EFE | LA PATRIA | BAGDAD
Las dos grandes batallas en el conflicto iraquí se libran actualmente en la ciudad Tel Afar y junto a la refinería de Biyi, en las que ayer tuvo lugar una renovada ofensiva por parte de los insurgentes suníes.
Las fuerzas iraquíes consiguieron repeler un ataque de los combatientes del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL) sobre el aeropuerto de Tel Afar, en el que mataron a al menos 15 yihadistas y capturaron tres vehículos de los extremistas.
Sin embargo, al norte de esa ciudad, los rebeldes impusieron su control en la zona de Al Ayadiya, donde miles de civiles se vieron obligados a dejar sus hogares precipitadamente.
Vecinos de la localidad explicaron a Efe que, tras duros combates, los insurgentes suníes tomaron el control de la localidad, ubicada a 11 kilómetros de Tel Afar, en la provincia de Nínive.
Según dijo a Efe una fuente de seguridad, un helicóptero del Ejército bombardeó un convoy del
La población civil sufrió con especial dureza los bombardeos de las fuerzas gubernamentales, como reveló un responsable del Consejo Provincial de Nínive, pues unas 13 mil personas se vieron forzados a abandonar sus hogares y nueve de ellos perdieron la vida.
El vicepresidente del consejo, Nuredin Kablan, explicó a Efe que las autoridades locales han exigido a Bagdad que detenga los bombardeos indiscriminados sobre civiles, y que ayude con alimentos y medicinas a los miles de desplazados.
Supuestos
Otro frente de batalla candente se ubica en la refinería petrolera de Biyi, la principal del país.
Las fuerzas armadas iraquíes aseguraron que ayer mataron a decenas de integrantes del EIIL que lanzaron un asalto para retomar el control de dicha instalación.
Una fuente de la lucha antiterrorista dijo a la televisión estatal iraquí que en la batalla las tropas gubernamentales contaron con apoyo aéreo, gracias al cual lograron destruir vehículos y armamento de los insurgentes cerca de la refinería.
Pese a todo, tanto el Gobierno iraquí como los insurgentes se hallan sumidos en una guerra propagandística, por lo que sus supuestos avances y logros deben ser puestos siempre entre interrogantes.
La televisión estatal informó también de que los cristianos que viven en la ciudad de Mosul, la segunda mayor del país y que fue tomada por los rebeldes hace diez días, han comenzado a pagar la yizia, un tributo islámico, al EIIL para evitar ser asesinados o expropiados por los radicales.
Según esa información, la yizia es de un mínimo 250 dólares, que se incrementa exponencialmente en el caso de los comerciantes o empresarios.
Nuevo llamado
Mientras, la máxima autoridad chií de Iraq, el ayatolá Ali al Sistani, matizó ayer en un mensaje su llamamiento de hace una semana a que la población tomara las armas y apuntó que se refería únicamente a que los civiles se alisten en el Ejército, no a la formación de milicias sectarias.
En el sermón, un representante del ayatolá, Ahmed al Safi, instó a que el nuevo Parlamento iraquí se reúna y forme un gobierno que obtenga la aprobación de todos.
"Es necesario entablar un diálogo entre los bloques ganadores (de las elecciones del pasado 30 de abril) que de como resultado la formación de un gobierno que obtenga la aceptación nacional", afirmó Al Safi.
El Tribunal Supremo iraquí ratificó hace cuatro días los resultados de los comicios parlamentarios celebrados el pasado 30 de abril, que dieron la victoria a la coalición chií Estado de Derecho, dirigida por el primer ministro, Nuri al Maliki
En una nueva muestra de la violencia desatada en Iraq, al menos 47 cadáveres de presos de una cárcel de Tel Afar fueron hallados hoy por vecinos de la localidad, tras ser ejecutados hace cuatro días supuestamente por sus carceleros.
Según denunció a Efe un preso que consiguió huir, los cuerpos pertenecían a detenidos que habían estado encarcelados en la prisión antiterrorista y fueron ejecutados por la policía ante la intensificación de sus combates contra el EIIL.
Los cuerpos de los prisioneros, con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, fueron enterrados en una fosa común que ellos mismo habían cavado, añadió la fuente.
Washington. Estados Unidos insistió ayer en su mensaje de unidad al primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, mientras avanza en su estrategia para el envío a Iraq de 300 asesores militares que ayuden a repeler la ofensiva de los radicales suníes.
El portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, informó que dos equipos empezarán a evaluar la situación del área del conflicto y el nivel de cohesión del Ejercito iraquí, con el fin de determinar las condiciones de seguridad para el envío de más asesores militares.
Los integrantes de esos dos equipos serán desplazados desde la embajada estadounidense en Bagdad (donde en la actualidad se acuartelan casi 400 militares) y, posteriormente, entre tres y cinco equipos de asesoramiento volarán a Irak a partir de la próxima semana.
El despliegue se realizará con rapidez ya que volarán desde las bases dentro del área del Mando Central estadounidense (Centcom), que abarca la región militar de Oriente Medio.
"Esto no es una ocupación o una invasión", enfatizó Kirby.
Por su parte, la Unión Europea (EU) descartó el envío de una misión militar para frenar a los extremistas del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), dijeron fuentes comunitarias, que precisaron que los ministros de Exteriores de la UE abordarán este lunes la situación de ese país.
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