CARACAS - Las protestas que desde hace casi dos semanas se escenifican en Venezuela en contra del presidente, Nicolás Maduro, se mantuvieron hoy en varios puntos del país aunque con menos intensidad y menos hechos violentos, después de que la semana se iniciara con dos muertos y saqueos.
Las barricadas o guarimbas se volvieron a levantar en algunas zonas en el día catorce de protestas en Caracas, Maracaibo, Táchira, Carabobo y Aragua, aunque en esta oportunidad y a diferencia de las de ayer, dejaron espacio para la circulación de los vehículos.
Sin embargo, el clima de tensión se mantiene después de que el 12 de febrero pasado, una marcha convocada por estudiantes y oposición para protestar contra el Gobierno terminara con hechos violentos que dejaron tres muertos, evento que disparó las manifestaciones, algunas menos pacíficas que otras.
La fiscal general, Luisa Ortega, dijo ayer que hasta ese momento se contabilizaban 13 fallecidos como consecuencia de las protestas, un número que medios locales sitúan en 15 con dos muertes que se registraron el lunes en hechos vinculados con las protestas.
Dos hombres de 34 años: Jimmy Vargas, al caer de un edificio en el Táchira (oeste) cuando supuestamente la Policía lanzaba gases y disparaba perdigones, y Wilmer Carballo, quien presuntamente fue alcanzado por una bala en una protesta en Cagua, en Aragua (centro), engrosaron ayer la cifra de fallecidos.
El alcalde opositor Delson Guarate, del municipio Mario Briceño en el céntrico estado Aragua, denunció que "bandas armadas" aprovecharon ayer el clima de protestas para iniciar una ola de saqueos a tiendas de esa comunidad, lindante con la capital estatal, Maracay.
Los incidentes, según el alcalde, dejaron además un saldo de al menos tres militares y siete manifestantes heridos, en su mayoría por el impacto de perdigones.
También se registró el homicidio de una persona que supuestamente participaba hoy en saqueos y que murió con nueve tiros en un crimen que según las primeras pesquisas policiales podría estar vinculado a un ajuste de cuentas.
En Caracas, decenas de estudiantes y simpatizantes opositores marcharon hoy hasta la embajada cubana para entregar un comunicado en el que exigen el fin de la "intromisión", que, según dicen, hace el Gobierno de La Habana en cuestiones internas del país.
"No permitiremos más intromisión (...) que sigan controlando nuestros medios de comunicación y determinen qué podemos ver y cuándo, no permitiremos que determinen nuestras operaciones militares ni adoctrinen a nuestros hijos", dijo la líder estudiantil Gaby Arellano al leer el "Comunicado a la dictadura de Cuba".
En las cercanías de la embajada cubana, fuertemente resguardada por efectivos de la Guardia Nacional y la Policía, los jóvenes entregaron la carta a un oficial policial que la llevó a la embajada para regresar posteriormente con ella firmada y fechada.
Por su parte, el oficialismo reunió a trabajadores de la telefónica Cantv para apoyar a Maduro.
"Vamos a ir controlando y amansando a los grupos violentos, pero que nadie se confíe", dijo el jefe de Estado en una nueva cadena de radio y televisión.
El presidente dijo que hay "dos modelos de dos Venezuelas", la Venezuela del progreso, del socialismo, de la paz, "del orgullo de ser venezolano" y la Venezuela de la destrucción, del capitalismo, del racismo de la intolerancia".
En el mismo acto Maduro lamentó el asesinato del excampeón de boxeo Antonio Cermeño, hallado muerto hoy después de que ayer fuera secuestrado, y aseguró que sus asesinos son "sicarios".
También indicó que "a la misma hora" el presidente del canal estatal TVES, Winston Vallenilla" era agredido en su casa en el este de Caracas y señaló a "grupos violentos", "fascistas" y "guarimberos" (que hacen barricadas) de ser los responsables de ese ataque.
Por su parte, el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, aprovechó su discurso de rendición de cuentas ante el Parlamento para llamar a la oposición a participar en la Conferencia Nacional de Paz, convocada para este miércoles por Maduro, y a no cometer los "errores" del pasado.
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) rechazaron hoy el empleo de la fuerza por parte de los organismos de seguridad del Estado que, dicen, "se han extralimitado" al reprimir varias de las manifestaciones de los últimos días.
Indicaron que la Fiscalía "debe investigar estos casos y poner en manos de la justicia a miembros de estos organismos que hayan abusado de su autoridad" y recordaron que las autoridades policiales y militares "están obligadas a respetar los Derechos Humanos, ante todo el derecho a la vida".
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