Ignacio Ortega
Efe | LA PATRIA | Grabovo (Ucrania)
Un inmenso campo cercano a la localidad ucraniana de Grabovo, en Donetsk, es el dramático escenario donde permanecen desperdigados los restos metálicos del avión malasio que se estrelló el jueves junto a decenas de cadáveres de los casi 300 pasajeros que iban a bordo.
A unos 80 kilómetros de la capital regional, Donetsk, en el conflictivo este de Ucrania, un espectáculo dantesco se abre ante los ojos de los pocos periodistas que han llegado al lugar del suceso después de pasar una decena de puestos de control de los rebeldes prorrusos.
Estos custodian la zona del desastre y vigilan a los periodistas que hacen su trabajo entre los restos de la tragedia.
Un gran fragmento del fuselaje del avión deja ver claramente el emblema de la compañía aérea Malaysian Airlines, cuyo vuelo MH17, que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur, se estrelló derribado supuestamente por un misil tierra-aire, de cuyo disparo Occidente acusa a los insurgentes apoyados por Rusia.
Otros trozos más pequeños del aparato están diseminados en una amplia zona, y entre ellos aparecen también numerosos cuerpos de hombres y mujeres que viajaban en el fatídico vuelo.
¿Provocación?
Los equipos de rescate acarrean sin cesar camillas en los que trasladan cadáveres en una amplia área de una decena de kilómetros cuadrados.
Entre las víctimas hay seis delegados de la conferencia internacional sobre el Sida, que comienza hoy en Melbourne (Australia).
Un comandante rebelde cuyo mote de guerra es "Ugrumin" dice que no es cierto que ellos dispararan el misil que derribó el aparato malasio cuando volaba a más de 10.000 metros de altura.
En la zona del desastre no hay disparos a pesar de encontrarse en una de las regiones separatistas donde se enfrentan los insurgentes prorrusos con el Ejército ucraniano desde abril pasado.
Aunque no se llegó a un alto el fuego entre las partes, de hecho rige una especie de tregua desde que tuvo lugar el dramático suceso.
Además, según informó el Servicio de Seguridad ucraniano desde Kiev, los rebeldes se han comprometido a permitir los trabajos de rescate de las víctimas en un radio de 20 kilómetros.
Así lo acordó el llamado Grupo de Contacto, formado por representantes de Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperacoón en Europa (OSCE) en una videoconferencia celebrada anoche con los prorrusos desde Kiev.
Investigaciones
La canciller alemana, Angela Merkel, abordó con el presidente ruso, Vladímir Putin, la necesidad de garantizar una investigación independiente en el lugar donde cayó el avión malasio, al tiempo que le apremiaba a ejercer su influencia sobre los separatistas prorrusos del este Ucrania.
Además, Putin coincidió con Merkel en la necesidad de que se reúna lo antes posible el grupo de contacto internacional -integrado por Ucrania, Rusia y representantes de la OSCE- para negociar un alto el fuego.
Según el viceportavoz del Gobierno de Berlín, Georg Streiter, la canciller apremió de nuevo al presidente ruso a ejercer su influencia sobre los separatistas prorrusos para posibilitar la investigación y el esclarecimiento de la catástrofe, así como el rescate de los cuerpos de las víctimas.
La conversación telefónica sigue a la mantenida la noche pasada entre la canciller y el presidente estadounidense, Barack Obama, en la que según la Casa Blanca ambos subrayaron la necesidad de que las pruebas del avión siniestrado en Ucrania permanezcan "intactas".
Numerosos países y el Consejo de Seguridad de la ONU también exigieron que se lleve a cabo una investigación independiente para aclarar las causas del siniestro y pidieron que los prorrusos permitan el acceso a la zona de la tragedia.
Sin embargo, el Gobierno de Ucrania denunció que los rebeldes se han llevado 38 cuerpos de los fallecidos en el siniestro.
Kiev también acusó Rusia de ayudar a los separatistas "a destruir las pruebas de un crimen internacional".
Lanzamisiles "Buk", pudo alcanzar al MH17 en 10 segundos
El sistema de lanzamisiles "Buk", conocido como SA-11 Gadfly en la terminología de la OTAN, es un complejo radar móvil con misiles guiados de la época soviética capaz de derribar un avión en pocos segundos después de dada la orden.
Los servicios de inteligencia estadounidenses apuntan al lanzamisiles tierra-aire "Buk" como el probable responsable del derribo del vuelo MH17, que se desplomó desde los 10.000 metros de altura, cuando las 298 personas que viajaban a bordo ya habían alcanzado la confortable ruta de crucero.
El "Buk" es una lanzadera rodante que lleva un radar incorporado para detectar y abatir misiles o aviones enemigos con el lanzamiento de proyectiles que superan en tres veces la velocidad del sonido, por lo que el vuelo de Malaysia Airlines habría sido alcanzado unos 10 segundos después de dada la orden de disparo.
El "Buk" puede estar acompañado de otro radar móvil adicional para aumentar la precisión y reconocer con más claridad el tipo de aeronave susceptible de ser abatida, así como de un comando central de comunicaciones y un proveedor de nuevos misiles.
Los misiles que lanza el "Buk" destruyen su objetivo no con impacto directo, sino con explosión de proximidad, lo que podría explicar por qué el B-777 de Malaysia Airlines no se desintegró totalmente en el aire y esparció sobre los campos del este de Ucrania grandes trozos del aparato.
Poroshenko pedirá que se califique como terroristas a sublevados prorrusos
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció que prepara demandas judiciales para que las organizaciones separatistas prorrusas de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk sean calificadas como terroristas.
Poroshenko se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores holandés, Frans Timmermans, que llegó a Ucrania para ayudar a que los cuerpos de los 192 holandeses que fallecieron en el avión malasio sean repatriados lo antes posible a su país.
El jefe de la diplomacia holandesa aseguró que su país "no descansará hasta que los culpables" del presunto derribo del Boeing 777 malasio en el este de Ucrania controlado por los prorrusos "comparezcan ante la Justicia".
"Y no me refiero sólo a los que apretaron el gatillo, sino también a los que lo hicieron posible. Creo que la comunidad internacional debe unirse por esta razón", aseveró Timmermans en aparente alusión a Rusia, acusada de participar de forma indirecta en la catástrofe tanto por Kiev como por Estados Unidos.
Entre tanto, el jefe del Pentágono, Chuck Hagel, expresó que los rusos son "los grandes perdedores" tras el presunto derribo del avión y Moscú está más aislado que nunca.
"El misil tierra-aire tuvo que venir de Rusia, la instrucción para operarlo muy probablemente provino de Rusia", afirmó el funcionario.
Aunque no está claro si el gobierno de Rusia supo de antemano acerca del uso del misil "no queda duda de que los rusos van a ser los grandes perdedores" una vez que el incidente se investigue a fondo, añadió Hagel.
Ayer, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que Estados Unidos ha concluido que el misil fue lanzado desde esa región.
Nacionalidades
El representante de la aerolínea, Huib Gorter, informó de que en el Boeing 777 que hacía el trayecto entre Amsterdam y Kuala Lumpur viajaban 154 pasajeros holandeses, 27 australianos, 23 malasios, 11 indonesios, seis británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense.
Gorter, durante una conferencia de prensa en el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol, indicó también que aún hay 47 personas cuya nacionalidad está aún por determinar, al tiempo que precisó que en el aparato viajaban 280 pasajeros y 15 tripulantes de cabina, todos ellos de nacionalidad malasia.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015