BOGOTÁ .- Los Gobiernos de Colombia y Venezuela trabajan juntos para poner soluciones al fenómeno que ha multiplicado el número de colombianos deportados en los últimos meses, una cifra que alcanzó los 558 en lo corrido del año, informó hoy el Gobierno.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, explicó en una declaración a la prensa los alcances de la colaboración en este asunto, así como en otros escenarios de la política bilateral, como la supresión de remesas, el cierre de la frontera en el norte y la incipiente tensión por la situación interna venezolana.
Holguín afirmó que el caso de los colombianos deportados por las autoridades venezolanas bajo el pretexto de que son ilegales tiene "muy preocupado al Gobierno", como anticipó el presidente Juan Manuel Santos el pasado martes.
"Sólo en el 2012, alrededor de 133 personas. En el 2013 fueron deportadas 2.635 personas. Y en lo que llevamos de este año, 2014, en este mes y medio, casi mes y 20 días, han deportado 558 personas", argumentó la canciller.
El embajador colombiano en Venezuela, Luis Eladio Pérez, se reunió con el canciller venezolano, Elías Jaua, quien se comprometió a "revisar cada uno de estos casos y mirar qué es lo que está ocurriendo".
Mientras tanto, la Cancillería y la Cruz Roja en Colombia han apoyado a trece de los deportados con ayudas que van desde un albergue temporal, alimentación y kits de aseo hasta los gastos de transporte al lugar en que se encuentren sus familias.
"Entendemos bien, y sabemos que desde hace muchos años hay muchos ilegales colombianos, la cifra es bastante alarmante y queremos ayudar y apoyar a esos colombianos", anotó la canciller, después de que Santos revelara que algunos de ellos reportaron haber sido deportados incluso teniendo los papeles en regla.
Los dos países también han trabajado conjuntamente para hacer frente a la decisión del Gobierno venezolano de suspender las remesas a Colombia porque se había disparado esta práctica con el fin de sacar dólares a precio oficial y devolverlos a Venezuela con el cambio paralelo.
Hace diez días viajó a Venezuela una misión colombiana liderada por Holguín para buscar estrategias que permitan reactivar las remesas de los colombianos que viven en el país vecino y que necesitan hacer estas transacciones sin trampas.
La canciller también se refirió al cierre de la frontera colombo-venezolana en su parte más septentrional debido al contrabando de comida en el pueblo Wayúu, que vive a ambos lados y que en Venezuela obtiene precios especiales en productos de alimentación.
"Lo que ha pasado es que ha habido también un desbordamiento de los alimentos que pasan de Venezuela a Colombia", agregó Holguín al señalar que si bien los 60.000 wayúus necesitan 400 toneladas de comida, se están moviendo hasta 5.000, por lo que el cierre de fronteras afecta seriamente a este pueblo en el lado colombiano.
Holguín admitió que hay "que llegar a un acuerdo, que no puede haber un contrabando de comida, más aún en un momento en que Venezuela la necesita", por lo que se está trabajando con los gobernadores de las regiones afectadas.
Las declaraciones de Holguín sobre el trabajo conjunto para atajar problemas binacionales se enmarcan en una incipiente tensión que tiene como origen un llamado a la calma y al diálogo hecho por Santos para que en Venezuela se supere la crisis política derivada de las marchas de los últimos días.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha acusado al Gobierno colombiano de entrometerse en sus asuntos nacionales, a lo que la canciller colombiana espetó: "No vemos como una intromisión preocuparnos por Venezuela, no pueden pedirnos que no nos preocupemos"
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