LA PATRIA | MANIZALES
Los $44 millones que iba a recibir un hombre por concepto de liquidación laboral se convirtieron en un lío penal porque el extrabajador denunció que le habían falsificado una firma.
La secuencia de sucesos se destapó luego de que se incumplieran los términos de un pacto y se llevara como prueba el documento firmado ante un juzgado laboral de Manizales.
De acuerdo con la acusación presentada por la Fiscalía, la presunta víctima laboró en una finca del denunciado durante 12 años y para efectos de liquidación se encontró con su exempleador para firmar el respectivo documento de acuerdo.
Tras presentarse el presunto incumplimiento, el extrabajador acudió a un abogado y le indicó que su firma era distinta a la que aparecía en los documentos. Con esa información el profesional del derecho acompañó como representante de la víctima al denunciante.
La prueba pericial realizada por el grafólogo del CTI de la Fiscalía permitía en principio inferir que hubo falsedad en documento privado. Sin embargo, luego aparecieron otras pruebas testimoniales que daban cuenta de contradicciones del denunciante.
Una de ellas consistió en haber negado que asistió a un despacho notarial, cuando en realidad sí estuvo en el lugar. Así se fue desdibujando la acusación presentada por la Fiscalía y todo terminó en una absolución.
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