
EFE | LA PATRIA
14 personas, incluidos algunos extranjeros, murieron ayer en la caída de la cabina del teleférico alpino en el que viajaban junto al Lago Mayor, en el norte de Italia. Dos niños están en estado grave.
La tragedia en este sitio turístico conmociona a los italianos. La cabina del teleférico que conecta las estaciones de Stresa y Mottarone, en un paraje de montaña de la región de Piamonte, cayó al vacío estrellándose en un bosque.
Los carabineros informaron que fue debido al desprendimiento de un cable de sujeción y a que no funcionaron los mecanismos de seguridad previstos. "El balance final del trágico accidente es de 13 víctimas mortales y dos heridos graves transportados en helicóptero a Turín", indicó el cuerpo de rescate alpino.
Víctimas
Entre las víctimas hay algunos extranjeros, pero los procesos de identificación aún están en curso, aseguró el teniente coronel Giorgio Santacroce, comandante de la unidad operativa de los Carabinieri de Verbania.
Aunque no se han facilitado detalles sobre los fallecidos, algunos medios de comunicación hablan de la presencia de turistas alemanes. Por la investigación judicial de la fiscalía requisan la instalación, para verificar si es verdad que se encontraba en excelente estado y que todos los controles efectuados eran correctos.
El presidente de la región, Alberto Cirio, se encuentra reunido con los responsables de los Bomberos y la Protección Civil para analizar lo ocurrido, sin que por el momento haya trascendido información oficial sobre la causa del terrible accidente.
"Los testigos escucharon un fuerte silbido y luego vieron que la cabina retrocedía rápidamente para luego precipitarse en el momento del impacto contra el pilar", dijo la alcaldesa de Stresa, Marcella Severino.
Lo que da idea de la fuerza con la que la cabina se estrelló contra la montaña. Los dos niños heridos, de 9 y 5 años, fueron trasladados en helicóptero hasta el Hospital Reina Margarita de Turín, donde son atendidos por fracturas y traumatismos. Están en situación crítica.
Contexto
La cabina se encontraba a 300 metros de la estación de llegada, en Mottarone, y a 100 metros del último pilar, en un punto de altura del teleférico, que, debido a las restricciones por la pandemia, solo permitía la entrada de 15 pasajeros por habitáculo, cuando habitualmente podían ir hasta 40.
El teleférico había sido cerrado en 2014 para ser sometido a una revisión general. Completamente renovado, se reinauguró en agosto de 2016 tras unas obras que costaron 4 millones de euros y que incluyeron la sustitución de motores, cuadros eléctricos, equipos electrónicos y transformadores.
El servicio del teleférico había sido reabierto el pasado 24 de abril, después del cierre por pandemia.Las labores duraron cerca de 4 horas para rescatar los cuerpos que habían quedado atrapados entre los hierros de la cabina.
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