LA PATRIA | MANIZALES
Varias personas de Manizales señalan a un hombre de quien dicen le pagan por obras, pero estas no se realizan. Inclusive una mujer interpuso una acción penal. El hombre, de quien se omite su nombre por su presunción de inocencia en cualquier proceso que eventualmente pueda enfrentar, señaló que tuvo problemas económicos para cumplir con algunos contratos, pero es muy distinto a un delito.
Puntualmente el lío comenzó por un diseño de fachada que el hombre debía realizar y por el que recibió $1 millón 500 mil. Ambos tuvieron contacto a partir de una consulta que ella hizo en un grupo de whatsapp creado para apoyarse entre comerciantes. A través de ese medio él la contactó.
DENUNCIANTE. La versión de la persona que se comunicó con este medio es que “luego de que se le da dinero expone mil excusas para no cumplir y posteriormente bloquea al cliente para perder contacto, sin devolver el dinero”.
DENUNCIADO. Explicó que ha buscado a las personas para pactar arreglos, en algunos casos pagando con trabajos, pero luego se hizo ruido por redes sociales y desde ese momento “se me cerraron las puertas”, dijo.
DENUNCIANTE. La mujer anotó que hizo una consulta ante el Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares (CPNAA) y la respuesta es que el hombre no aparece en los registros de esa entidad.
DENUNCIADO. Señala que tiene estudios en diferentes herramientas relacionadas con el diseño y que desde hace 20 años diseña en Autocad (programa de diseño), pero reconoce que nunca se interesó por certificarse, pese a tener la capacitación y conocimientos que lo acreditarían en el ámbito de las profesiones auxiliares.
DENUNCIANTE. En el momento en que la mujer se sintió engañada realizó una publicación en redes sociales y otras personas aparecieron con versiones similares sobre la misma persona, incluyendo una obligación laboral y un trabajo por $20 millones.
DENUNCIADO. Destacó que tuvo una estabilidad económica hasta abril y que inclusive ejecutaba hasta dos contratos por semana, pero luego el trabajo escaseó y eso le generó problemas económicos, que hoy se reflejan en las obligaciones que tiene con los clientes.
DENUNCIANTE. “Mi intención es alertar a la comunidad para evitar que se presenten más ‘víctimas’ puesto que el señor sigue como si nada trabajando en su oficina”.
DENUNCIADO. “Lo que pido es que me dejen trabajar”.
Deudas vs estafas
Es pertinente para el caso en cuestión una columna del economista Agustín Saavedra Weise, quien se refirió a la “Diferencia sustancial entre deudas y estafas”, publicada en el portal eldeber.com. En este sentido se debe tomar la posición del denunciado como una obligación adquirida (de hacer), exigible desde la parte que denuncia, pues cumplió con su parte que era el pago y se volvió acreedora. Anota el experto: “Ante los legítimos reclamos del acreedor, los derechos humanos del deudor deben ser considerados también. No pagar y decir que no se puede pagar no es estafa” y en otro aparte sentencia que “el acreedor inteligente quiere cobrar su dinero; de un prisionero no cobrará nada. Con el deudor en actividad, sí será posible cobrar”.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
El denunciado indica que este es uno de cientos de diseños que ha realizado.
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