LA PATRIA| MANIZALES

José Aníbal Restrepo Echeverri, de 47 años, aceptó que mató a su hermano, Jairo Antonio. Respondió ante la justicia por homicidio agravado en concurso con porte ilegal de armas de fuego de defensa personal. El Juzgado Penal del Circuito de Riosucio lo condenó a 13 años de cárcel.

El caso se remonta al 23 de marzo del 2020, sobre las 5:00 de la tarde, en la vereda Cabras, finca El Cobre, de Marmato.

José Aníbal, armado de una escopeta, le asestó disparos en zonas vitales del cuerpo a su hermano, quien murió en el lugar. Todo se sucitó ante una discusión por líos familiares, acrecentados después de la muerte del progenitor y la pelea por la herencia.

El agresor llamó a la Policía para contar lo que hizo y entregarse. Ahí empezó la judicialización. Al inicio de la audiencia preparatoria, el 13 de junio pasado, las partes anunciaron la intención y voluntad de llegar a un preacuerdo, en el que el hombre aceptaba cargos, a cambio de una pena de 13 años, reconociéndole la ira e intenso dolor. El pacto fue aprobado y se ordenó encarcelar al sujeto para garantizar su comparecencia al proceso. Pasó de domiciliaria a intramural.

José Aníbal Restrepo Echeverri, el condenado. Los conocen como Los Narizones. Jairo Antonio Restrepo Echeverri (derecha) recibió lesiones en cabeza, cara, tórax, espalda, abdomen y pierna izquierda.

Frases

• *“Londoño (policía), me encuentro aquí en la finca y acabo de matar a mi hermano, para que lleguen. Deseo entregarme voluntariamente”, condenado.
• *"Vivo en la finca El Cofre, desde hace dos años me contrató Jairo Antonio Restrepo para irme a vivir ahí. Bajó llorando y me dijo que su hermano le había hecho un tiro al aire, que le había rozado la cabeza muy cerquita. Le expresé que no se devolviera por ahí, que se subiera por el desecho para salir a la carretera. Él se fue y llegó a la casa del hermano, cuando escuché tres o cuatro tiros, desde mi casa vi que Antonio se desplomó", testigo.
• *"Jairo era mi hermano, desde la niñez no teníamos una relación cercana de hermandad, pues era autoritario, llevado de su parecer y quería que todas las personas giraran alrededor de él. Ese día lo vi muy disgustado, llegando al portón de la casa, que lo mantengo con llave, y trató de abrirlo. Le dije que no entrara, porque lo mataba. Hice un tiro al aire, se fue y a los 20 minutos volvió con un revólver en la mano. Me gritaba 'perro hijueputa, ahora sí te voy a matar'. Me asusté mucho y vi que él se estaba subiendo por la puerta. Le disparé y se le cayó el revólver", condenado.

Caldas acumula, entre el 2021 y el 2022, 14 crímenes en donde el victimario fue un familiar y/o allegado.