Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
Con la reactivación de distintos escenarios, tras los momentos más complejos de la covid-19, el acceso a las cirugías plásticas también fue posible. Sobre el particular, vale tener en cuenta algunos puntos para la seguridad de los pacientes.
Del asunto habló Juan Carlos Pérez Quintero, cirujano plástico y craneofacial, especialista en rinoplastia, intervención que calificó como una operación bastante frecuente en el ejercicio propio y en el de sus colegas.
"Eso no la hace fácil, es complicada. La nariz, por ejemplo, no perdona. Hay que tener muy en cuenta la asesoría al respecto", dijo el profesional con estudios en la Universidad de Manizales, Universidad El Bosque y la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.
Pérez instó a tener la suficiente claridad a la hora de elegir el profesional, buscando siempre a gente con experiencia en estas y otras intervenciones. Sugirió optar por un médico y no por quienes, practicando ciencias afines, digan tener experiencia en la materia.
"Ojalá médicos especialistas en cirugía plástica y si tienen otros estudios, aún más profundos, mucho mejor. Para saber sobre eso está la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica. Con la entidad se puede consultar los especialistas por elegir y si se encuentran avalados o no por el Ministerio de Salud y Protección Social".
Pérez detalló:
Riesgos vs beneficios
"Como toda intervención, esta tiene sus beneficios y sus riesgos. Toda cosa que se haga con y para el cuerpo tiene su peligro, así sea tomar un medicamento. Sangrados, infecciones, hematomas, dolor, inflamaciones, asimetrías, algunos inconvenientes que pueden aparecer", subrayó.
Pérez indicó -en este punto- que garantizar un resultado, en todo el ámbito de la medicina, independientemente de la especialidad, resulta imposible. Dijo que la suya sigue siendo una ciencia inexacta.
"Todo el planeamiento prequirúrgico, acompañado de diferentes medios tecnológicos, sirve para establecer objetivos reales y, sobre todo, para que ello concuerde con una idea real en el paciente".
Agregó: "Es algo muy común de los latinos el querer tener cuerpos perfectos y el llevar una nariz sacada de una revista, que pertenece a un artista, y esto no funciona así. Es que todos los cuerpos son diferentes y a la persona, seguramente, no le va a quedar igual. No hay una rinoplastia o intervención alguna que vaya a ser igual a otra y lo mismo con el resultado".
Salud vs estética
La gran mayoría de las intervenciones tiene un objetivo combinado: "La rinoplastia funcional, de por sí, lo que busca es permeabilizar la vía aérea, lo que se logra enderezando el septum nasal (lámina de cartílago entre las dos fosas); abriendo las válvulas nasales -tanto internas como externas- y logrando que la permeabilidad interna sea la adecuada. Cuando la afección es muy grande, es necesario recurrir a la otorrinolaringología. Tiene muy buenos resultados cuando se opera en conjunto".
Pérez habló sobre la participación de otras áreas en la cirugía plástica. Reconoció lo bueno de querer tener un rostro bonito, pero llamó a valorar la implicación psicológica que las operaciones dejaban para bien o para mal.
Sin límites
Cuando el paciente llega a donde un cirujano lo suficientemente preparado, según Pérez, con la ética para ponerle los pies sobre la tierra con respecto a lo que se podría lograr, este va a identificar cuándo la persona no tiene una buena aceptación de la imagen.
"Puede haber un trastorno dismórfico corporal, en el que no se tiene claro qué quiere y para dónde va. Ahí se les debe decir que no son candidatos a cirugía. Hay pacientes que ya vienen con muchas intervenciones encima y, realmente, después de operar una vez, la anatomía cambia, se altera, cicatriza. La gente suele creer que una operación resuelve todo y no es así. Un tejido ya operado es muy distinto a uno virgen".
Del precio
Las cirugías plásticas, advirtió Pérez, suelen ser de alto costo. El profesional hizo un llamado especial a los candidatos a pasar por el quirófano, para que no pongan en riesgo su salud por buscar algo más barato.
"Lo barato sale caro'' es un dicho popular que aplica para esto también. Debe primar la elección de un cirujano plástico idóneo, cuyo título esté avalado por las autoridades en salud. Es mejor no operarse y dejar pasar el tiempo; mientras se ahorra la cantidad suficiente. Hay que dudar de un precio que puede ser cinco veces menor al de otro".
Por género
Sobre quienes recurren más a la cirugía plástica, particularmente a la rinoplastia, Pérez dijo tener -en cuanto a género- un porcentaje muy parecido de pacientes.
"Ya no se limita solo a las mujeres, es una opción que también tienen los hombres. En otras cirugías la balanza si puede que se decante más por un género u otro".
Intervenciones múltiples
Algunos casos permiten que se realicen varias intervenciones a la vez: "Todo depende de las cirugías. Si es una cirugía corta, de bajo riesgo, puede considerarse la alternativa".
Foto | Cortesía | LA PATRIA
"Elijan bien. Una mala decisión pone en riesgo la cara y hasta la vida. Tómense el tiempo de elegir, no piense solo en lo económico. Tampoco -muchas veces- lo más caro es lo mejor": dijo Juan Carlos Pérez Quintero, a quien encuentra como @juancarlosperezcirugiaplastica, en Instagram. Vea en su cuenta de YouTube (juancarlosperezcirugiaplastica) los pros y los contra de operarse.
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