LORENA CANTÓ
EFE | LA PATRIA | LA HABANA
La Habana comenzó a restablecerse ayer del tornado más violento del que se tienen registros en las últimas ocho décadas, un fenómeno que azotó la madrugada de ayer el este de la capital causando al menos 4 muertos y 195 heridos, 10 se encuentran en estado grave.
Los distritos de Regla, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Diez de Octubre y Habana del Este amanecieron ayer con un paisaje desolador de casas reducidas a escombros o semiderruidas y sin techo, ventanas sin cristales, árboles desarraigados de cuajo y coches volcados o partidos en dos por la caída de postes eléctricos.
"Pensábamos que era un avión", afirmó Norma Viera, una jubilada de 65 años, que vive en el reparto Santos Suárez de Diez de Octubre y que no recuerda "nada parecido, ni un ciclón ni nada".
Viera y su esposo Miguel Prieto vieron con espanto cómo el tornado reventaba "como en las películas" casi todos los cristales y las cañerías del agua y el gas, derrumbaba el muro trasero de la vivienda y provocaba el desplome el porche sobre su automóvil.
Lo que queda de su hogar es una de las al menos 1.238 viviendas que han sufrido daños, entre ellas 124 derrumbes y 225 parciales, según cifras difundidas por autoridades en la televisión estatal cubana.
También se han visto afectados con diversos niveles de gravedad 46 centros educativos y 7 instalaciones de los servicios de salud, de ellas un hospital materno infantil, cuatro policlínicos, un hospital de ancianos y una farmacia que quedó parcialmente derrumbada.
Las autoridades cubanas evalúan que el tornado ocurrido en La Habana, que recorrió 11,5 kilómetros con ráfagas de viento de hasta 300 kilómetros por hora, alcanzó el nivel F4 -daños de graves a devastadores- en la escala de Fujita (máximo de 6).
Debido a la cantidad de derrumbes no se descarta que pudieran aparecer más víctimas, según afirmó a la televisión estatal el primer secretario del gobernante Partido Comunista en La Habana, Luis Antonio Torres.
El fenómeno, que se formó al mismo tiempo en que una fuerte tormenta de lluvia y viento golpeaba el occidente cubano, provocó afectaciones en los servicios de electricidad, comunicaciones y abastecimiento de agua, en cuyas reparaciones ya trabajan decenas de operarios en la capital apoyados por trabajadores de otras provincias.
Las autoridades cubanas declararon desde primera hora de ayer la fase de rehabilitación y el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, convocó un Consejo de Ministros de urgencia para evaluar el impacto del tornado.
Díaz-Canel fue de las primeras autoridades en visitar los barrios afectados por el paso del tornado y él mismo anunció, a través de Twitter, la cifra de muertos y heridos por el suceso.
El Gobierno dio orden de habilitar puestos de venta de comida y bebida a precios módicos para los vecinos afectados por el tornado y la tormenta.
Todas las instalaciones turísticas de la capital cubana operan con normalidad, sin que ninguna haya resultado afectada, aclaró por su parte -también en Twitter- el ministro del Turismo, Manuel Marrero.
La última vez que un tornado de esta magnitud afectó a La Habana fue el 26 de diciembre de 1940, cuando un gran tornado cruzó el sur de la ciudad causando 40 fallecidos y 400 heridos.
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