EFE | LA PATRIA | HAMBURGO
Los disturbios empañaron ayer, por segundo día consecutivo, la cumbre del G20 en Hamburgo, al reproducirse las imágenes de coches y barricadas ardiendo en esa ciudad. La cifra de policías heridos en las manifestaciones violentas asciende a 197.
Mientras afuera de la cumbre imperaba el vandalismo adentro los líderes del G20 lograban un acuerdo para la lucha contra el terrorismo yihadista, se comprometieron a cooperar para cortar vías de financiación y compartir información para mejorar la seguridad, aunque siguen las negociaciones en la cumbre en puntos conflictivos como el cambio climático o el libre comercio.
La anfitriona de la reunión, la canciller alemana, Angela Merkel, expresó su satisfacción por el primer acuerdo logrado en la cita, ante un fenómeno que "no conoce fronteras" y que ha provocado sangrientas matanzas en muchos de los miembros del grupo, desde los países europeos a Estados Unidos e Indonesia.
En materia de comercio internacional, reconoció que los negociadores "tienen un "gran trabajo por delante" porque las conversaciones son "muy difíciles" y que, en cuanto a la lucha contra el cambio climático, hay que estudiar aún cómo se formulan los diferentes criterios tras la salida de EE.UU. del Acuerdo de París.
La canciller indicó que aún no se ha terminado de negociar el documento final de la cumbre, que los representantes de los gobiernos siguen conversando y garantizó que ella se involucrará "políticamente" para que haya un "buen comunicado".
Las reuniones de Trump
Paralelamente los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladímir Putin, acordaron, en su primer cara a cara, una tregua para el suroeste de Siria y decidieron abrir un canal bilateral de comunicación para discutir sobre el conflicto en Ucrania.
El encuentro, que se prolongó por dos horas y cuarto, estuvo precedido por muestras mutuas de cortesía y cierto optimismo ante el potencial de la cooperación entre Washington y Moscú.
Trump aseguró, cuando se dejó pasar a los medios unos minutos a la sala de la cita bilateral, que era un "honor" reunirse con el presidente ruso y Putin dijo sentirse "encantado" de entrevistarse por fin en persona con su homólogo estadounidense.
El presidente de Estados Unidos confió en que, a raíz de este encuentro, sucediesen "muchas cosas muy positivas" para su país, Rusia y todo el mundo, y Putin se mostró esperanzado que se obtuviesen "resultados" de la reunión.
Su apretón de manos, frente a los que han dado tanto que hablar en los primeros encuentros de Trump con líderes internacionales, fue neutro, firme, pero breve.
Según las ruedas de prensa que ofrecieron por separado tras la reunión el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, el alto al fuego en Siria entrará en vigor a mediodía, hora local, de mañana.
Lavrov agregó que los dos líderes se han comprometido además a asegurar que "todas las partes" implicadas en el conflicto respeten la tregua, que sucede a una larga serie de intentos fallidos de cese el fuego en esta guerra civil que desangra Siria desde 2011.
Las "zonas de distensión" cubren "Daraa, Al Quneitra y As-Suwayda", explicó Lavrov, que destacó que el acuerdo trata de respetar la "soberanía" de Siria y de hacer avanzar el proceso hacia un "acuerdo político".
Tillerson matizó a este respecto que la posición de Estados Unidos sigue siendo que el líder sirio, el presidente Bachar al Asad, no puede seguir en el poder si se quiere poner fin a la guerra civil y que no puede haber un papel para su familia en el gobierno a "largo plazo".
Agregó que en la reunión Trump presionó a Putin sobre la posible injerencia rusa en las elecciones estadounidenses del año pasado y que el ruso negó cualquier implicación.
Trump, también se reunió por primera vez con el presidente de México, Peña Nieto, tras meses de tensiones, una cita calificada de "constructiva" por la parte latinoamericana a pesar de que el muro fronterizo volvió a sobrevolar las relaciones bilaterales
Cinco meses después de que Peña Nieto cancelara una visita a la Casa Blanca por los planes de Trump de construir el polémico muro, ambos líderes se dieron la mano.
Los medios gráficos ya salían de la sala para dejar a solas a las dos delegaciones cuando una corresponsal preguntó a Trump si seguía queriendo "que México pague el muro".
"Totalmente", fue la respuesta del estadounidense, según el relato del pool de periodistas que le acompaña.
El titular de Exteriores mexicano, Luis Videgaray, estaba en la sala y no oyó la respuesta, pero dejó claro que en la entrevista no se habló del muro.
Destacado
La situación en Venezuela se coló también en el G20, ya que el presidente argentino, Mauricio Macri, impulsó una condena al ataque contra la Asamblea Nacional y alertó de la situación de los derechos humanos en ese país, con el respaldo de México, Brasil y España.
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