MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Si no se hubieran tomado las medidas de bioseguridad en marzo del 2020, con el primer caso de covid-19 en Colombia, el balance hoy sería catastrófico: más muertos y los servicios de salud "reventados".
En esto coinciden los médicos Jorge Iván Marín Uribe, especialista en microbiología clínica y enfermedades infecciosas, coordinador del servicio de Cuidado Intensivo en la Clínica San Marcel, y Carlos Humberto Orozco Téllez, especialista en epidemiología y secretario de Salud Pública de Manizales.
Dicen que ha sido un año de muchos aprendizajes, científicos y sociales, y de medidas que se debieron tomar desde hace mucho tiempo para reducir el contagio de otras enfermedades infecciosas.
Con el resultado positivo de una mujer de 19 años en Bogotá, recién llegada de Italia, el Miniserio de Salud solicitó a los secretarios de salud del país activar planes de contingencia. En Manizales se empezó a decretar toque de queda y luego confinamiento obligatorio, que se consideraron medidas tempranas, pero que hoy representan menos enfermos y muertos.
¿Para qué sirvió?
Según Marín Uribe, la cuarentena permitió preparar el sistema de salud pública para entender, aprender y comprender mejor el virus, cómo aislarse, cómo diagnosticar y cómo tratar a los pacientes. "Se logró correr el famoso R0 o tasa de transmisión, que el pico nuestro fuera más tardío".
Agrega que se aprendió de los errores de los demás países, 96 registraban cifras de contagio, y se buscó trabajar sobre la causa efecto, qué pasaba en otros lados del mundo para no repetir los mismos errores o tratar de enfrentar la situación de una manera más efectiva.
Orozco Téllez considera que el cierre temprano permitió además prepararse en infraestructura y en equipamiento para atender la primera ola del virus. "Si no hubiésemos contado con ese tiempo, las oleadas de covid en Manizales habrían llegado más temprano y prolongadas. No percibimos que hubiera descendido lo que empezó en octubre, sino que con una meseta rápida se reactivó todo y fue una sola oleada. Otras ciudades tuvieron dos oleadas en el 2020 y ya hay otras que están con probabilidad de una tercera. Aquellos que los cogió tan temprano, como Barranquilla, tuvieron una cuota de sacrificio por la falta de experiencia y de equipamiento, y el equivalente es la mortalidad".
Otros beneficios
El uso adecuado de tapabocas, el lavado de manos continuo y el distanciamiento entre personas llevaron a evaluar un fenómeno de salud pública interesante, expresa Marín Uribe. "Se disminuyeron de manera importante las infecciones respiratorias virales, en especial influenza; el virus sincitial respiratorio y el adenovirus, todos que son microorganismos que causan especialmente cuadros gripales en adultos y niños".
Agrega que también se disminuyeron las diarreas por rotavirus, frecuentes en niños y ancianos; las neumonías bacterianas, especialmente por neumococo, primera causa de neumonía en adultos.
"Aprendimos a cuidarnos con hábitos de vida saludables que hace rato debimos haber adoptado para disminuir la transmisión de esas enfermedades. De ahora en adelante, o por lo menos cuando superemos esta pandemia, lo que se espera es mantenernos en algunas medidas para seguir evitando la transmisión de estas enfermedades infectocontagiosas", asevera.
El secretario de Salud suma a la lista de medidas la ventilación de espacios. Reporta que los índices de gripa convencional en Manizales bajaron sustancialmente en el 2020 por las prácticas de bioseguridad, que no deben ser solo de pandemia, "deben tener una representación en todo el comportamiento social".
Marín Uribe también habla de que retomó preponderancia e interés el concepto de vacunación, así algunas personas no quieran vacunarse contra la covid, al menos preguntan.
Mortal
Orozco Téllez indica que por concentrarse en la pandemia, se descuidaron las enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, enfermedad renal, enfermedad mental. "Hubo cierre de la consulta externa, de la cirugía electiva, atención por teleasistencia que de alguna manera aunque hubo servicio, puede haber inercia terapéutica, o sea que no se cambian medicamentos ni se genera una conducta distinta y algunas enfermedades que se están agudizando terminan mal".
Sostiene que la covid-19 ocupó el primer lugar como causa de muerte en el 2020 y desplazó a las muertes por enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y traumas. "En 9 meses del 2020 hubo 460 muertes por encima de lo convencional, atribuibles a covid, y en el pico, entre enero y febrero del 2021 tuvimos 150 muertes".
No obstante, Marín Uribe resalta el esfuerzo que hicieron los gobernantes desde el principio de la pandemia, y que además hayan escuchado a la comunidad médica para entrar en cuarentena.
"Si en marzo del 2020 la Clínica San Marcel hubiese tenido el volumen de pacientes de covid que tuve entre septiembre y diciembre, más del 80% se me hubieran muerto, porque el conocimiento de la enfermedad era mínimo, no teníamos experiencia en su manejo. En cambio en septiembre logramos afrontar de una manera más tranquila e integral la situación, porque ya conocíamos y sabíamos cómo la podíamos tratar y manejar".
"Hay que recordar que este virus está generando mutaciones, que es la capacidad de cambiar su conformación genética, y pueden traer nuevas tasas de infección y de transmisión. A Colombia todavía no han llegado todas las mutaciones. No tenemos claro si las vacunas tienen cubrimiento sobre todas estas mutaciones, por eso queremos decirle a la gente que esto todavía no se ha acabado, que el virus está ahí y estamos tratando de mirar si las vacunas disponibles las cubren. Además, si bien es cierto que la vacunación es muy importante para prevenir enfermedades infectocontagiosas, también es que las vacunas no son mágicas. Una población genera inmunidad de rebaño cuando se ha vacunado más del 70%, cuando no supera este porcentaje no podemos hablar de que estamos protegidos. Las vacunas deben ir sumadas a las tres estratégias principales: buen uso del tapabocas, lavado de manos continuo y distanciamiento entre personas".
"El mundo, y tal vez Colombia, no han abordado la pandemia evaluando los condicionantes socioculturales, que expliquen el comportamiento social frente a las medidas recomendadas. Hay una resistencia, y el ser humano tiene un límite para aceptar medidas restrictivas, por eso hay caída rápida de las recomendaciones sanitarias para prevenir la enfermedad.
En la medida que los países comprendan cómo se comporta el ser humano, que inviertan en acompañamiento, el futuro es mejor; porque la covid se convertirá tarde que temprano en enfermedad endémica (que llega por ciclos).
Mientras no haya control de factores condicionantes que limitan el aislamiento preventivo, como el hacinamiento y la subnormalidad en el trabajo; gente que se ve obligada a salir a rebuscarse el día a día, casas que no alberguen con buena ventilación a las personas y donde terminan conviviendo cinco y seis personas por habitación, la probabilidad de que esto logre un control efectivo es baja, porque no se alcanzan a intervenir los dos fenómenos de transmisión más importantes: por aerosoles y por contacto".
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015