar a la población de impuestos como la tasa a la salida de capitales implantada por el actual gobernante y que, en su opinión, pagan todos los ecuatorianos cuando compran productos importados y no solo quienes envían dinero al exterior.

También pretende diversificar la economía para que dependa menos del petróleo, y apoyar más a los pequeños y medianos empresarios. Para el desarrollo de la economía, su programa de gobierno le da menos peso al Estado que la administración de Correa, y más campo a la inversión privada.

En el ámbito externo aboga por "más Ecuador en el mundo, más mundo en el Ecuador", con lo que resume su intención de tener mayores contactos internacionales y firmar tratados de libre comercio con países como Estados Unidos.

Lasso le apuesta a una segunda vuelta, pero esa intención parece estar en riesgo ante la ventaja de Correa en las encuestas. En todas, el mandatario marca entre el 48 % y el 62 %, mientras que el banquero oscila entre el 9% y el 13 %, siendo en todas segundo. La ley ecuatoriana establece que un candidato ganará la Presidencia si obtiene la mayoría absoluta de votos (la mitad más uno), o si alcanza el 40 % con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo. Y es esto lo previsible si, como suele decirse, nada extraordinario ocurre.

Después de la victoria, ¿qué?
El profesor Madrigal considera que después de la previsible victoria de Correa solo cabe esperar la radicalización de sus posturas y políticas. “Se espera que el gobierno profundice las medidas quizás con más severas intervenciones sobre el sector privado”, afirma el experto, “presentándose una mayor polarización y confrontación con la oposición, que, si actúa inteligentemente, podría sacar ventaja de la dificultad de los retos del nuevo periodo presidencial en relación con el manejo del coletazo de la crisis económica, los esperados efectos de la disminución de las remesas procedentes de Europa y de la eventual caída de los precios del petróleo”.

De hecho, el presidente ha prometido cambiar las que llama "estructuras burguesas de poder", una declaración apropiada para un hombre que suele terminar sus intervenciones con las palabras del Che Guevara: "Hasta la victoria, siempre".

En lo que a Colombia se refiere, Madrigal prevé que se mantendrán las relaciones tranquilas, restablecidas desde que Juan Manuel Santos llegó al poder en el segundo semestre del 2010.

Temas que influyen

Aborto y matrimonio gay
Correa, Acosta y Wray (los tres de izquierda) han defendido, cada uno con matices, el aborto terapéutico y en ciertos casos de violación, así como el matrimonio gay. Son dos posiciones que no aceptan los otros cinco, que dicen "defender la vida" desde su concepción.

Economía
*Alberto Acosta ha sido radical en la oposición a la minería a gran escala que ha abierto el Gobierno de Correa, del que otrora fue aliado político.
*Lasso, Gutiérrez y Noboa prometen reducir impuestos e incentivar la inversión extranjera para fortalecer la economía y el comercio. Critican a Correa por haberse salido de la órbita de Washington y privilegiar relaciones con países como Venezuela e Irán. Coinciden en que recuperarán la relación con Estados Unidos y firmarán con ese país acuerdos de libre comercio.

¿Qué más eligen los ecuatorianos?
Las elecciones de Ecuador hoy, en las que pueden votar 11,6 millones de ciudadanos, también están programadas para elegir 137 legisladores de la Asamblea Nacional (equivalente al Congreso colombiano) y cinco representantes del país en el Parlamento Andino. Se prevé que Alianza País, partido del presidente Rafael Correa, también se imponga en estos comicios.

*Con información de la Agencia Efe.