
EFE | LA PATRIA | CARACAS
La oposición venezolana abrió una nueva etapa de movilizaciones en las calles, las próximas el 7 y 14 de septiembre, para forzar al poder electoral a organizar un referendo revocatorio contra el presidente, Nicolás Maduro, animada por la multitudinaria marcha de ayer, en la que participaron cerca de un millón de personas.
"Mostramos al mundo el tamaño inmenso de la Venezuela que quiere cambio. Es una marcha histórica. Es el inicio de la etapa definitiva de esta lucha", afirmó desde una tarima el vocero de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.
La manifestación del 7 de septiembre se realizará ante la sede de poder electoral, la del 14 en las capitales de los estados, y anoche se hizo un llamado a un toque nacional de cacerolas.
"Convocaremos la Toma de Venezuela, de 24 horas de duración, exigiendo la realización inmediata del Referendo Revocatorio", el día después de que se fije la recogida del 20% de apoyos necesarios para la consulta, anunció Torrealba, ante decenas de miles de partidarios congregados en el este de la capital venezolana.
"Los opositores tenaces y los chavistas decepcionados, los pobres de siempre y los empobrecidos de ahora (...), todos somos un solo pueblo, una sola nación, que exige y necesita cambio", afirmó Torrealba acompañado de los líderes del antichavismo.
En medio de la Toma de Caracas, como se denominó a la marcha opositora celebrada ayer en la capital venezolana, la MUD detalló además otras actividades con las que a partir de ayer se declaró en protesta permanente hasta lograr que las autoridades electorales activen el revocatorio.
Respondió el chavismo
Maduro respondió a la oposición con una masiva concentración de seguidores ataviados de camisetas rojas, en el centro de Caracas, en lo que bautizaron como la Toma de Venezuela.
"Derrotamos un golpe de Estado (...), han fracasado una vez más, la victoria es nuestra", dijo desde la tarima el presidente.
Marcha y contramarcha transcurrieron en calma, pero en el cierre de la manifestación opositora un grupo de encapuchados lanzó piedras y bloqueó una estratégica vía que conecta el este con el oeste, ante lo que la policía respondió con gases lacrimógenos.
La MUD se deslindó de esos hechos y denunció la presencia de infiltrados. Durante la jornada, policías y tanquetas vigilaron varios puntos de la ciudad, y algunas calles y negocios permanecieron cerrados.
Ante sus seguidores, Maduro, vestido de camisa roja, dijo tener listo un decreto para levantar la inmunidad parlamentaria, al acusar a la mayoría opositora del Legislativo de planificar un golpe de Estado, con la ayuda de Estados Unidos.
"Voy con la mano de hierro que me dio Hugo Chávez. Que nadie se equivoque conmigo (...) que nadie utilice la inmunidad para conspirar, para complotarse", advirtió Maduro, quien señaló directamente al presidente del parlamento, Henry Ramos Allup, de promover la violencia.
De inmediato, el líder opositor respondió: "No pierda el tiempo amenazándonos (...) nosotros no somos intimidables".
"Presidente Maduro: vea el gentío que se volcó a las calles de Caracas. Nunca se había producido en Venezuela una manifestación pacífica de este tamaño (...) sorteando emboscadas, provocaciones y agresiones", declaró.
Destacado
8 de cada 10 venezolanos quieren un cambio de gobierno, según la firma Datanálisis. Golpeada por la caída de los precios del petróleo, Venezuela sufre una escasez de alimentos y medicinas del 80% y una inflación que el Fondo Monetario Internacional proyecta en 720% para este año.
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