LA PATRIA | MANIZALES *
La cruzada yihadista en Europa tomó por sorpresa a dos manizaleños. Carlos Felipe Duque Gómez y Mauricio Villegas, ambos empleados de Skinco (Colombit), estaban ayer en el aeropuerto internacional de Zaventem a la espera de abordar el avión que los llevaría a Bogotá, luego de culminar un congreso sobre construcción.
Eran las 7:00 de la mañana en Bruselas (1:00 de la mañana en Colombia) cuando dos yihadistas detonaron dos bombas, una cerca de las instalaciones de la compañía Brussels Airlines y otra en las proximidades de la recepción de American Airlines, que causaron 14 muertos y 100 heridos, tras lo que se escucharon otras detonaciones debidas a la acción de los técnicos en el manejo de explosivos para neutralizar un tercer artefacto.
Poco después, se registró una explosión en la estación de metro de Maalbeek, en el barrio donde se encuentran la mayor parte de las sedes de las instituciones europeas, que provocó 20 víctimas mortales y otros 100 heridos.
Tres horas y 30 minutos después sonó el teléfono de Hilda Vélez. Al otro lado de la línea estaba su esposo Carlos Felipe: "Tranquila estoy bien, me están revisando las heridas". Fueron las únicas palabras que el manizaleño le dijo por teléfono a su esposa a las 4:30 de la madrugada, luego de que en el hospital donde lo tenían le facilitaron comunicarse con ella.
Carlos Felipe, de 42 años, tiene dos niñas de 3 y 6 años con Hilda, y reside en Bogotá. Es el mayor de los tres hijos de Beatriz y Fernando, estudio ingeniería civil en la Universidad Nacional de Manizales y trabaja hace 10 años en Skinco (Colombit).
La única persona que reside en Manizales es su progenitora, pero en este momento está en la capital del país.
"A pesar de las quemaduras que presenta en varias partes de su cuerpo, la que tiene en el rostro es la más delicada. Sabemos hasta el momento que él y su compañero estaban haciendo el Check In cuando las explosiones. Nos dicen que está estable, estamos todos reunidos y a la espera de que se vuelvan a comunicar con nosotros y que podamos tener contacto con él", dijo Juan David, hermano.
De Mauricio se supo que tiene 53 años, es arquitecto, se desempeña como gerente comercial de Colombit y está también recibiendo asistencia médica.
"Sabemos que lo tienen en un hospital Militar, está consciente, estable y le van a hacer una cirugía de tórax. Pudimos hablar con el médico que los está atendiendo. Luego de cumplir con su trabajo aprovechó el fin de semana para descansar y conocer algunas ciudades", le dijo Laura Villegas, hija de Mauricio, a El Tiempo.
En Colombit manifestaron que no tienen mayor información por protocolos médicos y de seguridad.
"Desde la empresa estamos muy consternados y lamentamos profundamente esos hechos reprochables. Sabemos que los están atendiendo en las clínicas que destinaron para estos fines. El gerente ha permanecido en contacto con todas las familias de ellos y estamos a la espera de conocer el diagnóstico de su estado de salud", expresó Andrés Hoyos, vocero de Colombit.
Estado Islámico
Mientras el Estado Islámico (EI) asumía la autoría de los ataques, sucedían interrogatorios y pesquisas en diversos puntos del país en busca de un hombre que se sospecha pudo ser el tercer terrorista del comando que atentó en el aeropuerto internacional de Zaventem.
Y es que, según el fiscal general belga, Frédéric Van Leeuw, hay imágenes con tres hombres sospechosos de ser los autores del atentado, dos de los cuales probablemente cometieron un acto suicida y el tercero sería al que se está buscando.
El fiscal Van Leeuw consideró que es todavía demasiado pronto para establecer un vínculo formal con los atentados de París del pasado 13 de noviembre, con 130 fallecidos, aunque las acciones terroristas contra Bruselas se producen después de la detención el viernes de Salam Abdeslam por su vinculación con los ataques en la capital francesa.
El rey Felipe de los belgas aseguró en un mensaje a la nación que se responderá con "firmeza, calma y dignidad" y agregó: "Mantengamos la confianza en nosotros mismos, esta confianza es nuestra fuerza".
Reacciones
Ayer el terrorismo se cebó en el corazón de Europa, ya no sólo geográficamente, sino también porque en Bruselas se encuentran las sedes de las instituciones comunitarias.
Ejemplo de ello fue la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, que no pudo contener las lágrimas en Ammán al enterarse de lo ocurrido.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y los líderes de las instituciones comunitarias resaltaron su solidaridad con Bélgica y afirmaron su disposición a "luchar con todos los medios" en contra de la amenaza terrorista.
"Ha sido un ataque a nuestra sociedad demócrata abierta", aseguran los líderes europeos en un comunicado conjunto.
Mientras, la Fiscalía francesa ha abierto una investigación por asesinato y tentativa de asesinato debido a los atentados de Bruselas, en relación con una organización terrorista y asociación criminal de malhechores con fines terroristas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, urgió a la comunidad internacional a permanecer "unida" ante el terrorismo y prometió que su país hará "lo necesario" para llevar ante la justicia a los responsables.
Estados Unidos ofreció su apoyo a Bélgica -en nivel máximo de alerta terrorista- para la investigación de estas acciones, y el Reino Unido anunció que enviará un equipo de policías especializados para cooperar en las pesquisas.
Los atentados han perturbado el transporte en Europa, el cual también se verá afectado en los próximos días.
Así, el aeropuerto de Zaventem permanecerá cerrado al menos hasta mañana después de que 500 vuelos fueron cancelados y desviados en su mayor parte hacia los regionales de Lieja y Charleroi, así como a otros internacionales cercanos, como el de Maastricht (Holanda) o el de Lille (Francia).
*Con información de EFE
Así operaron
Los yihadistas llegaron en taxi al aeropuerto bruselense de Zaventemy. En maletas transportaban los artefactos explosivos. Las depositaron en un carrito y las dos primeras bombas explotaron. La tercera fue puesta en una bolsa de viaje encima del carrito, pero el presunto terrorista debió entrar en pánico, porque no la hizo detonar.
El taxista que los llevó al aeropuerto les contó a las autoridades que le extrañó que no lo dejaron ayudar con el equipaje. Los tres hombres pidieron un coche grande y se enojaron cuando llegó uno pequeño, en el que no cabían cinco maletas, según el relato del taxista.
Ello hace pensar que su intención era poner más carga explosiva en el aeropuerto de la que finalmente fueron capaces de llevar.
Después del ataque el taxista recordó a los tres sospechosos y llamó a la Policía, por lo que fue él, quien llevó a las fuerzas de seguridad a la dirección en la que los recogió en el distrito de Schaerbeek.
En un registro en una vivienda de Schaerbeek la Policía encontró un artefacto explosivo, productos químicos y una bandera del EI.
En la imagen que captó una cámara de vigilancia del aeropuerto se ve a tres hombres, cada uno empuja un carro de equipaje.
La foto muestra que dos de los hombres, vestidos de negro, llevan en la mano izquierda un solo guante, lo que sirvió para ocultar los detonadores de explosivos.
El tercero, vestido con una chaqueta blanca y que lleva un gorro negro, es buscado.
El fiscal federal de Bélgica, Frédéric Van Leeuw, dijo junto con el primer ministro, Charles Michel, que una de las dos explosiones ocurridas en el aeropuerto de Bruselas probablemente fue causada por un kamikaze.
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