El papa Francisco se dirigió ayer a 6.000 seminaristas y novicias reunidos en el Vaticano y en un discurso totalmente improvisado pidió que la Iglesia no siga la riqueza y los religiosos sean coherentes con su voto de pobreza.
"En este mundo en que las riquezas hacen tanto daño", dijo el pontífice, "los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia", afirmó.
El papa, que habló durante casi una hora a los seminaristas y novicios reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano con motivo de una iniciativa enmarcada en el Año de la Fe, aseguró que a los jóvenes les "asquea" ver a un cura o una monja que no es coherente.
El pontífice, como ya había recordado en otras ocasiones, aseguró que los religiosos, "como decía San Francisco, tienen que evangelizar primero con el ejemplo y luego con las palabras".
En su sermón, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos y las risas, Francisco reiteró en varias ocasiones la necesidad de la pobreza en la Iglesia y aseguró que le "duele cuando ve a una monja o un cura con el último modelo de coche".
"Yo sé que el coche es necesario porque hay que hacer mucho trabajo e ir de aquí a allá, pero es mejor un coche humilde si os viene la tentación de un buen coche, pensad a los niños que se mueren de hambre", agregó.
También abogó para que los futuros curas y monjas sean personas felices, y arrancó las risas de los presentes al explicar que "un religioso no puede tener cara "de guindilla en vinagreta".
Sobre el voto de castidad, el papa aseguró que "no termina en el momento del voto" y que los curas y monjas pueden ser "madres y padres pastorales, de una comunidad".
El papa también criticó la que llamó "actual cultura de lo provisional" y que hace decir: "Yo me caso hasta que dura el amor" o "seré monja sólo por unos años".
El papa también instó a los próximos curas y monjas a no hablar mal de los demás, de dejar al lado "los cotilleos" porque son "solo fruto de los celos y las envidias".
También les aconsejó que no "practiquen el deporte" de los curas más ancianos, el del lamentarse, y les dijo: "No sigáis a la diosa de la queja. Sed positivos, continuad la vida espiritual y ir a encontrar a las personas, sobre todo aquellos más desafortunados".
El papa termino pidiéndoles que recen por él, porque también es "un pobre pecador".
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015