JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Cuando le anunciaron que por fin le iban a dar el crédito para continuar adelante y superar los problemas económicos de la pandemia, su primera reacción fue sentarse a llorar.
Esta fue parte de la anécdota que se contó en el conversatorio "Liderazgo, innovación y equidad de género que se efectuó el 2 de diciembre en el 88 Congreso Cafetero y en el que se destacó la representación de algunos líderes, como Pedro Nel Salazar Hoyos, gerente del Parque Temático del Café, ubicado en el municipio de Montenegro (Quindío).
En el encuentro, se habló de las tareas y responsabilidades normales que tiene un jefe, gerente o directivo y la diferencia con lo que es ser líder y saber orientar.
En el caso de Salazar Hoyos, se destacó este impulso, justo cuando los cierres y cuarentenas definidas por el Gobierno conllevaron a cerrar el Parque por siete meses, dejando en juego 510 empleos. Esta es parte de esta historia.
1. La primera preocupación
Después del anuncio nacional de cierres y confinamientos, lo primero que se tuvo que hacer fue dejar el parque quieto, lo que hacía que la segunda parte fuera más compleja: definir qué hacer con el personal. La preocupación partía de los ingresos económicos, ya que se dejaban de recibir entre $2 mil millones y $3 mil millones al mes, alrededor de $23 mil millones en los siete meses y unos 350 mil visitantes que dejarían de llegar al parque en este tiempo.
Por esta razón, el primer paso fue congelar los gastos e inversiones que estaban proyectadas, incluyendo la construcción de un hotel y la compra de una nueva montaña rusa, lo que bordeaba em total unos $60 mil millones.
2. Con ejemplo
La decisión de los miembros de la junta fue controlar gastos, utilizar los pocos ahorros que había y rebajarse el salario.
En el Congreso Cafetero se conoció que la opción de Salazar Hoyos fue no cobrar un solo peso de sueldo durante esos meses, con el fin de ayudar a sostener los 510 empleos y evitar algún despido de los jóvenes y madres cabeza de hogar que provienen en un 70% del municipio de Montenegro y el 30% restante de Armenia, Quimbaya y Calarcá. Toda la propuesta la diseñó y la presentó el gerente con su equipo y fue aceptada. "Siquiera esa fue la decisión de la junta directiva y de la Federación de Cafeteros, porque la verdad no era capaz de ver a tantas personas por fuera sin trabajo e imaginar que abrieran sus neveras y no tuvieran algo de comida o qué tomar. Gracias a ellos, ninguna persona se quedó sin sueldo. Lo logramos mantener y continuar con el Parque, con el mínimo de gastos".
3. ¿Y cómo llegó el crédito?
La gestión del Parque comenzó con la intervención de los ministros de Comercio, Industria y Turismo y de Hacienda, con el fin de acceder a un crédito de largo plazo, tarea similar que hacía el resto del sector turístico del país. "Esa intervención del Mincomercio fue inmensa, porque estuvo dedicado a este apoyo para salvar no solo al parque sino los hoteles, el sector de transporte y toda la cadena que se mueve alrededor", explicó. Las eternas conferencias con la banca y con los expertos financieros buscaban acceder a un crédito a 7 u 8 años, con dos años muertos de capital, y una tasa de interés favorable. "Fueron noches muy largas, sin poder dormir y con muchos espacios para llorar. Soy muy llorón, lo reconozco, pero también oro demasiado y creo que aquí está la mano de Dios, de lo contrario no hubiéramos salido adelante", dice Salazar Hoyos. Al final el Gobierno aprobó un crédito a 5 años y un año muerto a capital para todo el sector turístico, aunque el Parque ya adelantaba gestiones con Bancolombia.
4. El sí
La buena noticia llegó en agosto. En una videoconferencia, las directivas de esa entidad finalmente le dieron el sí, basados en la historia del Parque y en su credibilidad. Un crédito por $6 mil millones a un plazo de 7 años de capital. "Que creyeran en un parque cerrado, sin recibir un solo peso era increíble y por eso lloré tanto, porque fácilmente podían decir que no". El anuncio emocionó más a la junta, considerando que finalmente otros negocios y parques, como el de Panaca, en Quimbaya (Quindío) tuvieron que entrar en la Ley de insolvencia económica, por cuenta de la pandemia. En el conversatorio de liderazgo destacaron que parte de ese logro fue posible, ante la austeridad que se maneja en el Parque. "Tratamos de ser muy controlados. Nada de bonos, ni de carros para transportar al gerente. Somos muy cuadriculados, como si estuviéramos manejando la economía del hogar. Control de costos y gastos", destacó.
5. ¿Y la apertura y los controles?
Finalmente, el 5 de octubre el Parque del Café volvió a abrir las puertas, luego de la orden progresiva que dio el Gobierno, cumpliendo con los diferentes protocolos de bioseguridad y poniendo al frente a unas 30 personas, solamente dedicadas al proceso de desinfección en las diferentes áreas y controlando el aforo.
6. ¿Qué controles hay y cómo venden tiquetes?
La decisión apuntó a trabajar con un promedio mínimo de visitantes, con un aforo no mayor a 3.500 personas en días pico contra un promedio normal que se maneja de 10.000 personas en días pico, todo con el fin de mantener el distanciamiento máximo en los diferentes sitios de atracciones y restaurantes en este parque que tiene 52 hectáreas. La compra de los tiquetes fue otro reto. De ahí que se tomó la decisión de vender vía internet, a través de la página del Parque, de tal forma que cuando las personas lleguen solo sea escanear su código. "Hasta la iglesia que tenemos se mantiene desinfectada, porque son muchas las personas que primero hacen una paradita para orar".
7. ¿Ya hay ganancias?
"No es el momento de buscar utilidades, sino de arrancar, después de siete meses de cierre, pero cuidando la salud de los visitantes y de mis propios empleados, evitando al máximo las aglomeraciones", resalta Salazar Hoyos.
8. De diversión
¿Ya están al otro lado? El gerente reconoce que aún no se puede cantar victoria, teniendo en cuenta que aún se está en el filo de la navaja. "Lo que más espero, y creo que toda la humanidad, es que pronto llegue esa vacuna y se genere algo de normalidad. Mientras tanto hay que seguir trabajando en una austeridad impresionante, y con un primer semestre que va ser muy complejo, pero que podremos superar si finalmente nos cuidamos todos", destacó.
9. ¿A qué se debió el éxito?
Un hecho que se destacó continuamente en el conversatorio es que se trató de un trabajo en equipo, con un líder abordo, sintiendo que el trabajo es la casa y en este caso, un parque de diversión. "Como decimos con nuestro equipo, nos peleamos por el Parque, porque más que un trabajo es un espacio que cuidamos, donde controlamos cada peso, y creo que ese valor fue el que se destacó", sostiene Salazar Hoyos.
10. La reflexión
"Creo que es una gran lección de la vida, de que uno y que las empresas se tienen que manejar con mucha austeridad, siendo juiciosos en las finanzas, sin gastar en lo que no se debe y, sobre todo, trabajar en equipo. Entre más unido y cercano sea uno con los colaboradores de la empresa, se puede salir de cualquier crisis".
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