MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
El cambuche que hizo hace 67 años doña Oliva Marín de López en terrenos del entonces Club Campestre, hoy Bosque Popular El Prado, fue la primera piedra del sector Chachafruto en Manizales, que está en proceso de legalización.
Doña Oliva falleció hace dos años. Su hija, Belén López Marín, cuenta que llegaron con otro hermano a la zona hacia 1955, a casa de una señora que les dio posada en la parte alta, es decir cerca a la Avenida Alberto Mendoza.
"Como se le empezó a aumentar la familia, dijo que era el momento de buscar otro espacio más abajo. Hicieron un cambuche con cuatro guaduas y un plástico. Como nadie vino a molestar, nos quedamos. Esto era un camino de herradura por donde pasaba ganado del páramo hacia el matadero".
A doña Oliva le decían la mona, trabajó en la cocina del Club Campestre, y a Belén, a sus 10 años, la llevaron allí para ayudarle. "Recuerdo que pasábamos por una quebrada, sobre la que nosotras mismas más tarde hicimos una especie de puente porque corría mucha agua, y también hicimos un pozo para recoger agua y hacer de comer y lavar ropa".
Luego empezaron a llegar otras familias. Decidieron llamarlo Chachafruto porque había muchos de estos árboles.
Contentos
José Ariel Serna es el presidente de la Junta de Acción Comunal de Chachafruto. Hace 30 años se trasladó de Maltería a este sector donde encontró un arriendo más económico. 14 años más tarde se ganó un chanche con lo que pudo comprar una vivienda en esterilla, por $10 millones. No le entregaron escritura, sino una carta venta que certifica posesión del predio.
"Conseguí materiales, la organicé y ya está buena, aunque falta reemplazarle la esterilla a una parte. Estamos muy contentos con la legalización, que se da porque presentaron una acción popular. Tendremos las escrituras y el barrio quedará muy elegante. Esto por aquí es muy sano y quedará mejor porque llegarán vías y subsidios para organizar las casas".
Chachafruto tiene caseta de Acción Comunal, cancha de fútbol, conexiones de servicios públicos. Don José Ariel cuenta que los habitantes pagan luz, agua, gas natural e internet quien tenga ese servicio, y que algunos, impuesto predial; él, por ejemplo, asegura cancelar $48 mil por todo el año.
Siendo alcalde Jorge Eduardo Rojas se propuso en el 2015 cambiarle el nombre a Chachafruto por Jardín del Bosque, pero allí no le ven problema a que se siga llamando Chachafruto. Esta comunidad sigue haciendo reuniones y atenta a la legalización y conformación como barrio, pero sobre todo feliz por vivir en un sector tranquilo, que a pocos pasos tiene el parque más grande de la ciudad: el Bosque Popular El Prado.
Los pasos
La arquitecta Claudia María Salazar, directora de la Unidad de Gestión de Vivienda en Manizales, indica que la legalización urbanística está inscrita en la ley como Programa de Mejoramiento de Sectores Barriales, y que en Manizales está asociada a 13 sectores que son de Mejoramiento Integral de Barrios, según el Plan de Ordenamiento Territorial vigente.
"Estos 13 sectores están en zona de riesgo mitigable; es decir, los que con una intervención del Estado en conexión de redes de servicios públicos, de espacio público, de vías, de mejoramientos de vivienda pueden evolucionar y volverse un asentamiento normalizado y entrar a la legalidad urbanística".
Agrega que el alcalde, Carlos Mario Marín, priorizó en su Plan de Desarrollo avanzar al menos en la formulación de dos mejoramientos integrales, uno es Chachafruto como prueba piloto, y el estimativo del costo de este proceso está entre $8 mil millones y $10 mil millones.
"Chachafruto era un asentamiento en predios públicos del Bosque Popular El Prado, sobre el que hace unos dos años se hizo la desafectación. Esto quiere decir que se sacó del Bosque Popular, se compensó esa área en otra zona y ya este predio independiente, aunque es del Municipio, puede iniciar un proceso de titulación porque perdió su condición de uso público".
La Unidad de Vivienda termina un diagnóstico y con él determinará el estado de redes de servicios públicos, de espacio público y de movilidad; hará diseños y un plan urbanístico que debe pasar a la Secretaría de Planeación. Esperan presentar a finales de junio la solicitud de licencia de legalización urbanística, para que Planeación la conceda e indique que deja de ser un asentamiento subnormal y entra a ser un barrio legalizado.
Luego vendrá el loteo y la delimitación de qué será espacio público y propiedad privada, para terminar en la titulación de los predios y en mejoramientos de vivienda o reubicaciones para quienes estén en zonas de riesgo no mitigable, que esperan se dé el año entrante.
Caracterización
El también arquitecto Juan David Arboleda, director del proyecto en esta Unidad, señala que desde el 2015 se han hecho obras de mitigación del riesgo en Chachafruto, como la canalización de la quebrada El Perro y otras acciones que han permitido pensar en la legalización.
Dice que en un censo de viviendas establecieron que el sector cuenta con 77 hogares y 218 personas, muchas adultas mayores. "Es una población que está muy arraigada al territorio y que tiene una historia larga en el sector. La mayoría nació allí, sus padres o abuelos fueron los primeros en establecerse. Este es un programa dirigido a asentamientos humanos que tienen una tradición sobre el territorio y que busca reconocer las dinámicas urbanas que se han ido consolidando en la historia de la ciudad".
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