David Muñoz
LA PATRIA | MANIZALES
Luisa María Guerrero es una de las 326 mil personas que en noviembre pasado presentaron el examen de estado virtual. Fue un reto tanto para los estudiantes como para el Icfes, pues era la primera vez que se efectuaba bajo esta modalidad.
La pandemia obligó a que un computador y conexión a internet reemplazaran el cuadernillo, el lápiz y el borrador. “Se me cayó la plataforma y me tocó llamar porque la pantalla se me quedó en blanco. Me dijeron que cerrara y volviera a abrir, pero tenía mucho susto porque pensé que si cerraba se me cancelaba todo el examen”, recuerda la estudiante de Administración de Empresas.
En su casa se sintió cómoda, con la cámara siempre encendida y en la pantalla un mensaje le decía que estaba siendo monitoreada. “Es más estresante porque presencialmente se puede mover la cabeza y preguntar al monitor si hay alguna duda, mientras que virtualmente había que mirar siempre de frente. Daba susto que si me movía me anularan el examen”.
Guerrero critica que las preguntas no fueron acordes con su carrera.
La prueba
Fernelly Morales lideró el equipo que asumió el reto de hacer el examen virtual. Por la cuarentena se debían evitar aglomeraciones y el Icfes se inclinó por lo digital para evaluar a los estudiantes.
El director ejecutivo de Cognos Online, empresa que se encargó del proceso, explica el paso a paso:
“Empezamos en agosto con las pruebas TyT para carreras técnicas y tecnológicas, con 72 mil personas en sesiones de 36 mil estudiantes. Nos basamos en tres parámetros: motor de evaluación, prueba supervisada y monitores”.
En el motor de evaluación ubicaron el cuestionario con preguntas aleatorias para que si dos alumnos estaban respondiendo el mismo cuadernillo, tuvieran interrogantes distintos para mayor dificultad. Se respetaban las horas de ingreso, si el estudiante se conectaba después de las 7:00 a.m. no podía presentar el examen.
Cada cuadernillo contaba con 156 preguntas para resolver en 4 horas 40 minutos.
Este paso se aplicó con técnicas de la compañía Open LMS, a través del soporte de Amazon Web Services.
Se utilizó un software de código abierto para construir un ecosistema digital de aprendizaje innovador, accesible y robusto. Así, se creó una plataforma de evaluación con alta escalabilidad que se encargó de soportar la concurrencia para la presentación en masa del examen, basados en seguridad y confiabilidad.
Para que la prueba fuera supervisada se utilizó el aplicativo Sumadi, que reemplazó a un encargado de 30 estudiantes en un salón por la supervisión uno a uno a través de la inteligencia artificial.
Se aplicaron algoritmos con reconocimiento facial para que la plataforma indicara si había conductas indebidas.
“No se podían utilizar audífonos, libros, celular, hacer suplantación o tener personas a un lado”.
Estos comportamientos los notaba la plataforma y alertaba de conductas prohibidas. “Es una interacción con el humano y lo identifica, la organización hace la invitación para que corrija el comportamiento, pero hay unos que no, como el celular o la suplantación porque son actos en contra del examen y el alumno debe ser descalificado”, recalca Morales.
El grupo de monitores es el personal humano que complementa la tecnología.
Trabajaron en el proceso unas 500 personas, coordinaron las evaluaciones y recibieron la información de la plataforma para hacer las correcciones o tomar determinaciones en pro del éxito del examen no presencial.
Foto | Freepik
¿Cómo reconoce al estudiante?
En el proceso Icfes se hizo un registro previo de los estudiantes que se inscribían y se les tomaron fotos de frente y de los costados izquierdo y derecho de su rostro para elaborar un perfil digital, acompañado de su documento de identidad.
“La persona ingresa a su examen, la plataforma escanea el rostro y corrobora que corresponde al perfil facial. Si no es, ni siquiera se le presenta el examen para resolverlo. Un requisito fundamental era que la cámara estuviera siempre disponible, era obligación. Si había una falla técnica, debían soportarlo para no anular el examen”, sostiene el director ejecutivo de Cognos Online.
En noviembre el proceso se hizo con 254 mil estudiantes, de ellos 211 mil de Saber Pro, que son los que terminan sus carreras universitarias. En total, sumando los de agosto, alcanzaron los 326 mil alumnos que estuvieron en el examen no presencial. La participación fue del 97.5 %.
Los resultados del examen, que se empezaron a conocer este mes, se entregaron en un plazo máximo de cinco días y mínimo de dos.
El dato
Las personas en condición de discapacidad tuvieron su espacio. A los invidentes se les leyeron las preguntas para que pudieran responder, mientras que con los sordos se hizo a través del lenguaje de señas. Tenían interacción en tiempo real.
En cifras
-326 mil estudiantes presentaron el examen. Al día fueron 40 mil pruebas.
-La inversión para la evaluación electrónica fue de $9.875 millones.
-Se tomaron 181 millones de registros fotográficos en simultánea para el seguimiento de los alumnos. El aeropuerto ElDorado toma 40 millones de imágenes en un mes.
-Las pruebas, de casi cinco horas, se dividieron durante el día con grupos desde las 6:00 a.m. hasta las 9:00 p.m.
Del exterior
El examen de estado virtual permitió que las pruebas también las presentaran colombianos que residen en el exterior. Se hicieron desde Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Estados Unidos y países de Europa y Latinoamérica.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015