Andrés Sánchez Braun
Efe | LA PATRIA | Tokio
Corea del Norte le recalcó ayer a la comunidad internacional con su quinta prueba atómica que su programa nuclear constituye un pilar innegociable que sustenta al régimen de Kim Jong-un.
La declaración de intenciones de Pyongyang resulta más tajante que en ensayos anteriores porque llega tras el conjunto de sanciones comerciales -las más contundentes hasta la fecha- que le impuso la ONU hace apenas seis meses como castigo por su prueba nuclear y de misiles de principios de año.
La de ayer constituye la enésima prueba de que Pyongyang se muestra indiferente a las sanciones, considera el arsenal atómico como garante total de la supervivencia del régimen y no está dispuesto a desviarse un ápice del curso que adoptó a finales de la década pasada, aún bajo el timón de Kim Jong-il, padre del actual líder.
Esto implica que no se sentará a negociar bajo la demanda de un compromiso previo para su desnuclearización, tal y como piden Washington, Seúl y Tokio, que paradójicamente hallan un argumento adicional para sus exigencias cada vez que Pyongyang hace estallar un artefacto atómico o dispara un proyectil balístico.
Más de lo mismo
Lo acontecido en Punggye-ri vuelve a cuestionar la verdadera efectividad de las resoluciones y las correspondientes sanciones promulgadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y sitúan el foco nuevamente en China, que como mayor socio comercial de Corea del Norte es el principal encargado del cumplimiento de estos castigos.
Expertos estadounidenses consultados por la agencia Yonhap como Victor Cha, exasesor de la administración Bush, creen que la condena verbal de la ONU y el resto de potencias resultarán "más de lo mismo" para Pyongyang y que harán falta acciones más contundentes que las adoptadas hasta ahora.
Cha incide además en que con esta prueba el programa nuclear norcoreano se vuelve a postular como uno de los problemas más acuciantes en materia de seguridad para el Gobierno que resulte de las elecciones de noviembre en Estados Unidos.
Sin embargo, con Pekín cada vez más distanciado de Washington y Seúl a cuenta del escudo antimisiles THAAD o sus actividades en el Mar de China, la opción de que la superpotencia asiática, con poder de veto en el Consejo de Seguridad, apoye sin trabas un grupo de medidas más severo se presenta cuanto menos complicada.
La última explosión envía otro rotundo mensaje al mundo en lo que respecta a los continuos avances del programa armamentístico norcoreano. No solo porque fue la detonación más potente lograda hasta ahora (unos 10 kilotones frente a los 7-9 de la prueba de enero de este año); sino porque los preparativos de la misma también se disimularon con relativo éxito.
Reacciones
* Barack Obama, presidente de EE.UU.
Estados Unidos condena este último test nuclear como una grave amenaza a la seguridad regional y la paz y estabilidad internacional. Nunca aceptaremos a Corea del Norte como un Estado nuclear
* Ban Ki-moon, secretario general de la ONU
Por quinta vez en los últimos años, Corea del Norte ha sido el único país que ha violado las leyes internacionales contra las pruebas nucleares. Urge fortalecer el régimen global para prohibir las pruebas nucleares.
* Han Min-koo, ministro de Defensa de Corea del Sur
Seúl da la bienvenida al rápido comunicado de denuncia del Consejo de Seguridad y continuará con sus esfuerzos diplomáticos para aplicar sus resoluciones en estrecha cooperación con la comunidad internacional.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015