EE.UU. revive la tragedia de los tiroteos

EFE | LA PATRIA | WASHINGTON

Una vez más, Estados Unidos se levantó ayer impactado por un tiroteo, en este caso en Indianápolis (Indiana), donde ocho personas murieron y cinco resultaron heridas después de que un hombre armado abriera fuego antes de quitarse la vida, en un suceso sobre el que todavía se desconocen los motivos.

Alrededor de las 11:00 de la noche del jueves el atacante comenzó a disparar a quemarropa en un almacén de la empresa de servicios postales FedEx, situado cerca del aeropuerto de Indianápolis.

A su llegada al lugar, la policía encontró a cuatro de los fallecidos fuera del centro y a otros cuatro en su interior.

"Cuando los agentes llegaron se encontraron con una escena del crimen caótica y activa, hallaron víctimas -heridos y varias víctimas fallecidas-, así como al sospechoso muerto aparentemente por una herida de arma que se autoinfligió", dijo ayer el subdirector de Investigaciones de la Policía de Indianápolis, Craig McCartt.

A través de las entrevistas con testigos, las autoridades han averiguado que el sospechoso llegó al lugar en un vehículo y que empezó a disparar indiscriminadamente en el parqueadero del almacén para más tarde entrar en el local antes de quitarse la vida.

En el lugar había en ese momento unas cien personas, muchas de ellas en pleno cambio de turno o en su descanso para cenar.

El agresor "no tuvo ninguna confrontación con nadie, ninguna discusión, simplemente comenzó a disparar indiscriminadamente", afirmó McCartt.

Por el momento, las autoridades consideran que es demasiado "prematuro" para hablar de los motivos del sospechoso, que ha sido identificado como Brandon Hole, un exempleado de FedEx, de 19 años, que trabajó en ese almacén hasta el otoño del 2020.

Este incidente es el quinto tiroteo con múltiples víctimas del país en las últimas semanas. El ocurrido el 22 de marzo en un supermercado de Colorado, con 10 muertos, fue el que más fallecidos ocasionó.