EQUIPO PÚBLICO
LA PATRIA | MANIZALES
A Claudia Patricia Jaramillo el destino la ha puesto a vivir dos tragedias por derrumbes en Manizales: la del 5 de noviembre del 2011 en el barrio Cervantes en la que murieron 48 personas y la del 23 de febrero de este año en el barrio Centenario donde fallecieron sepultados tres habitantes.
Ella forma parte de las 20 familias que siguen evacuadas. Agradece a los manizaleños las ayudas en ropa y alimentos para mitigar la emergencia, y a las autoridades las gestiones para acceder a subsidios de arrendamiento, pues la casa que ocupaba en alquiler fue la que destruyó el derrumbe que se vino desde la parte superior en el barrio La Castellana y acabó con las vidas de sus tres vecinos, que residían en pisos distintos. Asegura que antes de este episodio habían solicitado revisión de la ladera, por donde salía mucha agua.
"Un día salí a trabajar y la calle estaba muy mojada, y no había llovido. Llamé a un conocido en la Alcaldía, vinieron, revisaron la ladera y dijeron que era que al barranco le habían puesto unos tubos para que el agua lluvia saliera, pero eso no sirvió. Gracias a Dios, al momento del hecho yo estaba trabajando, de lo contrario no estaría contando el cuento", asegura.
El día del deslizamiento, su hijo Juan Camilo Bolívar pasó hacia el mediodía por la calle de encima en La Castellana, donde se originó el derrumbe. "Vi a trabajadores de Aguas, ya con el roto en la tierra y brotando agua de un tubo que se reventó. Después del derrumbe el tubo seguía botando agua".
Temores
Según José Aristides Duque, presidente de la Junta de Acción Comunal de Centenario, les preocupan otros sectores vecinos al derrumbe. "No sabemos hasta qué parte vayan a tratar la ladera, pues en la calle 10B con carrera 31, al lado de las escalas, el muro se está viniendo, en la parte alta hay escalas fracturadas y en la vía, donde la maquinaria se estacionó hay un hundimiento".
Agrega que muchas personas se han ido del barrio, en especial inquilinos, pues el riesgo no ha pasado. "La gente está desconfiada, tiene temor y por eso prefiere irse. La Policía ha estado presta con la vigilancia las 24 horas del día, pero los nervios son muchos".
Jairo Meneses González habita en Centenario desde hace 21 años en la calle 10B con carrera 31 y les preocupa que están sobre el mismo terreno de la ladera y con las fuertes lluvias que están cayendo desconocen si el riesgo de deslizamiento también los esté amenazando.
"No queremos que nos vaya a ocurrir lo mismo, pedimos que el Gobierno y los entes encargados le pongan mano a esto lo más pronto posible para estar más tranquilos. En la ladera se ve un hundimiento, y sería muy bueno que revisaran las tuberías de las casas de la parte alta porque uno ve que construyen y ponen tuberías, pero a dónde van a dar esas aguas".
Se organizaron
Francisco Javier Pineda es otro damnificado del deslizamiento, tuvo que desalojar su casa, metros abajo del derrumbe. "Una tragedia de estas es un caos, más con víctimas fatales y la destrucción de prácticamente dos viviendas, una de ellas multifamiliar".
Cuenta que eso fue un miércoles y al día siguiente en la tarde se reunieron con el alcalde, Carlos Mario Marín, a quien le preguntaron por qué el desorden en la atención. "Él nos manifestó que llevaba casi 24 horas en el lugar, que había ayudado a una persona que buscaba a familiares y que hasta pala había tenido que volear. Le expresamos que eso estaba bien, pero que sería muy bueno que nos coordináramos para evitar vandalismo en las casas que quedaron buenas y que nos queríamos organizar para identificar a los damnificados y canalizar las ayudas hacia ellos".
Cinco o seis personas asumieron el liderazgo y montaron una oficina en el comedor de una casa; con la Unidad de Gestión del Riesgo comenzaron a identificar a los afectados. Los primeros días fueron para el rescate de víctimas y empezaron a recibir las ayudas de la Alcaldía (kit de alimentos para 15 días, kit humanitario -cobija y colchoneta- y kit de aseo) que entregaron a 23 familias para un total de 90 personas afectadas, cuenta Pineda.
Luego 108 personas, entre empresas y particulares, les llevaron ropa, alimentos y kit de aseo. Después del 27 de febrero instalaron una mesa administrativa y como comunidad, en una vivienda evacuada pero no afectada, montaron un centro de acopio para la distribución de las ayudas durante unos 15 días. Este sitio fue intervenido por Aguas de Manizales para poder suministrar agua al resto de la comunidad y tuvieron que sacar todo de ahí y empezar con voluntarios a elaborar kit de alimentos y entregarlos. Dicen que les alcanzó hasta para compartir de esa generosidad a otras personas y entidades sociales.
Lo que necesitan
"Lo que requerimos ahora es eficacia, eficiencia y efectividad de las autoridades para que intervengan el sector, revisen estructuralmente las 13 o 14 casas evacuadas, vengan de Aguas de Manizales a revisar con equipos las redes hidráulicas y sanitarias y que la Unidad de Gestión del Riesgo acelere las gestiones de un auxilio de arrendamiento nacional que pasado un mes de la emergencia todavía no hemos podido reclamar, aunque todos aportamos los documentos".
Ya empezó la reconexión de servicios públicos, les falta el acueducto y ayer estaban trabajando en el gas domiciliario. Esta comunidad también quiere saber el uso que se le dará al lote privado donde se generó el derrumbe y cuándo será intervenido. "Todavía vemos que hay material que puede desprenderse desde la parte alta y no han iniciado obras de estabilización para evitar el riesgo a los bienes inmuebles aledaños".
