EFE | LA PATRIA | QUITO
El Ministro de Defensa de Ecuador, Ricardo Patiño, dijo ayer que son 443 los muertos y 4.027 los heridos a causa del terremoto ocurrido el sábado en el noroeste del país, y cifró en 231 el número de desaparecidos tras la catástrofe.
"Estamos seguros de que esa cifra seguirá aumentando porque vamos a encontrar, con seguridad, mas cadáveres", comentó el titular de Defensa.
Indicó que se ha establecido un sistema de suministro de agua, alimentos y otros artículos en las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) de las áreas afectadas, a las que deberán acudir quienes necesiten abastecerse.
Los responsables policiales, que deberán encargarse de la seguridad de la distribución, contarán con apoyo de 10 militares en cada una de las UPC.
También se suministrará agua desde tanques que abastecerán las casas de los damnificados, señaló.
Según Patiño, unas 60 horas después del terremoto se ha conseguido la normalización del servicio de electricidad prácticamente en toda la zona devastada, excepto en Manta, donde parte del tendido eléctrico está en el suelo y el restablecimiento del suministro podría implicar riesgo de descargas eléctricas para las personas.
En cuanto a la seguridad, indicó que existe un despliegue de 10.000 militares y 6.000 policías en las zonas castigadas por el terremoto.
La esperanza colombiana
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, valoró ayer en unos 3.000 millones de dólares las pérdidas como consecuencia del sismo. En las zonas más afectadas continúa la búsqueda de personas. Es el caso del niño colombiano José David Eras Restrepo, de 6 años, que se encuentra atrapado bajo los escombros del Hotel Royal de Pedernales. El menor de edad aunque es nacido en Quito, Ecuador, tiene nacionalidad colombiana. Su madre Melisa Restrepo, natural de Medellín, lo registró en el país.
Eras Restrepo, según Mónica Eras tía del menor, se encontraba junto a su padre José Luis Eras pasando unas vacaciones el fin de semana en Pedernales y tenía planeado regresar el domingo, un día después del terremoto.
Versiones de los vecinos del hotel de cinco pisos afirman que el lugar estaba colmado de turistas cuando se desplomó. Actualmente, no se sabe nada de ellos ni de una mujer que los acompañaba.
Según Mónica, José Luis el padre del menor es ecuatoriano y conoció a Melisa Restrepo cuando vivían los dos en Quito y trabajaban en la misma empresa. Melisa lleva 10 años viviendo en esa ciudad y se separó de José Luis hace tres años, por lo que su hijo pasaba algunas vacaciones con el padre.
Un grupo de 16 unidades del Cuerpo de Bomberos de Pasto realiza el operativo para rescatar al menor de edad.
“El menor está atrapado en las ruinas del hotel. No se asegura que sea él, puesto que en el sitio habría mas gente. La confusión se da en que localizar es muy diferente a penetrar, aproximar, contactar y rescatar. Los rescatistas del área asignada detectaron con radares unas señales de vida. Se intuye que es el menor del cual la madre, que está en el lugar, da indicaciones a bomberos sobre la ubicación en el edificio, mas no se sabe si es el menor. Lo que si se confirma es que el radar indica que hay vida en esos escombros”, indicó un rescatista.
El último reporte de la Cancillería sobre la situación de los colombianos en Ecuador, indica que son ocho los connacionales muertos; 366 solicitudes de localización, de las que se han resuelto 211 y que faltan 151 colombianos por encontrar.
La Fuerza Aérea Colombiana dispuso una aeronave tipo Boeing 727 para trasladar 13 toneladas de ayuda humanitaria a Manta, además de equipos de búsqueda y rescate, comunicación satelital, así como dos mil carpas con capacidad de alojar hasta cuatro personas cada una, entre otras ayudas, que serán entregadas para auxiliar a los damnificados.
Asimismo en el trayecto de vuelta la aeronave repatriará los cuerpos de los ocho colombianos que fallecieron en ese país para ser entregados a sus familiares; de igual forma, a quienes aún no han podido salir de Ecuador por las difíciles condiciones en las que se encuentran.
Jabonerías Hada, sin daños en nueva planta
El gerente de la empresa manizaleña Jabonerías Hada, Mauricio Trujillo, dio un parte de tranquilidad frente a la nueva planta que tiene la empresa en Manta (Ecuador), en la que se invirtieron 4 millones de dólares junto al Consorcio Ales. Según Trujillo, la planta solo tuvo daños en algunas tejas.
"Afortunadamente no tenemos que lamentar heridos o pérdidas de vidas de personas vinculadad con el Consorcio Hada Ecuador, puesto que la planta de producción aún no se encuentra en operación. Asimismo reportamos que ni la estructura física ni los equipos sufrieron daños de consideración", dice un comunicado que envió la compañía ayer en la tarde.
En la planta se fabricarán jabones de tocador y está en fase de validación, por lo que en el momento del terremoto no había personal.
"Estaremos atentos para informar sobre nuestro inicio de operaciones, cuando se reanude la prestación de los servicios públicos y la recuperación de las vías en la ciudad de Manta, duramente golpeada por la tragedia", asegura la empresa.
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