LA PATRIA | MANIZALES
La sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Control Ético del Partido Liberal Colombiano realizada ayer en Bogotá para analizar y tomar decisiones disciplinarias en el caso del senador Mario Castaño Pérez terminó sin determinaciones de fondo. Entre martes y miércoles lo harán, tras finalizar la indagatoria del congresista.
Castaño está detenido desde el martes en la noche por la Fiscalía, a solicitud de la Corte Suprema de Justicia al estar involucrado en el sonado caso de Las Marionetas (ver El proceso).
El Consejo de Control Ético evaluó ayer los hechos contra la administración pública que le endilgan a Castaño. Algunos liberales en Bogotá consideran que esto podría concluir en una suspensión, es decir del derecho a voz y a voto, y que dicho Consejo podría pedir pruebas a la Fiscalía para iniciar la expulsión del Partido.
Castaño goza en este momento de presunción de inocencia porque no ha sido condenado. La justicia lo interroga.
Consecuencias
Independiente de la situación jurídica, Castaño es aún el presidente del Partido Liberal en Caldas y en Manizales porque fue elegido en asambleas de los directorios Departamental y Municipal.
Liberales del departamento indican que podría estar pensando en renunciar a su militancia, caso en el que asumiría la dirección el diputado Jorge Hernán Aguirre, vicepresidente del Directorio Departamental, hasta que se elija de nuevo en asamblea.
Castaño también podría estar pensando en renunciar a la curul actual como senador, cuyo periodo termina el 20 de julio. Si lo hace antes de que el Partido tome otra decisión, habría que analizar qué pasa con este cargo de elección popular, al que llegó en el 2018 y al que le quedan 40 días de vigencia.
Según la ley, el Partido no perdería inmediatamente la curul y por tratarse de una falta absoluta, el presidente del Senado podría llamar a la siguiente persona en la lista de esa colectividad para que tome el puesto de Castaño.
Los liberales en Caldas sostienen que otro escenario es que no se puede hablar de renunciar a la curul en la que fue reelegido el 13 de marzo de este año y que lo llevaría de nuevo al Senado a partir también del 20 de julio, cuando apenas toma juramento y se posesiona el Congreso de la República para el periodo 2022-2025. El argumento es que no se puede renunciar a lo que no se tiene, así le hayan entregado credenciales como senador electo.
Silla vacía
Si la justicia condena a Castaño, esto traería consecuencias graves para el liberalismo porque en Colombia las curules no son personales, sino institucionales.
En el país, solo la jurisdicción de lo Contencioso Administrativo (Tribunal de lo Contencioso o Consejo de Estado) puede anular una curul, y ahí cabría que el Congreso aplique la Ley 5 de 1992 o Reglamento del Congreso que señala en su Artículo 280: "Casos de inhabilidad. No podrán ser elegidos Congresistas quienes hayan sido condenados, en cualquier época, por sentencia judicial a pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o culposos".
Esto podría llevar a la figura de la silla vacía, que según el portal razonpublica.com "fue adoptada con el acto legislativo 01 del 2009 como medida para sancionar a los partidos políticos que tenían vínculos con grupos al margen de la ley o con el narcotráfico".
El portal agrega que con esto "se estableció la responsabilidad política de los partidos y sus directivos por avalar a personas con nexos con organizaciones o empresas criminales. El castigo de la silla vacía hizo que los partidos no pudieran reemplazar a los judicializados, pues antes de eso, las renuncias o inhabilitaciones de un congresista, por cualquier motivo, sencillamente daban pie al ingreso del candidato siguiente dentro de su lista".
Si se aplica la figura de la silla vacía no se sabe hasta qué punto el Partido Liberal podría llamar al que le sigue a Castaño en votación de la lista para que asuma el próximo periodo (Sara Jimena Castellanos Rodríguez), pues si la justicia dice que Castaño es culpable de corrupción, se aplicará la silla vacía y el Partido lo más seguro es que perdería la curul y Caldas una representación para el departamento.
El proceso
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) investiga el caso de una supuesta red de corrupción en la que están involucradas unas 60 personas, y que era encabezada por el senador Mario Castaño, quien presuntamente recibía porcentajes en dinero de contratos en municipios y entidades de orden nacional. La estructura ilegal habría ganado en dos años cerca de 50 contratos, que ascendieron a unos $60 mil millones. Ya hay 10 personas capturadas por el CTI en Bogotá, Manizales y Chocó.
Los delitos que le señalan a Castaño son concierto para delinquir, interés indebido en la celebración de contratos, peculado, concusión y estafa. La indagatoria en la CSP se inicia hoy.
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