LA PATRIA | MANIZALES
En menos de dos años, el invierno se llevó las vidas de tres pequeños habitantes de la comunidad de Veneros, en el Resguardo Indígena de San Lorenzo (Riosucio).
El 26 de julio del 2020 murió Mariana Gañán, de 14 años, cuando se desprendió una roca. Su hermana, Darly, de 12, resultó lesionada. La tragedia retornó a esta zona el sábado luego del intenso aguacero de la tarde, que además inundó a Supía, causó estragos en viviendas y acabó con la existencia de Martha Lucía Osorio, de 60 años.
Fue arrastrada unos metros por la creciente y la encontraron bajo rocas y palos. Bomberos Supía y Defensa Civil rescataron el cuerpo. Al nieto, que vio cómo la corriente arrastraba a su abuela, lo sacaron desnudo y herido.
En Veneros, un derrumbe arrasó el hogar de José Alexánder Andica Tapasco y Luz Miriam Gañán Gañán. Ellos vivían ahí con sus tres hijos: Manuela, Jaly Alexandra, de 26 meses, y Andy Yael, de 3 años. Estos dos últimos perecieron sepultados.
Con estas son ya 21 las vidas perdidas este año en Caldas en derrumbes y/o crecientes de ríos, cuatro de ellas de menores de edad.
La grave emergencia arrancó en Supía, cuyas calles se inundaron por la creciente del río del mismo nombre y la quebrada. El lodo entró rápidamente a las casas y algunas personas corrían desesperadas ante los rumores de una posible avalancha.
El reporte entregado por la Alcaldía habla de 4 viviendas destruidas, 302 afectadas, 28 familias perjudicadas, 16 barrios y 5 veredas con problemas, 3 vías rurales tapadas y 3 bocatomas con inconvenientes.
Además, colapsaron varios puentes: el que conduce a la vereda La Quinta; los de las quebradas Grande y Rodas, vía hacia La Loma; y pérdida de la banca en la vereda Murillo Alto.
Los inundados fueron la vereda La Playita, barrios Renán Barco, San Lorenzo, Popular, Congo, Guayabal, Libertadores, La Pista, La Julia y el sector de la Central de Sacrificio. Ayer, con carros de bomberos de Anserma, Manizales, Supía y Riosucio, coordinados por Empocaldas, se repartió agua en los diferentes sectores.
Este año se han perdido 21 vidas por derrumbes o crecientes en Caldas.
Bomberos de Riosucio, con sus unidades indígenas, trabaja desde el sábado en el censo de los afectados de San Lorenzo.
En esta zona vivía Martha Lucía Osorio, de 60 años.
La emergencia de la noche del sábado, en Supía.
El lodo y el agua se entraron a las casas.
Así amaneció ayer la tierra del pionono.
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