EFE | LA PATRIA | OTTAWA
La reunión de emergencia del Grupo de Lima terminó ayer en Ottawa con el compromiso de sus integrantes de no considerar la opción militar para forzar la salida de Nicolás Maduro de la Presidencia de Venezuela y con una petición a otros países para que aumenten la presión económica sobre su Gobierno.
En su declaración final tras seis horas de reuniones, el Grupo de Lima, con la ausencia de México, que se ha desvinculado de la iniciativa tras la llegada al poder del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, dijo que reitera "su apoyo a un proceso de transición pacífica a través de medios políticos y diplomáticos sin el uso de fuerza".
El Grupo de Lima también decidió que a partir de su siguiente reunión, que se celebrará en Colombia "próximamente", integrará a Venezuela con la incorporación de un representante del autoproclamado presidente interino venezolano, Juan Guaidó; una función que asumirá el político y abogado Julio Borges.
Durante la rueda de prensa final, la anfitriona de la reunión, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, repitió que ni el Grupo de Lima ni su propio Gobierno contemplan la opción militar.
El ministro de Asuntos Exteriores de Perú, Néstor Popolizio, que junto con Freeland intervino en la rueda de prensa final, se expresó en términos similares.
"Todos nosotros apoyamos un proceso de transición pacífico hacia la democracia. Eso es lo fundamental y evidentemente no vemos con buenos ojos el uso de la fuerza", declaró Popolizio.
Asimismo, el Grupo de Lima solicitó que los militares venezolanos den la espalda al Ejecutivo de Maduro y se pongan a las órdenes de su nuevo "comandante en jefe", como calificó el responsable peruano a Guaidó.
En su comunicado, el Grupo de Lima "solicita a las Fuerzas Armadas nacionales de Venezuela demostrar su lealtad al presidente interino en sus funciones constitucionales como su comandante en jefe".
Esos Estados también pidieron a los militares venezolanos "que no impidan la entrada y el tránsito de asistencia humanitaria a los venezolanos".
El ministro de Exteriores peruano reveló que "Colombia ha definido una ruta por la que puede entrar esa ayuda humanitaria".
Borges, el nuevo representante venezolano en el Grupo de Lima, criticó con dureza la iniciativa de México y Uruguay de convocar una conferencia internacional en Montevideo el próximo 7 de febrero.
"No le vemos mucho sentido a esta iniciativa del Uruguay porque lo lógico es que ellos se sumen a donde está todo el mundo libre, que es la salida de Maduro y la posibilidad de tener una transición hacia unas elecciones libres", dijo Borges.
"Cualquier cosa distinta a eso no será aceptado por Venezuela ni por el pueblo venezolano ni por las democracias del mundo", continuó.
"Uruguay está en unas vinculaciones financieras que lo que crean es sospechas con Maduro. Se habla de negocios -indicó Borges-. Se habla de posiciones netamente políticas. Nunca ha tenido una posición firme sobre el problema de la violación de los derechos humanos. Esta iniciativa carece de ningún tipo de validez".
"Le pedimos a la UE que no haga nada que ayude a darle oxígeno artificial a Nicolás Maduro", terminó señalando el político venezolano.
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