Venta de juguetes sexuales, entre lo virtual y lo presencial

Miguel Orlando Alguero

LA PATRIA | MANIZALES

De las visitas presenciales, a veces un poco tímidas o a hurtadillas, a la virtualidad.

Así describen las tiendas de juguetes, objetos y lencerías sexuales en Manizales, la forma en que se transformaron sus ventas durante estos seis de pandemia.

Cuando hacen cuentan, administradores y propietarios de estas tiendas señalan que antes de la pandemia en un día normal vendían en sus locales entre cinco y seis pedidos, ahora estos pasaron a los domicilios, resultado de compras por canales digitales.

Según estos administradores, en Manizales hay por lo menos ocho negocios y 15 tiendas virtuales.

Canales

Jairo Andrés Palacio, administra la tienda Eróticos y Lencería Sexshop, en el Parque Caldas, comentan que cuando empezó la cuarentena las ventas bajaron automáticamente, pero a la semana se incrementaron y luego se mantuvieron durante estos meses.

“Como hace siete años tenemos nuestros canales virtuales de ventas no nos golpeó tan fuerte. Muchos de nuestros clientes se volcaron a comprar por allá y se les enviaba su domicilio. ¿Qué pasó?, los que compraban virtual para entrega a domicilio lo siguieron haciendo y los que lo hacían presencial se mudaron a los canales digitales. Este sector no tiene picos altos ni bajos, todo se mantiene”.

Palacio agrega que las ventas virtuales balancearon la parte física, mientras estuvieron cerrados. “El valor agregado de esta tienda es ofrecer asesoría para que los clientes conozcan bien el producto y sepan usarlo. Muchos se lanzaron a experimentar y otros aprovecharon el tiempo en casa para explorar la curiosidad sexual”.

Relaciones virtuales

Otra mirada tiene Cecilia Cáceres, de la tienda Love Store en el sector de El Triángulo. Dice que los primeros dos meses de la cuarentena fueron complicados porque los clientes no pudieron salir, pero mantuvieron sus pedidos a través de los medios virtuales del negocio, y las compras se las entregaban a domicilio.

“En cambio este mes ha sido duro, ya se siente el golpe fuerte en el bolsillo de las personas. Pero, a pesar de las dificultades, la gente sigue comprando juguetes sexuales. Lo hacen por redes sociales o por Whatsapp”.

Cáceres explica que los juguetes que más tuvieron acogida durante la pandemia fueron los productos de distancia a través de aplicaciones, es decir, juguetes que funcionan con una aplicación que se descarga en el celular. “La tendencia es tener relaciones sexuales virtuales con juguetes que funcionan con aplicaciones móviles. La otra persona lo manipula según la intensidad de las vibraciones y sensaciones”.

Tocar y ver

En un recorrido que hizo LA PATRIA se encontró que a los clientes les gusta el servicio a domicilio para mantener la discreción. María Eugenia, propietaria de la tienda Piso 13 en el centro de la ciudad, señala que las ventas se activaron en la segunda semana de la cuarentena.

Para ella, las ventas virtuales no son iguales a las presenciales porque el enfoque de su negocio es que el cliente experimente en el negocio para que pueda tocar y ver los juguetes y ropa. “La demanda en la parte física bajó, mientras que los domicilios aumentaron, es decir, incrementaron las ventas en línea, pero creo que esas ventas no superaron a las que se hacían presencialmente. La gente se siente más cómoda visitando la tienda por la asesoría”, explicó.

Lo importante es que el juego y la creatividad de la intimidad de las parejas, al parecer no se perdió.

Reinicio

Las tiendas de lencería, objetos y juguetes sexuales reabrieron el 1 de junio, cuando se levantó la restricción al comercio al por menor.

Industria del sexo

En medio de la crisis por la pandemia, la industria del sexo ha ganado terreno. En un informe realizado por el diario económico Financial Times, destacó que a nivel mundial la cuarentena se ha convertido en un buen momento para los productores y proveedores de condones y juguetes sexuales. Algunas de estas empresas lograron duplicar o hasta multiplicar por tres las ventas realizadas en el 2019.

Expertos consultados para el informe del Financial Times aseguraron que se trata de un comportamiento normal dado el aislamiento y la soledad que muchos de los ciudadanos del mundo están experimentando.