Jaramillo expresa que es la segunda vez que pasa por una situación de estas y que están esperanzados en que Aguas de Manizales responda. "Porque si por lo de Cervantes, que fueron 48 víctimas fatales ya van 10 años y nadie se pronuncia, qué decir ahora con Centenario. Si las cosas van a ser como en Cervantes, otra vez quedarán las cosas impunes por negligencia de Aguas".
* 23 de febrero 4:00 p.m. hubo un desprendimiento de tierra originado, presuntamente, por saturación de aguas en la montaña, de un lote privado ubicado entre el barrio La Castellana y la parte alta del barrio Centenario por la fractura de un tubo de 6 pulgadas de Aguas de Manizales y la consecuente fuga continua de agua desde ese mismo día a tempranas horas , hasta la hora del derrumbe.
* Como resultado fallecieron 3 personas: Lina Constanza Delgado Ocampo, de 42 años; José Duverney Quintero Ledesma, de 77 años y su nieta Ana Sofía Palacio Quintero, de 7 años. 8 personas fueron hospitalizadas, 2 viviendas quedaron destruidas y otras 14 casas más afectadas. 23 familias damnificadas para un total de 90 personas evacuadas.
Augusto Carmona, habitante
Ya hicieron remoción de escombros, lavado de jardines y fachadas. Estamos esperando que la UGR haga la revisión estructural de las viviendas para saber cuáles se pueden habitar y cuáles no y en qué estado están, porque como cayó tanta agua no sabemos para donde echó.
Valeria Giraldo, habitante
Antes de la tragedia mandamos cartas, derechos de petición, e incluso nos comunicamos con la Personería y nunca respondieron. Estas casas destilan agua por debajo, tocó meter un tubo. Luego de la tragedia, estuvimos sin agua cuatro semanas, Bomberos trajo agua los dos primeros días.
María Eumelia Zapata, habitante
La Alcaldía dijo que con una motobomba tratarían de sacar el agua represada en estas casas, o si no tenían que evacuar a todo el mundo, pero es muy incoherente, por qué ahora y no antes.
Luis Fernando Úsuga, habitante
Ya tenemos agua, luz y están acomodando el gas. Nos están dando un subsidio de $264 mil mensual por tres meses, pero no no han dicho cuándo podemos volver a las casas, porque la Alcaldía estuvo muy pendiente los primero 15 días, pero no los volví a ver.
Alexa Morales, jefe de la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) de Manizales, indica que gestionaron ayudas ante el Gobierno Nacional y enviaron a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) la documentación de los damnificados para que le den trámite y las familias puedan acceder a un auxilio de arrendamiento adicional que fue un compromiso de esta dependencia.
Sobre la inspección de las casas y de otros puntos del barrio, Morales dice que llevan a cabo dos procesos de contratación: uno para evaluación de daños que tiene que surtir el proceso de estudios previos, análisis del sector, está en revisión de Jurídica para ser publicado en el SECOP, y otro para demoliciones de las dos viviendas que más afectaciones tuvieron y remoción de tierra y de escombros en estos predios.
En cuanto al riesgo en otros puntos, expresa que se tiene una caracterización desde el Plan de Ordenamiento Territorial, pero hay que recordar que la mayoría de predios de la parte superior, cerca a La Castellana, son privados. "Cuando se construye desde la curaduría siempre se ha exigido a los propietarios las intervenciones necesarias para la estabilización de estas construcciones. Con los ingenieros se ha revisado todo lo que ha manifestado la comunidad, y han habido agrietamientos que no son nuevos. Se considera que no hay inminencia de un nuevo deslizamiento. Estamos pendientes además de construir una obra de estabilidad en el punto".
Omar Eliud Nova, gerente de Aguas de Manizales, señala que el hecho es materia de investigación para encontrar la causa de la precipitación. "Hemos venido analizado inquietudes de la comunidad. Establecer en este momento si tuvimos algún tipo de responsabilidad, no es posible".
Afirma además que cuando se presentó el daño mandaron personal al sitio e identificaron un tubo que botaba agua. “Al momento en que ocurrió la emergencia iniciamos unos procesos para ofrecer el servicio y encontrar la causa del daño. Hay una firma contratada, Aquaterra, para realizar los estudios de suelos ”.
Añade que con los líderes de Centenario han hecho reuniones, pero el hecho sigue en investigación. Respecto a la revisión con equipos a las redes de acueducto y alcantarillado en cada inmueble agregó : “esto se ha venido haciendo de acuerdo a la solicitudes de la comunidad”.
Según el director de Corpocaldas, Juan David Arango, la zona donde ocurrió el deslizamiento en Centenario tiene un relleno que probablemente fue el residuo de tierras del barrio La Castellana que quedó allí y ese relleno está compacto con una formación antigua que se llama Casabianca. "Como hay un contraste de rigidez entre el relleno y el suelo de abajo, que es más compacto, por eso pudo presentarse el deslizamiento".
No tienen datos de la zona donde se afectaron las casas y anuncia que tocaría mandar a inspeccionar cómo está la zona. "Diría que el mayor riesgo es la ladera de arriba, en donde han ocurrido otros derrumbes y que Corpocaldas ha corregido, pero en la ladera donde están las viviendas habría que verificar el manejo de aguas negras".
Arango informa que la proyección es tratar la ladera afectada, incluyendo la zona donde se deslizaron las casas, y que probablemente sea con una estructura anclada, pero eso le corresponderá definir a la firma que hace los estudios. "Calculamos un costo cercano a $6 mil millones, Corpocaldas está tramitando un crédito para ejecutar estas obras, trámite que es demorado y complejo porque se debe hacer al Gobierno Nacional y luego convocar a los bancos. Mientras tanto, creemos que se pueden hacer obras como perfilado del talud y cubrir la ladera con plástico".
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