LA PATRIA| MANIZALES
Alias Bolaños estaba salido de la ropa. Minutos antes de empezar la audiencia de acusación por los delitos de extorsión agravada y concierto para delinquir agravado se regó en prosa en contra del director de la cárcel de La Dorada, Aldemar Penagos Escobar.
"Que fuera que dijeran que me gané un poco de plata, pero cagados $30 mil u $80 mil. Que tuviese qué ver en eso, aceptaba de una, pero nada. Muy duro, propongo que entre todos los que fuimos denunciados por ese director pongamos una demanda. Yo pago el abogado para ponerlo contra ese señor. Embalado por una chimbada de esas", anotó el procesado, quien permanece encerrado.
Bolaños hacía referencia a los hechos que le atribuyen junto a alias Yeison, José y Ortiz, por supuestos delitos ocurridos dentro de la cárcel Doña Juana.
Los sindican de extorsionar a otros internos. La investigación arrancó el 26 de marzo de 2019, cuando el director del centro penitenciario dio a conocer la denuncia de un interno del patio 3, quien indicó que desde allí operaba una banda dedicada a la extorsión y al tráfico de estupefacientes.
Contó que la droga ingresa al establecimiento por medio de los denominados lanzadores, personas externas que empaquetan la droga y la tiran por los muros de los patios, previa coordinación con internos y algunos guardianes. La idea era venderla dentro del centro de reclusión.
Además, que otros detenidos hacían llamadas extorsivas y coordinaban los cobros con personas que están afuera.
“Están estructurados en una asociación para delinquir. El líder coordina todo y establece reglas de conducta, canales de comunicación y roles. Unos se dedican a las comunicaciones intimidantes en un espacio adecuado en el sector de los baños del centro penitenciario, que acondicionaron como call center. El cabecilla les indica cómo abordar a las potenciales víctimas. Otros cobran afuera el producto de las extorsiones y se lo reenvían a los internos. Unos más buscan datos de próximos estafados”, contó la Fiscalía.
Bolaños o Caquetá, señalado como cabecilla de esta banda, es sindicado extorsionar a un interno y a la mamá de este. La señora habría consignado los valores a nombre de otras mujeres, encargadas por el grupo de recolectar los giros.
A este mismo sujeto le allanaron su celda del patio 7, le hallaron celulares y videos donde, según el ente acusador, tenía montado un call center de extorsiones, con varios internos a su servicio, encargados de las llamadas, mientras él pasa revista y se ubica en un habitáculo u oficina, hasta donde llegan a saludarle efusivamente. También le encontraron audios de conversaciones donde se planean las intimidaciones.
La acusación se programó para agosto, pues no fue posible conectar virtualmente a uno de los cuatro señalados.
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