LA PATRIA | MANIZALES
A la redacción de LA PATRIA llegó este relato de una manizaleña, que se queja del maltrato que recibió junto a dos familiares, de un conductor de servicio público.
"El lunes me encontraba en compañía de mi mamá y mi tía, en el sector de Milán, en Manizales. Luego de terminar la calle giramos hacia la izquierda en donde nos encontramos con que una de las vías, la de subida, estaba cerrada. Mamá, quien manejaba, permitió que un carro que ascendía pasara por el carril derecho y cuando nos metimos para seguir nuestro camino, un taxi aceleró y quedamos frente a frente en el tramo. El carro que iba detrás de él se devolvió en reversa para darle vía al taxista y poder seguir por nuestra ruta.
"El taxista lo que hizo fue apagar las luces, luego el carro y se bajó del vehículo afirmando que no se iba a mover. Ahí fue dónde empezaron a llegar otros conductores de taxi, empezaron a bloquearnos tanto por detrás como por delante de nuestro automotor. Los que llegaron se acercaban al carro insultándonos y hablando entre ellos, afirmando que estábamos alcoholizadas, súper borrachas y que nosotras nos teníamos que mover".
Acciones
La quejosa agregó que en ese momento empezó a llamar a la Policía y a la empresa de taxis para denunciar lo que pasaba. Los uniformados, dijo, les afirmaron que no le dieron importancia al caso porque desde la operadora les dijeron que era un problema por un carro mal estacionado.
"En las llamadas contábamos que eran al menos 10 taxistas rodeando un carro dentro del que iban tres mujeres. Por otro lado, la empresa de taxis afirmaba que el conductor sí estaba afiliado a la empresa, pero que no tenía GPS ni radio, pero cuando lo llamaban por el número lateral, él se acercaba a su carro. La Policía llegó y después de alegar con los taxistas que ni siquiera vieron lo que pasó, le exigieron al taxista que desbloqueara la vía y debía retirarse. Él lo hizo a regañadientes, pero nosotras sabíamos que no iban a quedar contentos, entonces les pedimos a los uniformados que nos acompañaran hasta la casa, pero no lo hicieron".
Y siguió: Mamá aceleró a fondo por la avenida Kevin Ángel, porque temíamos que fueran a seguirnos o a tomar represalias en nuestra contra. Pues efectivamente cuando íbamos cerca de Laureles vimos que nos seguían tres taxis, cuando subimos al Intercambiador de La Carola dos continuaron por debajo, pero otro nos siguió hacia La Carola, dimos varias vueltas y seguía detrás. Recordamos que en Aguas de Manizales vimos una patrulla y decidimos devolvernos por la avenida para que los policías nos ayudaran.
"Mi tía salió del carro hacia el taxi que se estacionó detrás de nosotras y le reclamó. Los uniformados se acercaron también y el hombre solo nos insultaba afirmando otra vez que estábamos borrachas y que no nos estaba siguiendo. Sin embargo, cuando los policías le dijeron que si no era así, se fuera, se subió a su vehículo, lo puso en frente del nuestro bloqueándonos la salida y comenzó a llamar otra vez a los compañeros. Hay que aclarar que este taxista no fue el mismo que estaba bloqueándonos el paso en Milán. Los policías llamaron refuerzos y llegaron 10 patrullas motorizadas. Un oficial nos preguntó que si habíamos ingerido alcohol, porque eso era lo que estaban reclamando los taxistas. Les aclaramos que no.
"Después de varios minutos se fueron yendo los taxis, hasta que solo quedó el de el problema y otro que desde antes nos estaba apoyando diciendo que nosotras no habíamos generado el problema, que le daba pena ajena con el gremio porque ellos se estaban sobrepasando con nosotras al hacer todo lo que hicieron".
¿Qué sigue?
Los policías quedaron con los datos del taxista y luego dos patrullas las acompañaron hasta la casa, ellas guardaron el carro de forma rápida por miedo a que apareciera un taxista y se acostaron. "En la mañana siguiente, a eso de las 5:20, mi mamá fue a sacar el carro y vio a un taxi muy extraño fuera de la vivienda. El taxista filmó mi cara y me da miedo ahora usar un servicio de esos". Están pendientes de los nombres de los conductores para interponer la denuncia en la Fiscalía y acudir a la empresa de taxis para buscar sanciones.
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