En Brasil niegan nexo entre protestas y caída de popularidad

EFE | LA PATRIA | Brasilia

El ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, descartó ayer que las protestas que sacuden a Brasil desde la semana pasada hayan provocado la fuerte caída en la popularidad de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, medida por un sondeo divulgado ayer.

"No veo ninguna relación de causa y efecto entre la evaluación (de la presidenta) y las manifestaciones", afirmó Cardozo en declaraciones a periodistas al ser interrogado sobre si el descontento que desató las protestas también deterioró la imagen de la mandataria.

"Las manifestaciones tienen su contenido, su razón de ser. Y nos corresponde a nosotros, gobernantes, escuchar y reflexionar sobre lo que está ocurriendo y posicionarnos ante esas manifestaciones", afirmó el ministro, de los colaboradores más cercanos de la jefe de Estado, de quien es correligionario en el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

Según un sondeo divulgado ayer por el Instituto Ibope y encomendado por la patronal Confederación Nacional de la Industria (CNI), el apoyo popular al Gobierno de Rousseff cayó 8 puntos porcentuales en los últimos tres meses, desde el 63 % en marzo hasta el 55 % en junio.

De la misma forma, la aprobación personal de la mandataria cayó desde el 79 % hasta el 71 % en el mismo período.

La encuesta fue realizada entre los pasados 8 y 11 de junio, por lo cual no llegó a medir el impacto de las protestas generalizadas que han estallado en el país debido a un alza del precio de las tarifas del transporte.

Pese a que las primeras protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo exclusivamente contra el aumento de las tarifas de transporte público, las manifestaciones se extendieron a todo el país y terminaron reflejando una insatisfacción generalizada que al parecer estaba reprimida.

Los manifestantes que han marchado por una veintena de ciudades en los últimos días protestan contra el alto costo de la vida, la corrupción, el despilfarro de recursos públicos y la falta de inversión en la salud y la educación pública, entre otros motivos.

"La situación medida por el sondeo es episódica, provocada por situaciones muy puntuales y coyunturales", afirmó Cardozo al descartar que la caída de la popularidad de la mandataria también refleje esa supuesta insatisfacción generalizada.

"El índice de aprobación del Gobierno continúa muy alto. No me gusta comentar encuestas porque ellas son retratos de momentos que se alteran", agregó.